31.1.06

Carta a Marcus


Este fondo de cielo donde vuelas, tendría que ser negro. Todo lo que tocas sería negro y negro el amor. Te fuiste ángel loco de las alas anaranjadas y me dejaste rumiando palabras inconexas, sujetando monoculares y objetos extraños que coloco cerca del rompenube para ti, para él, y es que somos enigmáticos, angel de mi extravío.
Lo descubro, lo descubres: somos extranjeros en el territorio de la dulzura. Estamos fuera.
Se supone que debías cuidarme y darme un poco de sensatez: hacerme diminuta para ir en tu espalda por el cielo negro y escapar de esa voz que cada noche se agazapa en su espacio, allá donde llegan otras voces leves, con sed, con muerte y libros que el tiempo cuida y el amor, el negro amor tan distinto al que veo por las calles. Colapso de amores blancos . Y sorna, verde como baba de un dragón de cuentos.
Ah, Marcus, Marcus, regresa, y no te lamentes nunca ante mí. Te inventé una noche fría. Cogí la escalera, subí sus escalones frágiles y extendí mis brazos. Cerré los ojos con fuerza y expulsé todo indicio de viento sucio. Te convoqué Marcus y sin asombro vi cómo aparecía tu regia cabeza, allí donde laten los pensamientos, y tu cuerpo, tus alas, y en tus ojos esa locura de los que jamás mueren.
Nadie lo entiende. No sé si él lo comprenderá, si me escuchará después de todo el fuego y la sombra. Del cuerpo en su noche y en su día, reclinado, de mí que soy tú, de ti que soy yo.
Todo muere o se transforma. Algunas materias se transforman en algo distinto, otras mueren y renacen y se dice que se transformaron. Tú, Marcus, sabes que esa es la gran mentira, mas qué
valor tendría persuadir al mundo, de la metafísica de los sentimientos. Que explote la carne y el alma se desvanezca entre átomos y galaxias. Y no te vayas al lugar de las sombras y de la nada, no te vayas. Quédate en este cielo negro, negro como el amor, como el tiempo.
Ilustración: 'Anjo con Escadas', de Suzart.
***
Una hora después:
Las cartas se llevan lo que fuimos y lo quema o lo expande.
No sé si ese tono en el que le escribí a Marcus, mi loco ángel, se ha desvanecido ahora que me he sentado otra vez frente a la compu. Sólo sé que las noticias y las risas de los chicos me abruman un poco, sólo un poco.
Al está restableciéndose de la infección que le causó el agua de esa piscina. Su hermanita, la bebita que ha nacido hace unos días duerme tranquila al lado de su madre. Es linda.
Los bebés tienen la memoria como una gran pizarrón en blanco. Sentimientos básicos, llanto y apetito. Mirada chiquita y agua en los ojos.
***
He recordado a Patty, mi amiga del cole. Después a Juanita, a Silvia, la de la gracia y los cigarros, Rossie en Moscú y Kika en México. Ángeles teje su tiempo y la que tiene el nombre más interesante vive en Buenos Aires. La amistad entre mujeres es tiempo rojo y azul. Se enciende lo que estaba apagado y se urden travesuras de hadas modernas. ¿O tú qué dirías Sonela?
Deberíamos viajar cuando nos dé la gana y vernos.
Por eso te fastidio Marcus, ven, tócame esa canción y bebe conmigo agua transparente, sólo agua, ahora sólo quiero agua, misterio de agua y nada más.
Y me voy a escuchar a Joy Division. Prendo el equipo de sonido y click, me voy.

30.1.06

Evocación de los túneles (A propósito de los subterráneos mentales)

Cada túnel tiene su historia, pensé. Hay túneles de viento cosntruidos como puentes y otros propios de la naturaleza como el gran túnel que es el Tornado, destructivo, abarcador, totalizador por donde pase. Hay túneles en el tiempo como los agujeros negros conteniendo los extremos del universo en el big bang y hay túneles mentales.

Siempre me han atraído los subterráneos. Por ejemplo los rusos, tan bellos, por donde me paseaba en las tardes algunas veces, solitariamente. En las estaciones de los metros, la soledad se trastoca si se asume que los metros son en sí pura soledad extremada donde transita tanta gente que en los viajes, guarda silencio, como si los trayectos en metro convocaran a cada pasajero a concentrase en sus pensamientos o en una lectura, un sueño.
Pensando en los túneles, vi mi tiempo pasado como el túnel de 'Los sueños' de Kurosawa. Espectral.

De espectral, pronto pasaba a otra fase y era matizado por una construcción de pensamientos distinta, parecida a una cosntrucción de Gaudí.

Un túnel alucinante.


LLegaba un momento donde el túnel mental debía tener resquicios por donde pasar la luz, para que los pensamientos no estuvieran tan herméticamente cerrados a ciertas claridades ya que en sí, la oscuridad alberga una luz.

Mas pensaba si la vida podría ser permanentemente un túnel y buscando imágenes en Google, encontré estos dos túneles que me gustaron y les vi similitudes en el terreno de las analogías con los túneles que he atravesado y atravieso mentalmente.


