31.3.06

Lumínica eterna

Máquínica tu erotik la detesto te detesto sociedad del espectáculo

spleen no viene si me dejo atrapar por ti : escapo rumiando mi dulce rabia

dulce la inspiración anarca dulce la muerte que me espera y yo

le canto serenamente en el crepúsculo y en el alba

entre mis congéneres soy una rotura y el desorden

¿ves cuán hermosa es la piel cuando está limpia luego del amor violento?

satinada y poderosa la piel y mis ojos son dos ventanas negras

que abiertas te muetran la levedad del amor extraviado

eh, sé paciente, me gritó el oficiante de la retórica

y le miré como si fuera robótica en la era de los liberados

donde nadie te cambia la vida por un plato de lentejas ni esclaviza su erotik

a los culos gordos y a las lenguas ávidas de locura

persigue la noticia amarilla y ofrenda su poca ternura a la calata de turno

ni grita en nombre de los finos rasgos de Jonny Deep y se masturba como virgen desolada

vidrios rotos en la amanecida de los monstruos que ríen y saltan los muros

soy un monstruo soy la que ama su calavera soy la que te ama y no ama el agravio

de las horas cruentas ni la maldición de los días rojos

donde nadie ama a nadie sino es por la sangre caliente y el dinero

rendición por rendición es la consigna del verdadero cobarde

si me traes tu corazón lavado con el agua de tu sexo

sabré que nunca mentiste ni por la iluminación pasajera ni por el vértigo

si te sueño presiento que la alteración de tus ojos es mi canción

ah imposible es el maniático de la errática belleza

escapo y resisto

resisto y escapo

la ciudad es mi madre desbordada por la consumación de los crápulas

la ciudad es mi madre y no me mata

la ciudad es mi madre y me rescata aunque me sacuda con golpes

y antes de que me arroje a la nada, viene y me levanta

la ciudad me eleva y redime, mi ciudad incendiada, mi alma.

El amor es una canción de Bauhaus

A mí nadie me ama y no moriré de inanición por eso.

A mí nadie me canta y no me rasparé el sucio corazón por eso.

A mí nadie me pinta y no lagrimearé por eso.

Oye, no aprietes ese botón, porque quiero escuchar a Bauhaus

porque el amor es una canción densa y hermosa en la madrugada,

el amor es una canción de Bauhaus.

Erotik ciudad


Se paró en la barra del bar. Flash y luz negra.
Hace tiempo que no veía a un muchacho dark. Guardé la imagen para el poema sinuoso.
Y arrecié el sentido de la lleca en el amor sex.
Un muchacho dark capturando la ciudad /imagen con fuego y el azul se diluía como témpera en un cartón donde pinté rústicamente la figura del muchacho, yo que no sé pintar.
Esa es la estética a secas. Ansiedad de trazos en el aire y un chorro de deseo cayendo sin mesura.
Entonces no soy una perra, pensé, porque es la imagen que elevo por sobretodo y más allá veo reptar a los locuaces mercaderes oliendo a colonia de marca, enardecidos, reptando tras la chica del poto inmenso y más allá me veo como una perra triste que huye.
Ah. entonces viene la contradicción de la lleca y me largo.
Voy rauda por la ciudad en un taxi que maneja un viejo charlatán y me paseo por el Barrio Chino y en una esquina un tipo con terno me saca la lengua lascivamente. Tiene un ligero parecido a ese actor de películas de venganza: Charles Bronson cobrando vidas en una tarde cualquiera. Me da naúseas el tipo y busco gomas de menta en mi mochila. Los semáforos se demoran en dar el pase a la luz verde y me siento ubicua . Me gusto así.
Afuera los niños pirañas caminan descalzos y hacen mohines groseros. Niños ancianos, niños sucios, niños perdidos, clac. Es el odio que brilla en sus ojos. El odio que cantaba el hermoso Syd Vinicius. El odio que vi en una calle negra, una noche de Navidad.
Ciudad en tu erotik quise perderme alguna vez. Calle derruída y renacida, por tu desliz camino y mi erotik toma lo mejor de ti. De tu cadencia soberana cuando eres nocturna y el puterio no te alcanza. De tu peligro cuando eres inclemente con los malditos criminales. De ti lleca me enamoro violentamente si eres como un hombre extraño que me conversa extrañamente y me ama sin la ternura antigua de los trovadores. Lleca hosca y hermosa, fundación de mi erotik tan sólo atisbada por mí.
Por mí, sola en la madrugada cuando me reclino con mi sucio corazón en las imágenes tuyas, sin pausa, solitaria siempre.
Ilustración:'Metrópolis' de Róger Pérez de la Rocha.
' Lleca': en el habla popular urbana en Lima, es calle.

30.3.06

Cuando suena el teléfono

Hoy, en la madrugada, cuando estaba durmiendo profundamente sonó el celu y una voz del otro lado preguntó: "Dime dónde está ese lugar". El tono era apremiante y yo con los ojos que se me cerraban por el sueño, dije: "Hey te contesta Virginia". Sonó cllick y plaf, dejé al celu entre los libros.
Ma fui a la cocina para tomar agua y me reí.
Me sentí con ganas de alucinar y aluciné.
Aluciné castillos y piratas. Vi a Alvar Mayor en un gran barco y yo era el mar en mi alucine. El mar tempestuoso e infinito.
Y pensé en ti y en tus ojos negros negros.
Y pensé en los candidatos a Presidente, convertidos en gnomos. Feos gnomos. Y quise verlos cayendo a una zona cenagosa, cayendo y gritando, como marranos.
Y me reí otra vez .
Luego escribí este texto. (Después volví a la cama, dormité un rato , en el que vi el perfil de Alvar Mayor conduciendo el barco).



Texto alucinado en una madrugada



Cuéntame si ves ese castillo viejo sabio, e iré contraviento y marea

alistaré mis libros de navegación y mis extraños escritos

reunidos en días y noches de mortal búsqueda.


Sólo sé que aquel castillo está enclavado en medio de un océano,

sólo sé que siempre hay tormenta y extravío en su encalladura


y que dentro habitan monstruos, los monstruos amables de una Orden extinguida

y no me digas que es imposible entrar al castillo

los monstruos y el castillo existen, harías bien en venir conmigo, al eterno viaje., para que los conozcas

Serìamos piratas, serìamos aventureros, en el tiempo del mar y los enigmas.
Y todo sería vasto y hermoso


Ilustración: Ciruelo.
Nota.- Piscuis, me gustan las ilustraciones de Ciruelo. Gracias.

Una pintura, una verdad


Mirando esta pintura de Rene Magritte, mi cara se tornó como otra pintura. El cuadro de una mujer que se mira y no se mira.
Y me fui lejos, lejos de mí.
***
Me pregunto si lo insólito va a seguir en mi vida. Me pregunto si el amor es papel quemado y escena rasgada en un ecrán que se pierde en el tiempo.
Me pregunto esto y lo otro.
Kika, estoy aquí.
Ciudad madre, si pudieras abrazarme.
L hace tiempo andas en países tan remotos. Recuérdanos, recuérdanos. Al y yo te queremos mucho. Saludos a M.
Cananeo, ¿cuándo volverás?.
Y pensar que pensaba que no te echaba de menos.
Ah, si fuera posible estar en esa calle de París. O en las callecitas de San Blas, en Cusco.
Y volver al mar, siempre. Eso es posible.
Si acaso yo pudiera ser un personaje de historieta. La amada de Alvar Mayor.
Si acaso pudiera volar.

29.3.06

Lo que me acerca a la gente

A veces me emociono en este mundo de blogs como una niña pequeña pequeña. Y de pronto me sacudo y pienso: estoy idealizando.
Yo misma soy imperfecta y jodida.
Quisiera ser una mujer palito inmune a las tempestades blogueriles.
Y no creerle a quien me dice que este mundo de los blogs se cae cuando la gente sale del anonimato. Ah, y es que ya iba a poner mi foto aquí y retrocedí. Oh, no es que en la foto se me vea como la mujer palito espantapájaros, sino que me dio temor ser vista por tanta gente de aquí y alla, además de los blogueadores. Me dio temor agregarle a mi identidad revelada aquí, una foto. Y de pronto ese temor ya pasará y pondré la foto, sabiendo que nadie me escribirá para`ponderar mi belleza. Sabiendo que este blog seguirá siendo personal y que podré escribir como ahora que me da la gana de contar qué es lo que me acerca a la gente. Y ya se sabe que ciertos 'defectos' se tornan 'encantos' del que uno quiere, cuando se le quiere mucho. Así que sólo diré que me atrae la franqueza. Y para reconocer a ésta, hay que conocer al interlocutor, al que ha entrado a nuestras vidas, así como nosotros hemos entrado a la de él.
Supongamos que me topo con un psicópata encantador superinteligente, que simula a las mil maravillas su patología. Ay, (suena una música tenebrosa, ta tata tam). ¿Ejemplo extremo? quién sabe, hay tanto enfermo suelto. Y yo, tú, nosotros no estamos sanos completamente porque vivimos en una sociedad enferma.
Así que es algo tan subjetivo lo que me acerca a la gente, que si me topara con un psicópata lo reconocería. Ya me ha sucedido. Sí, es escalofriante y triste. Ese desapego cruel por lo que es la empatía consume al psicópata. Es como estar en un pantano cuando se está cerca de uno.
Y bien, no he ido directo al grano. Eso. Me gusta la gente franca que no va directo al grano. Me gustan los preámbulos en todo terreno. Preludios, rodeos, y llegar al quid de lo que se quiere decir de una manera simple o compleja. Llegar con un despliegue o como en un aleteo. Eso es hermoso.
Me acerca a la gente, la ausencia de una generosidad a gritos. Prefiero una generosidad discreta, si es posible dark. Una manera de ser despejada y oscura, libre de bonachonas sonrisas, a menos que sea Miguel Cordero (un amigo pintor que sé, viajó) con esa sonrisa suya de bondad indiscutible. Siempre hay excepciones que hacen la regla.
Me acerca a la gente la amplitud de ideas, el desprejuiciamiento . Me hartan los que discriminan a otros por el color de la piel, el origen, la belleza según el canon imperante, la edad, la condición social. Es verdad que un anciano puede ser horroroso por lo antipático que es, mas eso es lo que es como individuo, no es una condición a priori, es su actitud, su personalidad.
Me acerco a quien no tiene una carta escondida en la manga. Es que he aprendido con el tiempo a ver cuando hay una carta oculta en la manga y no me pregunten cómo. Aprendí por intuición , olor, mirada.
Por ejemplo y ya en otro aspecto de la subjetividad, se habrá notado que ando enamorada. Lo más natural del mundo, lo más lindo. Es un estado en el que la cotidianidad se altera y hay un brillo, poetic y erótica y las canciones se escuchan y se sienten como si fueran inyecciones de una sustancia estimulante en elevada intensidad. Y me acompaño con mi enamoramiento, ya sin pensar en lo que sucederá. Y sonrío, escribo, cocino, leo, camino, miro, como siempre y como nunca jamás.
Me acerca a la gente que me miren afectuosamente de veras y no por condescendencia. Me acerca a la gente, que podamos conversar aunque nuestros gustos sean diferentes. Sólo que para convivir, prefiero a alguien que no guste del reaggetón ni de 'Aguabella ' por ejemplo. Si vamos vivir en una comunidad, por favor no suban tanto el volúmen . Me matan los sonidos esperpénticos.
Me acerca a la gente, la risa aún en condiciones adversas. Esas carcajadas en son de buena voluntad que les escucho a las mamachas fruteras en el mercado. Las amo. Ay, mamita Clara, qué linda es usted, con sus uvitas italia y sus peras frescas exhibidas amorosamente.
Me acerca a la gente el buen humor fino. Cómo te quiero aunque nunca te he visto Scavenger Bride. Cómo te extraño Eleafar.
(Norma Andreu, te pido nuevamente que no te lleves para siempre al Cananeo. Norma Andreu, solita de las amadas , te lo pido).
Ay, adoro a Groucho, a Buster keaton y a Chaplin. Qué quieren que haga, no podía faltar una alusión cinéfila. Mis queridos amigos de cine. Que para amores están Harrison Ford y Marlon Brando.
Y ¿qué más? ah, ¡el cine!. entre cinéfilos, hasta es posible que le quiera mucho a alguien hosco que casi no ríe. Al cinéfilo le querré a dónde le encuentre, a menos que sea un nazi, sólo por eso no le querría. Tan solo, me acercaría a él si acaso quiere conversar conmigo.
Probablemente de algo me olvido. Si es así, luego lo puntualizo. He contado lo esencial, creo. Me he emocionado, escribiendo este post donde soy más confesional que lo que soy habitualmente.
Enhorabuena, por nuestras interacciones, nuestros cariños y antipatías.
Amorous. Spleen, enhorabuena.
Para Kika, hermosa siempre y para Carlos C, gran amador de la música.
Foto de Helmut Newton.

28.3.06

Tiniebla spleen y Mujer palito en diálogo amoroso filo/sófico con el Hombre misterioso

He escrito dos textos. el primero que es 'Tiniebla spleen' me lo dedico porque es tan confuso que creo yo sóla lo entenderé . O ya veremos.
Ay, si supiera dibujar, ´aquí dejaría un cielo negro con un destello azul , parecido a un trueno.
TINIEBLA SPLEEN
Mucha hisoria de amores plaf niet: en el spleen me encuentro
o en la tiniebla con el rayo azul saliendo de los pensamientos revueltos

spiral and dream : de cada diez individuos, cuatro buscan comida en los tachos de basura
ah dinosaurio de la maldad yo no te quiero

ah muerte, no te odio, y en el spleen me refugio,
soloitario es mi signo, y no lo sabía

amada muerte sé paciente, espérame

tiniebla spleen en la hora del vampiro y de la angelita confusa
qué locura qué azoramiento qué deseo

muere angelita y come tu deseo porque torridez no te canta
escribes como posesa y te arrancas la gloria soñada

tiniebla spleen: esa es tu marca
de nadie eres angelita muerta, a nadie tienes, no hay posesiones angelita rota

sólo spleen spleen spleen y tinieblas en la hora de tu spiral sex sex
una gracia que se sube a los ojos y grita.
***
Cómo nació este texto:
Me sentía rara. Pensaba en el 9 de abril que se aproxima, en el cuaderno que debía comprarle a Al, en mi blusa negra, pensé en ti.
Después de una pedaleada larga en bici, encontré a Al en plena contemplación ajedrecística, así que de puntillas cociné pausadamente y luego pensé en los palitos, en las miseria y los amores. Toda yo alucinada.
Y escribí este texto.
MUJER PALITO EN DIALOGO AMOROSO FILO/SÓFICO CON EL HOMBRE MISTERIOSO.
- Dime te conmuevo un poco? (pregunta, ya sé, jodida)
- Un palito, sí. Un palito de fósforo. Contesta él. Y ella se sienta acomodando las astillas de su cuepo palito.
- ¿Un palito? ¿sólo un palito? la mujer palito hace su puchero discretamente y se abraza a un libro de kierkegaard. Es un primer plano en proporciones desmesuradas.
- Él sonríe. Es un hombre extrañamente hermoso que suele habitar castillos tenebrosos. Amigo de seres oscuros, él es un canto a la oscuridad.
- Spiral, quiebre del eterno retorno. Desfase total. Dice ella mientras una astilla sale de su brazo derecho.
- Ah, mujer palito , si es el desfase total, no olvides conjurar la insoportable levedad del ser.
- No querido, casi levito. Un astilla me está picando. Por favor échame esa crema de almendras.
- Él viene y le da un beso al punto palito y ella se siente muy bien. Ella lo mira y piensa: me gusta esa mirada que tiene. Intentaré dibujar su mirada .
Y de pronto recuerda que es él, quien dibuja, y que ella escribe. Sólo escribe.
(Fin del episdodio).