Si acaso la vida fuera pasar de túnel a otro túnel, sólo hacia el final, vería algo de luz, al cerrar los ojos para siempre. Esa fatalista posibilidad no me parece absoluta.
También hay puentes. Y todo se construye. Los puentes, los túneles Se construye, se destruye, se construye.
Me gustan los subterráneos, mas no podría existir permanentemente en uno, aunque fuera hermoso.

Subterráneo mental, de tu espacio voy por escalones extraños, como si cada escalón fuera un bloque de sucesos alternados o dislocados,


voy a otro túnel .

Paréntesis.

Ejercicio de la imaginación:
Atravieso este puente, en ese tren que conduce hacia las nubes
paso aquel puente y otros antes de llegar al túnel fronterizo.

Y sé que no es una experiencia exclusiva la que lleva al túnel fronterizo. Donde para pasar a otro túnel debo palpar el lugar y ver si algunas rocaspensamientos y/o rocasactitudes atascan mi paso al túnel siguiente.
Creo que les pasa a todos de una u otra forma, y le llaman neurosis a las rocaspensamientos que con una excavadora mental pueden ser removidos sin afectar el tránsito al otro ´túnel.
Tiene su gracia si en vez de movilizar la excavadora, movilizo un tractor. Eso sería una grave confusión que ningún ingeniero recomendaría, mas en el territorio mental podría suceder. Algo mortal, porque me pondría a recoger con el tractor las rocaspensamientos en vez de sacarlas del fondo mental para triturarlas . Si el tractor viene, se las llevaría a un depósito o a una esquina, donde en algún momento obstaculizarían la ruta y eso podría ser grave.


Un atacascamiento general. Un colapso mental.
Desequilibrio y clac, la fractura mental.


Pienso en esas rocaspensamientos y en esas rocasactitudes.

La vida túnel.

El túnel mental.

Y me digo, prefiero que mi vida sea como una película. Una película de la que soy su directora y en el montaje me encuentro con otros directores, otra gente con la que puedo conversar sobre cómo hacer nuestras películas, intercambiando opiniones, criticándonos, sí, para que los resultados sean los más aproximados a lo que buscábamos. Como en el mundo de los blogs: el acercamiento es por afinidades y allí está lo armónico, aunque algunas veces discrepemos, evitaremos agredirnos porque no somos enemigos.


Este es un puerto:

Cuando llegué aquí, preferí ponerle un nombre que evocara o sugiriera una estación marina, un lugar donde se pudiera descansar y pasarlo gratamente. Un lugar donde llegaran seres con diferentes formas de ver y entender la vida, mas sabía que los que volverían una y otra vez serían aquellos con los que hay afinidades en general. Porque vemos la existencia como una travesía, un viaje en el que se atraviesan túneles, jardines, pantanos, canciones, niebla, dolor/rocas traaaam en el camino, que a veces no se pueden sacar sin ayuda. Y llegando a este punto, reconozco que solitariamente es imposible siempre estar, y que tal vez para excavar las rocaspensamientos se necesita salir, ver gente amiga, recibir oxígeno/conversaciones/afectos.

Sin embargo, focalizar los afectos, es dañino. Por ejemplo, la maternidad volcada sobre el hijo como un manto pesado, que abruma, y que al ser sacudido, lleva al hijo a escapar a dónde sea. La maternidad como paliativo de la soledad: mortal para madre e hijo.


Entre el amorprotector y el amortotalizador hay una brecha.
Brechas afectivas. Brechas generacionales.
Brechas conceptuales.
Rocasactitudes.


Rocasactitudes en la blogósfera. De los lectores:
ver a los blogs como lugares que deben responder a sus espectativas de manera absoluta.
En el caso de los blogs personales, como es el caso de puerto asterix, llegan las rocasactitudes como quejas y reclamos.
Quejas por el contenido y tono de los posts.


Y yo tengo estas alternativas:


- Ceder ante esas quejas que argumentan que mis vivencias personales les cansan. Escribir sobre cine, libros, playas, noticias, etc.
(Y de una u otra forma lo hago, escribo sobre cine, libros, playas, noticias, etc. Porque aquí desarrollo una bitácora personal)


- No levantar nunca la voz, porque eso me convierte en una persona ruidosa y eso molesta. A veces he gritado, he llegado alguna vez a decir que sería mejor escribir con jeroglificos. Fue un arrebato. He sido lo que soy, alguien que a veces ha gritado y sé que eso no es agradable. Y es que mi objetivo fundamental es algo distinto a 'ser agradable' contra viento y marea. Callar lo que creo, por prudencia. Ocultar mis ideas. Hablar siempre dulce y reflexivamente o ser cruel, si acaso hay que serlo en un mundo cruel en esencia.

Es imposible que lo que yo diga o no diga importe e influya de manera decisiva sobre alguien. Mi voz será escuchada y podrá conmover, trazar direcciones, mas no decidirá lo que va a cambiar algún destino, alguna vida. Mi voz es particular, como la de cualquiera de ustedes, nutrida en vivencias y pensamientos.