Gracias Ernesto, gracias Edith


Ah, blogósfera terepeútica. Eres benéfica, porque en ti viven seres extraños, bondadosos, errantes, enigmáticos, adorables locos.
Aquí conocí a Kika, a la novia, al Cananeo, a María Mayo, a Roberto Zucco, a Lukas, a Ángeles, a Nicho, a ustedes. Y es que es una larga lista, mi querido Adriano. Ahora he conocido al hombre de la balada.
Gracias Ernesto. Tu post en donde canta Edith Piaf me sacó de la maraña, del bosque quemado y del desasosiego.
Es verdad que no me hundo ni me desgañito rasguñando mis uñas por las paredes en una nota dramática cual arlequín extraviado.
Es verdad que una Ópera de Mozart me hace respirar fluidamente como si fuera demonio sereno. Todo eso es verdad. Y que sé cuán inmensa es la tragedia de los que mueren a diario entre fuegos en las fronteras. Balas y horror.
Es verdad.
Y hay tanto por hacer, y debiera acometer, tal vez lo que Julio dice sobre los sufrimientos. Desapegarme de algunos afectos. Irme de aquí. Irme de allá.
Es verdad.
Y hay tanto por hacer. Me siento mezquina. Basta. Mi historia personal es una sucesión de escenas en blanco y negro. Así me gusta.
Me arrojaron cuando nací y no soy mejor ni peor por eso.
Me he enamorado varias veces en mi vida, mas al final viene algo que como un huracán se lleva lo anterior . Algo se rompe, algo nace. Y no sé si debo renegar de lo que nace, si acaso todo no es una película que estoy filmando con el guión equivocado.
Me equivocaría como Ed Wood, mas haría la película que amo.
***
Gracias Ernesto por tu post sobre los franceses, gracias por la voz y la faz de Edith. Suprema Edith gracias.
Sigo en la blogósfera. Soy Virginia Macías Torres, existo en Lima, en el cybermundo.
Escribo y escribo, soy blogueadora.
Ilustración: Portada de 'Bande Dessinee', historieta francesa que en este número, publica canciones de Edith Piaf.

Desorden total

Un sismo mental. Los pensamientos se mezclan entre sí como si fuera imposible armonizarlos.

¿Alguien sabe qué hacer en estas circunstancias? Posición loto. Respiración profunda. Meditación trascedental. Om. Inteligencia emocional. Coordenadas mentales que se disparan como en un juego de nintendo, en direcciones cruzadas. Y no podré ir a ver el mar. Es un día de deberes, sólo me queda la música y garabatear mi cuaderno rojo y negro.

El mundo cambia y no cambia por mí. Las guerras son cruentas y yo soy un ente al margen.

No, nunca podría ser un ente al margen.

Hay transformaciones y yo mastico mi soledad. Irredenta. Nadie.

Tú sonríes, caminas, piensas y es por ti.

Clac. Corrosivo apunte mental. Algo haré. Algo encontraré. La bondad me atrae si azuza sus tinieblas. Belle and Sebastian y música barroca. Agua. Baño de hierbas. Poemas de Oquendo de Amat. Lavar ropa. Cocinar un plato ligero. Un postre de durazno. Monografías. Tildes. Adjetivos. Manejar bicicleta.

Eso: manejar bicicleta. Dar vueltas, curvas, ascensiones, ir rápido bordeando ese parque donde abundan los girasoles. Manejar bicicleta como si allí se me fuera la vida. Y en la tarde abrir la puerta a mi niño con una sonrisa. Soy yo, eh. Y tengo el alma quebrada. Y me río.

Ilustración de Quinier.

Escaleras y tú


Salía de mi asombro poco a poco, leyendo mails, mientras Hole cantaba Violet. Sin saber qué contestar, porque hay palabras que pueden señalarte horizontes y sobrevienen en desaliento, en ganas de entrar a un Templo para sentarse allí largo rato, mirando de rato en rato la cúpula, pensando en suicidas, en señales, en sí es importante o no contestar esos mails.
Y de pronto aparece una escalera en mi escena mental.
Y tú te aproximas con tus dibujos y un libro. Vienes con tu polo negro y tu caminar rítmico y no sé qué decir.
Niebla y colores en contraste. Me sujeto a esa escalera de albañil,
luego subo sus escalones y me doy cuenta que ese simplísimo acto me ha hecho perder el desconcierto.
Me gusta la niebla y verte caminando, en cualquier lugar y si es cerca del mar, dejaré mi silencio y exclamaré tu nombre.
Veo otras escaleras al fondo de un pasillo y la sombra de un fantasma que gime imperceptiblemente (es el efecto 'fantasma hipocondríaco').
Qué quieres que te diga, el absurdo invade la escena o la escena invade el absurdo.
Aquel gemido desaparece. Y suena el viento que golpea la pequeña ventana. Suena la inflexión de mis dedos. Oh, fantasma perdido, dulce fantasma, pícaro fantasma. sentado en una escalera,
creyendo que no está muerto, aún.
***
"Prefiero los posts en donde no vuelas": no esperes que sea como tú quisieras que sea, te digo . Sí, a ti, amigo que vives en Noruega. Buen amigo. Siempre dime lo que quieras decirme. Sé que nunca me ofenderías. Y querría preguntarte, sí, a ti, que eres sereno y amable, cómo se siente ser varón, si acaso, siempre se está gusto siendo racional y sé que puede sonarte absurda mi pregunta, e incluso impertinente. Porque eres alturado y elegante. Y es que yo no soy siempre alturada, y subo y bajo escaleras sin llegar a alguna parte segura, donde me sienta protegida, es decir, a salvo, donde no exista ese toc toc de las puertas que tocan cuando no quieres que las toquen. Y buen amigo, ¿ya viste?, me puse a volar, a ti que no te gusta, te fastidiará.
Si miras la forma de mi cuerpo sonreirás. Y me disculparás, mi buen amigo.
La apariencia tipo palito te hará olvidar cualquier molestia. Ya lo verás.
Qué quieres que diga, es así, sí y no me detestes.
Te caería bien una ducha con sales ¿lo has pensado?
Estás hojeando esos libros que amas. Miras las finas ilustraciones, vas por un refresco helado, sales de la marea de las noticias, declaraciones de los candidatos, ferocidad del micropoder en cada escena urbana, sales y estás en la página, captando su estética mientras yo te atisbo en las palabras. Sigo escuchando a Hole, sigo mirándote en la madrugada otoñal y sobre mi desnudo hombro revolotea una polilla que me recuerda a los libros picados que sobre el suelo venden en el centro de la ciudad. Y a los libros que adquirí, con huequitos y a los que eché trementina y limpié con esmero. Pienso en ti, y al borde del sueño, me veo subiendo las escaleras del subte, el jazz sonando como ráfaga fresca que pasa y deja su eco y un aroma a colonia de baño.
Y aparece la nieve y una escalera solitaria donde una muñeca de baquelita pestañea colgada de un borde.
Y se cruzan las escaleras, las de los subtes, de los albañiles, y de las casas. Todo tipo de escaleras devorándose a sí mismas, como si de eso se tratara la vida, de escaleras que se comen unas a otras como caníbales.
Mientras nosotros nos quedamos sin escaleras, y optamos por volar, y es que aunque extrañemos las escaleras, amaremos volar.
Volar y volar.
Trac caer,
trac volar,
trac caer,
trac levantarse,
trac volar,
trac vivir.
Ilustración de William Eggleston.

27.3.06

El suicida

Si no conoces las horas muertas
tu alma muerta

los ojos muertos
nunca comprenderás al suicida

Aferrado a tu pan y a tu deseo, sigue tu camino
maldice al suicida y eleva una oración al santísimo

anuda tu corbata, ponte tu vestido escotado, escupe tu alegría, abraza tu lujuria, peregrinaje sin sentido
ignora al suicida en su noche eterna

ah, qué paciencia en la pontificada sonrisa
naif el amor sano, ¿todo amor es naif?
profano eres si rompes los límites de las rutinas

el suicida escapa , el suicida encuentra, el suicida desama y ama,

ve la frontera, está en el abismo y toca su alma muerta
se toca, se siente, se va

alguna vez amé a un suicida, alguna vez vi mi alma partida
estuve en el abismo y volé sin alas, alguna vez fui monstruo triste

el suicida ve su calavera huyendo de sí mismo
y los sonidos de la muerte le redimen

así quisiera yo preparar mi sonido postrero, sin pesadumbre
vasta y separada del mundo
cuando nadie vea el color de mi misterio.


Ilustración tomada del blogzine 'katarsis'.

26.3.06

Una canción, un rostro

Cantabas y cantabas y yo te veía parecido a kurt Kobain con el cabello cayéndote en la frente
hacías un aspa de molino sobre el piso de madera y saltabas como un contorsionista
eran los tiempos de los tanques estacionados en cada esquina y de las noches peligrosas
eran los tiempos de Nirvana y tú no te parecías a Kurt, tenías mechones castaños, el desorden eras tú
la gloria eras tú y yo era impura como ahora, yo era tuya como no soy ahora
tú eras la felicidad comiéndose los improperios en una tarde de rebelión
cada calle tenía nuestros sonidos y tú eras el sonido más hermoso en las latitudes de la ciudad
tú eras el cielo en el infierno y yo te amaba
toda canción se muere cuando nadie la escucha, toda historia de amor se rompe cuando nadie la salva
los trenes partiendo en el subte y yo mirando mi alma loca perdiéndose por laberintos
sin guías ni lluvia que me acaricie la cara y toque mi sucio corazón
todo vuelve a su origen, miles de moléculas estallan, yo estallo, tú estallas
y la ciudad se acaracola, nadie viene a cantar, nadie me dice la verdad
no hay verdad, no hay mentira, sólo hay música sonando por todos mis rincones y los laberintos
estallan porque nada se salva, todo se destruye y es imposible renacer en medio de la locura
renacido amor no existe
renacido amor es una canción triste, sólo una vieja canción
lejos de mí tus ojos sonríen apoyados en el vano sueño y yo subo esa escalera hacia la muerte
porque soy una sombra que busca su cuerpo
tú sonríes , tú clamas, tú gritas, y yo estoy lejos, infinitamente lejos de ti.
Desolación por desolación: mi sombra busca su cuerpo.

Destiempos


(Escrito al ritmo de 'Dear catastrophe' de Belle and Sebastian).

Hace años era posible dar la vida por alguien, atravesar ciudades, campos minados, escalar el Everest, pasar días y noches en ayunas, cruzar a nado por pantanos, escribir poemas larguísimos, reunir canciones en cassettes como homenajes a unos ojos y a un fulgor. Eso y más.
Y ser tan clara como un acto de magia o una gran partida de ajedrez.
El bólido tiempo se lleva las pequeñas glorias y todo cabe en un carrete de película que rueda por las escaleras de un auditorio, como si fuera el coche de bebé en 'El acorazado de Potemkin', mas no hay quien detenga al carrete y salve la película. Ésta se rompe, se llena de moho, y se pierde en la calle mojada. Plaf, así es.
Destiempos.
El Carrete aparece una madrugada, salta del monitor a mi mesa (a un costado sino rompe todo, claro) y parece limpio. El carrete está opaco, me doy cuenta al mirarlo y ya no sé más, ya no sé qué más hacer.
Somos animales pensantes deshaciéndose, recomponiéndose, enardeciéndose, descendiendo, elevándose, saltando, cayendo, caminando. Y nos jodemos. A veces, nos jodemos tanto, que no hay canción linda que eluda la jodedera. Es la impureza de las verdades matizadas por ecos de gritos lejanos y flores rotas. Sangre coagulada hace tiempo y nada.
Destiempos.
Destiempos.
Querida catástrofe, canta Belle and Sebastian y el mundo se comprime en una palabra. Los megáfonos se agitan en la mañana soleada. Ofertas electorales, o sea vulgaridad y más vulgaridad como gigante tarántula venenosa que se come a los insectos chiquitos. Y mientras tanto, preparo el almuerzo, corto la carne en trozos, los sazono, mido el tiempo de cocción, acto tan simple. Así quisiera medir a las floraciones del ánimo, a su decantación y fugacidad. O a los destiempos rodando por la pendiente de mis sueños idos, rodando y rodando.
Me toco los ojos y la boca, ¿soy la de siempre? ¿soy la de antes? ¿quién soy?
Destiempos en mi cabeza. El sol quema, se nota.
Y es otoño, es marzo y la ciudad no me escucha.
No sé quién soy.
Foto: 'sobre mojado' de Cazurro.

Grabaciones y limón helado

"Perico el de los palotes
tiene siete pericotes
sentaditos en sus sillas
oyéndoles maravillas
de su vida y de sus mañas y sus famosas hazañas..."
Fue la cuarta vez que Al grababa su voz. 'Periquito' de Javier Sologuren saliendo de su boca con pronunciación clara y una prístina mirada. Y yo con limón helado que me caía tan rico y el sol entrando por un lado de la ventana.
-"Mami, mi voz no se oye igual. La siento cambiada en la grabación" dijo Al.
- Es verdad. Y está ronquita tu voz, qué haremos, lo importante es que es tu voz Al.
Y nos habíamos reído tanto, porque al principio yo lo presentaba y alguna palabra la decía carraspeando y había que grabar nuevamente, repetir lo dicho e invocar a Periquito. Así que la tarde pasó como una lumbre y yo con ganas de darme un baño con flores y Al con ganas de irse a un tren volador en el Centro Comercial. Yo con mi tarjeta de socia cinemera, recordando aún 'Firewall' con Harrison Ford peleando por su familia. Plaf, destrozado en la escena final, llamando a Beth, su esposa, y los hijos acercándose mientras Harrison cojeaba y se reunía con ellos. Y claro, su mirada de mundos en eclosión. Su mirada y yo enamorada otra vez como en los tiempos de ' Blade Runner'.
Al buscaba los limones y exprimió uno grande. Comíamos limones. La mujer palito enamorada y su niño recitador de ' Periquito' y allí cerca el tablero de Ajedrez y Jesus and Mary Chain cantando 'Gimme Hell': un primer plano en sábado por la tarde.
Me pregunto cómo sería ver a Harrison Ford en casa, preparando un cocktel helado. Y que de pronto apareciera A y nos pusiéramos a brindar y a contarnos historias. Yo ya no estaría enamorada de Harrison Ford. y sonaría el soundtrack de ' Frenetic', sólo un rato, para que Harrison no se fastidie. Es que sería tan especial escuchar ese tema y ver de cerca al actor de la mirada sublime.
Grabaciones.
He estado pensando en que me gustará caminar por las callecitas de Cusco, otra vez, como hace años. Allí vi una verdadera lluvia torrencial en Febrero, hace tiempo. Al ni asomaba como proyecto ni yo conocía Rusia. Yo era la chica palito en medio de las soledades.
Me pregunto hasta dónde duraría nuestro gusto por estar en Cusco. Al extrañaría el mar y yo sin ese olor marino me pondría melancólica, más que cuando estoy frente al mar y mi cara se moja recordando mi infancia.
Lima y el mar, ay querida María Mayo.
Lima y el spleen, querido Cananeo. Extraño tus posts, tu humor, y extraño ahora mismo comer un helado frente al mar. Por pedacitos, despacio, muy despacio.
Norma Andreu santificada en la soledad solita, no te lleves al Cananeo por siempre.
Y en noches como ésta 'In the bath' suena maravillosa. Grax María Mayo.
El verano se fue según las fechas, mas es como todo lo que se va, que no desaparece absolutamente y aquí estoy medio fascinada y medio triste por algunas imágenes alucinadas que se agolpan en mi memoria. Así que sólo me queda el viento frío que entra por la ventana. Al se ha ido a la casa de su padre, adora a Doria, su hermanita y le encanta irse una noche a dormir allá.
Y yo, atiné a escribir sobre lo grabado. Y es que la vida es como una grabación de escenas y a veces el flashback es tan brusco que una se dice: "ni más apriento el botón cerebral que me lleva lejos".
Grabo el movimiento de tus manos y el leve pesatñeo de tus ojos negros. ¿Es acaso una impertienencia? Tal vez no tengo por qué revelar lo que grabo, y lo que no quiero, es decir por que lo grabo. Solamente quiero en este instante, saborear otro limón helado, e irme al baño a mojarme las sienes. Siento un leve rubor en la cara. Es hora de irme.
Hay un reflejo extraño cayendo sobre la puerta de Al. Ideas mías. Una película de horror me caeria de maravilla.

25.3.06

Confesiones y ejercicio.

Todo lo que escribo aquí es personal y de pronto siento que se exhiben escenas de mi vida como si apenas importara. Aparece una aleación de sentimientos y me veo a un extremo, tirada, desnuda, con cortes en el cuerpo, y parpadeando en el afán de pensar que todo esto es una broma de mis sueños, y que nada ha alterado mi existencia. Que alguien se burla de mí y escribe para confundirme. Que lo patético se ha infiltrado en las orillas de este mar de palabras, entre las que no son mías y que mi sucio corazón puede estallar y recomponerse luego de la explosión. porque siempre es así, algo limpia los restos, algo nos arranca de la vasta bruma, y todo cabe en un pedazo de jabón, en la ducha. El cuerpo se endurece, los pezones de mis senos parecen hijos del beso prolongado en una noche de gritos y silencios. Un objeto kitsch brilla en una esquina. Y rompe toda incipiente construcción de la angustia.

Construcciones de imaginarios. Construcciones que se elevan y a las que ya no sé cómo escalar.

Y es salir a la calle, lo mejor, cuando un cuento de Ray Bradbury me ha dejado soñando con brujas amables y hombres gentiles.

Y no me gustan los cuentos sobre encuentros fáciles. me gusta lo difícil, me gusta lo complejo. Soy compleja. Y la cópula es en mi imaginario, lo que nadie podrá exaltar si no es delicado y rudo. Delicado como un poeta que ama y odia, rudo como un animal salvaje . La rudeza de las imágenes cuya metafísica es la humedad y el violento vaivén de los deseos. Suave, violento, claro, oscuro.
***
Ejercicio.
Cuento breve.
(Escrito a la velocidad de los pensamientos, mientras suena 'Live en Mono').
Él le propuso ir a ver discos y casacas. Ella contestó que iría sola. Ella no quería estar sola. Ella quería tocar los contornos de su cara. Ella amaba su cara, su voz, su mirada, el movimiento de sus labios y su sonrisa.
La cuestión es ser etérea, pensó. Volverse animal tranquilo. La cuestión es hablar con naturalidad de conciertos y videos. Y conocer gente o irse al cine con frecuencia.
Soy pudorosa y soy descarada, se dijo.
No me perdonarías si soy descarada, pensó.
Represión. Vieja tortura.
Pensar en la amistad y en las cerezas. Decencia de mujer desarraigada.
La ciudad es mi madre . La ciudad me pide que me desvista en su noche, cuando ella lo exija, a la hora que ella lo diga y dónde ella elija. La ciudad es una madre desnaturalizada.
Él caminaba y caminaba. Él desconocía lo que hay detrás de las palabras, en la distancia y el grafito latente.
Piernas y vello púbico. Lengua y líquidos seminales rojos. Rojo es el deseo y sus lubricación transforma la piel y los ojos. Si alguna vez ignoras que una cópula puede salvar el mundo, considérate indigno de ser amado.
Ella se fue al laberinto, ella salió del laberinto. Él, lejanamente se fue , se fue, se fue.
Foto: 'Asombro en el número 12'. Autor: Cazurro.

Amores de cine

A través de los amores de cine, una también ha aprendido a conocer la naturaleza humana. Los personajes delineados en diferentes películas por un actor, dicen mucho de la integridad.
Comprendo que algunas veces se vaya al cine, para ver al actor o la actriz de la que uno anda enamoradiza o enamorada en su amorous inusitado o formado a través de sucesivas películas.
Vería nuevamente 'El observador', film en el que hay una escena inolvidable: cuando el asesino baila. sólo por esa escena porque el film es irrelevante.
Keanu Reaves bailando con su sacón de cuero negro. Escena elegida, escena guardada en la mente. Plasticidad de varón.
Con los amores de cine, todo es irreal y real. Allí están, en el ecrán. Acercarnos a ellos es, vuelvo a afirmarlo, un acto libre.
He llegado a verme paseando en el Parque de Rivadavia, llevándome libros usados, y de pronto encontrando un Dvd' de ' Frenético', film donde Harrison Ford despliega esa mirada tan angustiada. Está buscando a la mujer que quiere, y que parece se ha hecho humo. Conoce a una bella mujer que lo mira como una mujer mira a un hombre que le gusta, más él sólo piensa en la que quiere, y por la que teme le haya sucedido algo terrible.
Al ver a Harrison Ford en ' Firewall', con su rostro de hombre que envejece, experimenté una oleada de afecto que me hizo comprender en cómo el paso del tiempo no nos aleja de aquellos actores y actrices que hemos visto en sus juveniles performances, luego madurando y después con las caras arrugadas como la de Harrison.
Al contrario, el paso del tiempo nos acerca más a los amores de cine. Más, porque así, ese amor cinéfilo se enriquece y se torna poetic poderoso.
La mirada.
Amo la mirada concentrada. Mirada intensa. Harrison Ford es un actor que tiene esa cualidad: en su mirada confluyen sentimientos que son transmitidos al espectador, y a mayor empatía de cinéfilia, más intensa será esa vibración, esa comunicación poetic, erotic, o amical.
Hay algo que he comprendido. No significa ser fría, ser frío, no erotizarse con cuentos de sexo, cuentos de coitos y demás encuentros. Simplemente, ottro es mi registro erótico. Una hermosa mirada activa el detonador erotic, y eso no implica una masturbación mental. Es algo sublime que hace el instante, único, siempre único.
Amores de cine. A veces pienso que me equivoco cuando me veo sola y sola. Al fin y al cabo, siempre tendré a los amores de cine. Y nunca me harán daño ni yo les haré daño. El ecrán los envuelve, siempre los envolverá y yo seré etérea. Etérea y sonreiré.
En la foto, Harrison Ford.

24.3.06

Inquietud.


Soy ese hombre que cae de un onceavo piso y no hay alguien cerca.

Soy una calle roja que los muchachos perdidos ensuciaron con sus pensamientos.

Soy una ventana rota que un niño empuja para mirar la calle, la negra calle.

Soy tu ojo brillante esperando una visión maligna que borre el tiempo de los silencios.

Soy tu deseo visceral en una noche larga e insomne.

Soy mi ternura descompuesta mirando tu cara extraña, la cara que amo.

Soy las visiones que transformo en mi cabeza a las que hago girar para irme lejos.

Soy la que se va a ese río a tirar piedras cuando cae la tarde para deshojarme porque me convertí en la flor de un pantano.

Soy la que salta encima de los techos como un murciélago asustado, en la ciudad dormida.

Soy una gata que corre por los tejados y maúlla por algo que ella conoce.

Soy la maldición de mis días, soy la bendición de mis noches y viceversa.

Soy el piano que se incendia al final de un concierto de kasabian, mientras la muchedumbre ruge y tú me buscas, y yo soy el piano, sólo el piano.

Soy el final de una escena oscura que de pronto se ilumina misteriosamente.

Soy la inquietud ascendiendo por los cuerpos que se extrañan y grito como una hembra triste.,
grito y canto.
Foto: Garry Winogrand.

Dark, hermosamente dark

Excelsa canción. Entrada con viento, neblina y sonidos misteriosos. Escucharla en versión larga es una experiencia en la que se aborda la plenitud. Todo se transforma y gira cuando escucho esta canción.
En el video, el 'Beeeeeela' suena sin la prolongación del nombre del gran Lugosi. Lo interesante es ver ese registro visual tan dark, expresivo como el ansia. Y es que así se llamaba precisamente la ópera prima de Tony Scott: 'El ansia', film que recuerdo vi fragmentado en la televisión, hace años, y en el que no llegué a escuchar a Bauhaus cantando 'Bela Lugosi's dead'.
En el video se aprecia a Catherine Deneuve gloriosa y a David Bowie con sonrisa leve y profunda.
La gestualidad de Peter Murphy- el cantante de Bauhaus- es fascinante.
Dicen que hay tristeza y oscuridad en la música de Bauhaus. Yo encuentro una fuerza y un ensueño extraño, tan seductor que diría, -y digo- que es la única seducción deseable que admito sea deliberada: la de la música. Es Bauhaus, la marca apoteósica de lo dark.
He aquí esta insuperable canción.


Bauhaus - Bela Lugosi Is Dead (Bela Lugosi Is Dead Vinyl 12" - 1979)

En puerto asterix radio está la versión de ' Bela Lugosi's dead', en la duración donde se aprecia más su intensidad . Belleza purísima. Belleza musical.

23.3.06

Pretensiones

Pretenciosa. Qué desastre. Se caen las vigas de los techos, se rompen los cristales y se despostillan las puertas. Aaggrrr, qué desastre.

Imagínense a una mujer palito -sí, así con cariño- desbordada por ínfulas de diva. Algo obsesivo que todos saben y ella parece ignorar. Parece.

Un saludo a los cielos con su puesta de sol y todo. Qué paisaje de dudosa belleza, sólo faltaría la cámara fotográfica para perennizar la escena in extremis.

Y la mujer palito pasa un túnel, la muerde un animal extraño oculto, sale herida y con la cabeza revuelta. Se come unos granos de arroz que le invita un oriental con sombrero a la usanza antigua, que la ha estado esperando hace siglos. Y también le da palitos para que se lleve a la boca un pedazo de carne jugosa. Es decir, la mujer palito come con palitos y toda ella es algo incomprensible que se muere por ser fotografiada en una tarde de lluvia.

Plaf. No hay mujer palito. No hay pretenciosa que salga de un túnel ni perro que la haya mordido y haya muerto debido a la mordida. Todo es una alucinación de otra mujer palito, solitaria en su madrugada, que escucha a Bauhaus y come fragantes duraznos.

Sólo eso.

22.3.06

Una película puede cambiarte la vida

"...Ay hijo, nunca mires a otro lado"
Reverendo Vallon en su agonía.

"De los que he matado, él es el único que merece ser recordado".
Bill, 'El carnicero'.

" Mi padre me dijo que todos nacemos de sangre y tribulaciones y lo mismo pasó con nuestra gran ciudad, pero a todos los que vivimos y morimos en esos días furiosos, nos pareció que nos arrebataron todo lo que conocíamos.
Y no importa lo que hayan hecho para reconstruir la ciudad...
por toda la eternidad, nadie sabrá nunca que estuvimos aquí".
Amsterdan Vallon.

Hay una diferencia entre ver una película de vez en cuando porque 'hay que distraerse' y ver un film, porque es como un ritual: en la oscuridad, uno se encontrará con la vida en el ecrán.

El cinéfilo ama ese ritual, y se deja absorber por el ritmo de la película, si es que ésta se hace merecedora de su atención. El cinéfilo no es 'el público' ni el crítico de cine a secas. Es una mezcla potente de ambas realidades. Y por eso al encontrarse con una película como ' Pandillas de Nueva York', el cinéfilo irrumpe con su vida misma. Porque ese espíritu épico que distingue a este poderoso film, moviliza los sentidos y pone en tela de juicio las creencias y los sentimientos.

¿Esta afirmación se percibe exagerada?
Seamos exagerados porque la existencia misma es una exageración del azar, la injusticia, el desamor y la dicha. Todo está entredicho.

Sí, recién he visto 'Pandillas de Nueva York'. El choque cruento de pandillas en la Nueva York del siglo XIX. Recién he visto este film que fue nominado para el Oscar en el año 2003, un film dirigido por Martín Scorsese del que guardo entrañablemente su 'Taxi Driver' con Travis, personaje eterno de las calles tumultuosas de la Nueva York decadente.

La brevedad de la existencia es el bólido tiempo: por mi parte, dejaré de mirar dispersamente. Creo que es necesario ir contracorriente, ahora más que nunca. Nada de vaguedades. La nebulosa se la dejo a lo que sueñe dormida. Despierta, tengo que irme por otras rutas.

Me han sacudido esos personajes violentos que sobrevivían en una ciudad donde los potentados jugaban billar mientras las calles se llenaban de sangre. Me han sacudido los improperios de Bill, 'El carnicero' con su sentido del honor visceral 'defendiendo' a su país, con su xenofobia capaz de acometer los crímenes más terribles.

Me ha sacudido la imagen de una hermosa muchacha curando las heridas del hijo vengador de su padre. Aquel que fuera ese niño que iba de la mano de su padre a presenciar la batalla donde 'El carnicero' lo mataría. Me ha sacudido ver a ese niño con cuchillo en la mano, abriéndose camino para escapar después de la muerte de su padre. Y luego pasaría 16 años en un Reformatorio, del que saldría para buscar al que le quitó la vida a quien él más amó y vio morir sobre la nieve. Más que venganza, más que odio, más que violencia, lo que hay en este film es algo que sobrepasa las atmósferas y los gestos.

Tendría que avergonzarme. Después de cruentos años de guerra en el Perú, habían situaciones que en mi cabeza se mezclaban con canciones suaves, discursos éticos, comodidad, distancia. Y al ver 'Pandillas de Nueva York' rearmo mi desorden existencial. Reordeno mis ideas y veo a la ciudad en eclosión y a mí misma me veo fraccionada, uniendo mis pedazos en una acción paulatina, que ya se vislumbraba. Debía encontrame con la lectura precisa, el acto preciso, la película precisa.

Me pregunto qué hubiera pasado si hubiera visto antes 'Pandillas de Nueva York', y me contesto sin demorar la respuesta: sólo sé que tal vez hubiera acelerado mi visión oscura y plena, los sonidos de mi interioridad.

Ahora es otro el tiempo. Quién haya visto ' Pandillas de Nueva York' sabe qué estoy diciendo si alguna comunión hay entre nuestras sensibilidades, sabe qué vibraciones recorren esta película incomparable, con su historia de amor sin romanticismos vacuos, con su humanidad profundísima violentado la ciudad de los contrastes y la belleza criminal.

Dos pandillas: una de los llamados 'Nativos' liderada por Bill 'El carnicero' y 'Los conejos muertos' comandados por el sacerdote Vallon -con navaja ensangretada por el corte que se hizo en su mejilla, en presencia de su pequeño hijo- en un enfrentamiento que recordaré y seguiré reviviendo cada vez que quiera hacerlo. Porque esa es la elección del cinéfilo: ve lo quiere ver cuando le plazca. Busca la manera de hacerlo, y lo hace. Pequeña gloria, homenaje a lo que uno es, en el placer de los amores impostergables.

Es signo de autonomía, adentrarse en esa pequeña gloria.

Y porque una película puede cambiarte la vida. ¿Lo sabías?.


Ilustración: Afiche de 'Pandillas de Nueva York'.

'Pandillas de Nueva York', realizada en el año 2002.

Director: Msrtín Scorsese.

Actores: Daniel Day Lewis, Leonardo Di Caprio, Cameron Díaz, Liam Nelson.



22

Había un número perdido en el universo y alguien me lo obsequió un tiempo

22

22

22

veía a Drácula abriendo y cerrando su capa y una constelación boreal entraba a mi mente

ahora todo se aleja y yo digo 22 para recordar que tengo que salir del laberinto

ahora soy algo amorfo, algo opaco elevándose por los aires, mezclándose con el tiempo

o soy el tiempo que miraba al tuyo como si pudiera ser un solo tiempo

y atrás se quedan los besos y yo canto despacito una canción triste o la sinrazón mía

haciendo clac clac como si crujieran las puertas del mundo, del cielo y el infierno

y otra vez digo 22 y contemplo aquellas escenas nocturnas y el mar plateado

tu cara lejana, tu voz lejana o la evanescencia y yo jurándome distancias

mientras el día nace en la iluminación breve

tan sólo me queda escapar de mí hasta que sea tan fuerte que diga

22

22

22

y me vaya volando en la escena final, allá donde demonios y ángeles se miran y se van,

se van al infinito, extraviados y somnolientos, se van para siempre.

21.3.06

Nazismo y rosas.

Aunque a veces los anónimos han sido groseros, creo que cerrarles la ventana de comentarios sería tener una actitud facilista. Aunque sé que hay que destinar un tiempo para contestar los comentarios, y que a algunos esto les incomoda demasiado y se les hace poco práctico dedicarse a contestar a los anónimos y a la gente blogueadora en la nota de la interacción. Y ante eso, usan la salida de cerrar la posibilidad de expresión a los anónimos, para evitar redundancias, 'pérdida de tiempo y energías', etc.

Pensaba en lo que ocurre en el mundo y en las contradicciones., a raíz de pensar en cómo llevar el curso del blog.

Pensaba en que no es posible la indiferencia o ambiguedad cuando el nazismo se expresa en acciones como las que ocurren diariamente en el mundo, porque si es verdad que el ser humano es contradictorio, eso no implica aceptar el crimen y la rapacidad.


O permanecer impasible , como si los maltratos a los inmigrantes (por ejemplo) fueran algo predecible, natural, en función del mecanismo mental que ve a éstos como peligros, y como propiciadores de todo lo negativo .

Sí, soy una mujer que escribe, tiene un hijo, desempleada a tiempo fijo, que vive su tiempo y que en algún momento como ahora, siente la necesidad de decir que todo lo nefasto a nivel de existencia viene de esos mecanismos del poder, vía gobiernos, transnacionales, leyes.

Si existencialmente todo se trastoca en diferentes situaciones, esté yo en una choza o en departamento cómodo, en un cuarto con baño o en una habitación de lujo en un hotel , sea como fuere, el poder se cruza, interfiere en mis pensamientos y si una se ha fortalecido en la mirada crítica del entorno, podrá contrarrestar al poder. Ese pathos es el que no deja que una sea arrastrada por lo que apunte a expoliarme mentalmente.


Es madrugada mientras escribo y estoy cansada, mas necesitaba decir lo que he dicho. Si acaso suena panfletario, no importa. Importa decir que el nazismo bulle y que desde los más simples actos, asoma y crece. Sólo hay que miralo defrente y buscar cómo quitarle el disfraz , siempre, en todo nivel y sin concesiones.

Y si alguien me dijera que la vida es bella, si alguien me hablara de rosas, o de la vida en rosa, le diría que lea sobre lo que pasa en Irak, en Palestina, o en los botaderos de Madre de Dios donde hay niños esclavos y donde la vida es desolación y sobrevivencia. Así que a las rosas las dejo para los jardines y la metáfora, allí donde brillen, sólo allí.



Ilustración: 'Terrorgraph' del dibujante peruano Álvaro Portales.

Jardín nocturno

Quería escribir sobre los habitués en las inauguraciones de pinturas, presentaciones de libros, reuniones literarias. En medio de las disonancias electorales y las personales, quería reírme un poco.

Y nada.

Veo ese jardín nocturno con un árbol al medio y pienso que sería sublime si llegases y entraras conmigo a esta pintura de Maggie Taylor y olieras conmigo el aroma del mar que estaría cerca. Luego caminaríamos por la ciudad, y tú dirías algo que rompería la noche, la soledad y todo ese afilado odio que sale de las calles atosigadas de gentes heridas por historias de muerte, historias que se pierden en la madrugada y el spleen.


Ilustración: 'Night garden' de Maggie Taylor.

20.3.06

Pensando en la belleza y en Hamlet

"La boca de Rosita parece un corazón. En cambio tu boca parece no tener forma". Recuerdo que esas palabras me dijo mi padre que no era mi padre. Estábamos en la mesa, almorzando y mi padre que sí era mi padre miró con ira a su hijo. Mi padre que sí era mi padre me amaba.

Quizás con aquel suceso se inició lo que sería saber que una de las crueldades de esta sociedad es desechar a la gente porque no tiene la máscara bella según el canon imperante. Mi presunto padre biológico fue el primero en hacerme pensar eso. Y luego en el colegio, las conversaciones de las chicas, y la televisión, siempre la televisión con la publicidad donde las mujeres y los hombres son como maniquies sonriendo permanentemente.
Una boca en forma de corazón o no, no importa. Aunque sea en forma de gota o flor estirada, no importa.

"El rostro es la máscara".
Susan Sontag.


Era una chiquita muy flaca y pensaba en que algo malo había en esa manera de pontificar las caras bonitas. En el colegio, veía cómo las chicas consideradas 'feas' caminaban en grupos marginales. Yo era a mi vez marginal, ecléctica , solitaria.

Pasó el tiempo y todo se transfiguró cuando terminé la secundaria. Choqué alegremente con todo lo vivido. Sí, el choque en vez de ser dramático, fue lúdico. Me interné en los vericuetos de la rebeldía sin culpa ni remordimientos. Por eso creo que renegar de ese espíritu beligerante y sonriente no me es posible. Lo que sí hago, es darle otras visiones, búsquedas, rutas.

Comprendí que para sentise mujer no había que morirse por ser bella para el varón, o existir primordialmente en función de gustar a los hombres. Gustarles como objetos de deseo fundamentalmente. Comprendí que focalizarse en ese camino es hundirse en la actitud obtusa. Como si vidrios se rompieran estrepitosamente, así sentí al sonido de mi sucio corazón. Plaf, óptimo tiempo.

***

Jorge me contaba la película 'Dogville' de Lars Von Trier y recordé a 'Viridiana' de Buñuel por lo de la bondad, la maldad, lo maniqueo, y lo burdo que hay en los discursos moralistas.

Y cuando leí este post escrito por Kike, me clarifiqué aún más. Y porque asocio una cuestión con otra, por asociación cinematográfica o de otra índole, llegué a Hamlet.

Hace un mes y medio, más o menos, compré en el bazar suelo 'Agora' en el centro de Lima, una edición de 'Hamlet' . Porque entre los libros que vendí -como conté akguna vez- por premuras económicas, estaba la obra completa de Shakespeare en una ediición Aguilar, empastada con hojas de tipo biblia. Y allí se había ido un libro importante, atizador de dudas y exploraciones con ese texto que memorizé mientras Alvar dormía en su cuna y que me acompañó largo tiempo:


" Ser o no ser: he aquí la grande duda.

¿Cuál es más noble? ¿Presentar el pecho
de la airada fortuna a las saetas,
o tomar armas contra un mar de azares
y acabar de una vez?... Morir... Dormirse...
Nada más, y escapar en sólo un sueño
a este dolor del alma, al choque eterno
que es la herencia del alma en esta vida.
¿Hay más que apetecer?... Morir... Dormirse...
¡Dormir?!... Tal vez soñar... Ahí está el daño.
porque ¿quién sabe los horribles sueños
que pueden azorar en el sepulcro
al infeliz que se abrió camino
de entre el tumulto y confusión del mundo?
A este recelo sólo, a este ¿quién sabe?,
debe su larga vida la desgracia;
si no, ¿quién tolerara los reveses
y las burlas del tiempo? ¿La injusticia
del opresor y el ceño del soberbio?
¿Las ansias de un amor menospreciado?
¿La dilación de la justicia?... ¿El tono
e insolente desdén de los validos?
¿Los desaires que el mérito paciente
tiene que devorar... cuando una daga,
siempre a su alcance, libertarle puede
y sacarlo del afán?... ¿Quién sufriría
sobre su cuello el peso que le agobia,
gimiendo y jadeando hora tras hora,
sin ver el fin, a no ser que el recelo
de hallar que no concluye en el sepulcro
la penosa jornada... que aún se extiende
a límites incógnitos, de donde
nadie volvió jamás... confunde al alma
y hace que sufra conocidos males
por no arrojarse a los que no conoce?
Esa voz interior, esa conciencia,
nos hace ser cobardes: ella roba
a la resolución el sonrosado
color nativo, haciéndola que cobre
la enferma palidez del miramiento;
y las empresas de más gloria y lustre,
al encontrarla, tuercen la corriente
y se evaporan en proyectos vanos".

Del ACTO III, escena I (fragmento)de 'Hamlet'.

Luego llegaría Cioran para azuzar los pensamientos más sombríos. Entretanto este texto se instaló con sus significantes en mi construcción personal.
Y en este otro texto, nótese esa pulsión contradictoria del deseo que a Hamlet le hacía tratar hoscamente a Ofelia, quien lo amaba .

"Pues ¡Ved ahora qué indigna criatura hacéis de mí! Queréis tañerme; tratáis de aparentar que conocéis mis registros; intentáis arrancarme lo más íntimo de mis secretos, pretendéis sondearme, haciendo que emita desde la nota más grave hasta la más aguda de mi diapasón; y habiendo tanta abundancia de música y tan excelente voz en este pequeño órgano, vos, sin embargo, no podéis hacerle hablar. ¡Vive Dios! ¿Pensáis que soy más fácil de tocar que un caramillo? Tomadme por el instrumento que mejor os plazca, y por mucho que me trasteéis, os aseguro que no conseguiréis sacar de mí sonido alguno."

Hamlet, acto III,. escena 2.

Hamlet amaba a Ofelia, mas su amor en medio de su gran angustia, era un amor confuso que sólo cuando ella muere, se devela y mortifica.

Hamlet rechaza la belleza como complacencia en sí y experimenta en su desazón que no hay sentido para vivir en medio de la corrupción y deslealtad. Ni su madre ha sido leal con su padre ni él mismo logra ser leal con su padre asesinado, porque se azota metafóricamente en su dolor y descreimiento extremo.

Y es cuando al percibir a ese Hamlet tan desesperado, al mismo tiempo se percibe su grandeza porque todo lo hermoso del ser humano está en su contradicción y en su angustia, como en su alegría y sensualidad. Es que si fuera posible querría hallar algo de esa grandiosidad en mi existencia, sin la sombra de lo efímero. Y he allí la contradicción: lo sublime dura esa eternidad, que es la finitud de un tiempo que nadie marca ni domina.

Por el mundo anda Hamlet en cada ser desesperado que intenta liberarse del horror y la infelicidad acuciantes. Mujer Hamlet, hombre Hamlet, persistiendo en un heroísmo cotidiano, tal vez innombrable, tal vez anónimo.

Hamlet existe. Y que nadie lo niegue.


Ilustración: Hooper.

19.3.06

Verdades ladeadas

A veces exploro las verdades interiores y dejo a mi sucio corazón, exhausto. Por eso al hacerlo, intento desdoblarme para no caer derribada y por lo general me levanto rápidamente.

Ahora en vista que las verdades cada vez se ponen más difíciles, opto por ladearlas. Inclinadas como torres que se caen al mar. Casi al borde de ahogarse, tan extrañas y claras a la vez.

Lo que digo es algo tan personal que ninguna actualización será hecha y tal vez nadie venga a este post, tal vez nadie le de importancia, mas que yo, en esta noche de verano. Bah, todo arde y se quema.


Escena nocturna en casa:

La televisión está encendida.

La pantera rosa mira el reloj. Mi niño mira a la pantera rosa. En el episodio un ratón se acerca con un martilllo y captura a la pantera rosa. El ratón se ve horrible. La pantera rosa siempre luce fresca.

A veces quisiera ser la pantera rosa.

A veces quisiera ser un dibujo animado para no pensar.

P ara no pensar.

Para no pensar en ti.


Foto: 'Le ciel azul en Bourdeaux' de Cazurro.

18.3.06

Extrañar

Extraño aquellos rieles que vi en mi infancia.
Corría y daba vueltas alrededor de los trenes en la Estación de Desamparados en Lima, cuando era una chiquilla flaca con helado en la mano. Mi padre me miraba distraídamente. Mi padre sonreía y el mundo era bello.

Cuando hablamos de las guerras, supe que el mundo era algo horrible. Que había gente malvada y que todas mis ilusiones sólo eran un manojo de flores imaginarias.

En el colegio las monjas me enseñaron a ver el mundo más feo, más hostil, más cerrado.

Y ya no veía rieles, ni a mi padre. Ya no iba a la Estación del tren.
Extraño aquellos rieles, extraño a mi padre.

La primera vez que supe que el cuerpo era fuente de placer fue cuando Sor Teresa dijo que el cuerpo era fuente de pecado. Dio un sermón antes de que las internas nos ducháramos y en su incendiario discurso, su cara era una masa con ojos, ojos iracundos, ojos de mujer casta por decreto.

En la ducha, en esos breves minutos a solas, supe que mis nacientes senos eran lo más hermoso de mi cuerpo y claro, entendí que Sor Teresa estaba loca. Y que su locura era de las que hacen a los seres, unos pobres diablos.

- "¡Cuídense niñas de lo que sus cuerpos les diga!"

Patty estaba en Argentina, y Mariela estaba en otro grupo. Me reí sola entre dientes mientras mi compañera de fila me miraba de reojo desaprobándome. En plena era tenológica, aquel discurso era escuchado . Lo ideal hubiera sido que nos abalanzáramos sobre Sor Teresa y le hubiéramos sacado el hábito, haciéndola saltar por los aires para que se fuera volando por la ventana como en una película de Fellini.

Extraño esas risas cocodrilescas de las monjas, que como personajes de Goya se mordían las manos en sus noches solitarias. Alguna vez vi a una monja ancianita mordiendo su puño en la noche, acostada en su fiebre y su extrañeza.

Extraño imágenes que vi en películas y escenas reales. Algunas se repiten inesperadamente.
Y atino a guardarlas cuidadosamente en mí.
Entretanto sueño con el hielo y con los contrastes del rojo cayendo sobre el negro, en una enigmática imagen.

Extraño a alguien. El timbre de su voz y lo demás. Lo demás que es importante. Sublime como una noche de lluvia torrencial.
Extraño caminar en medio de la nieve, en una tarde oscura y hermosa.

Extraño a la Filmoteca del Museo de Arte, abierta, con funciones de cine en las tardes y en las noches.

Extraño el sonido de las hojas crujiendo en los árboles en el otoño europeo.

Extraño las risas con Juanita en esas tardes lejanas de conversaciones en el Café 'Dominó' cuando estaba en el pasaje aquel, en pleno Jirón de la Unión.

Extraño la primera vez que di leche de mi seno a mi niño.

Extraño todo lo que ya no volverá y me hizo feliz. Pespunteado de recuerdos. Plaf, y no sé .

Te extraño, te extraño y por eso escribo, para no extrañarte. Me miro al espejo y me asusta un poco la mirada que tengo. Y por eso también escribo.


Fotos: Arriba, 'Sobre rieles' de Cazurro, 'Vuelta a la razón' de Man Ray y abajo 'Silencio de invierno' de Yoshimitzu Nagasaka.