Es una voz más en la blogósfera.

Y si quiero ser ligera y divertirme escribiendo, lo soy cuando quiero y esa es mi libertad al escribir, al ser una individualidad en este cybermundo. Si alguna vez alguien o algunas personas se sintieron afectadas por algo que escribí, les digo que es ajeno a mi manera de ser, ofender o atacar a alguien personalmente. Si debato, debato ideas y en esa tónica es donde navego con naturalidad. Es sencillo: no me gusta hacer lo que no quiero que me hagan.


- No emplear palabras 'complicadas' porque hace la lectura 'difícil'.

Usaré palabras más difíciles cada vez.

En realidad, escribiré como me sienta cómoda, percibiendo que mi lenguaje fluye cómo lo deseo.

.
- "No hablar de mis hombres".
Ay, qué triste. No, por favor, qué haría sin mis queridos recuerdos. Desfallecería. Oh, este punto es tan torturante para mí.


Y el siguiente, sí que es el mejor chiste:
- "No envenenar a la juventud".
Bien, eso implica que yo tengo la potestad de influir sobre la juventud. Creo que afirmar eso, corresponde a una enorme rocaactitud, a una rocaactituddelirante.
Me es imposible admitir que esta rocaactitud sea una de varias similares. Imposible.
Es una pérdida de tiempo que diga por qué creo no envenenar a la juventud. Ni que fuera yo una vendedora oculta de películas porno, que en vez de envenenar, neutralizan el placer erótico o es esa una forma de envenenar, claro. O qué sé yo, algo así como el intento de demostrar que no, que no enveneno a nadie y es que que ni siquiera pienso en venenos, ni nada por el estilo.


Me queda decir que ya no contestaré este tipo de solicitudes ni quejas en las que se me ataca como si yo fuera una autoridad en alguna materia, llámese blogueadora u otra.
O como si yo fuera alguien que definirá algún camino, alguna luz.


He sido ilusa en el sentido original de la palabra, es verdad. Las amistades o los afectos se forjan mediante vasos comunicantes, siempre y cuando ambas partes se sientan a gusto en esa relación amical. Y sé que eso es posible, como también no imprescindible para muchos. Al fin y al cabo el blog no es para que encuentres dónde querer y ser querido/a. Los afectos vía-blogs existen, lo sé, mas no son necesariamente el distintivo del quehacer blogueador.

No soy una autoridad en nada ni quiero serlo. Soy alguien simple y compleja como tanta gente y sé que en lo que he sido y soy radica mi individualidad. Mientras que existamos, podemos ser quienes querramos ser, aunque nos tiren piedras y no gustemos, inclusive a quienes nos gustan.
Además disiento del concepto de autoridad institucionalizada, así que prefiero desentenderme de todo lo que sea o se acerque a ello.

Prefiero descender otros escalones e ir al mar y ver el final de una ola.

Estoy en un puerto. Puedo ver el mar, eh. En el mar de las palabras estoy y más allá veo olas, o a veces me dejo llevar por una. ¿A ustedes les gusta tocar las olas?. Se siente algo intenso, delicioso. Basta haberlas sentido alguna vez, para volver a esa sensación con un ejercicio imaginativo concentrado. Y es grato.

Fumar un cigarrillo (me provoca, apenas si fumo alguno, a veces) contemplando la desaparición de la ola, adentrándome en la niebla de los pensamientos, a dónde dejaré entrar esos orificios por los que como vouyeur veo escenas que creí perdidas, ahora que sé a dónde ir.

Fotos: tomadas de Google.

La foto del tren que lleva a las nubes, es de un puente que está en Argentina. Algún blogueador o blogueadora sabe seguramente, en qué ciudad está. Es bellísimo.

La foto de la ola se llama 'Final de la ola' y es de Josefina Fernández. Dato de Google.

29.1.06

Vieja casa con chimenea anaranjada


En la vieja casa jugábamos sin más juguetes que los que creábamos con floreros de murano, rosas de papel, origamis plateados, cintas de rafia roja y rompenubes improvisadas con faros de autos y astas de banderas.
Tú creciste y te fuiste al país de la nieve y yo jamás supe de ti. Aún voy a la casa vieja para ver a los gatos que se ocultan allí, mientras el mundo se torna más feo afuera y entre los sillones desvencijados y la lámpara que se parece a un reloj de arena, huelo tu transpiración infantil y aún escucho tu voz diciendo adivinanzas y bromas entre canciones de Adamo y The Clash.
Cuando anochece, recuerdo que mi niño me espera y dejo la casa
vieja, y de su anaranjada chimenea, veo que salen vapores dorados y a lo lejos resuena tu risa como antes, cuando eras el mago de oz entre cuevas rojas y lagos verdesverdes como hierba fresca.
Y nada es verdad.
Hoy supe que eres un hombre ridículamente poderoso. Ojalá me mintieran, mas sé que es verdad. Y no me atrevo a volver a la casa vieja, ni a escuchar aquella canción, ni quiero recordar aquellas adivinanzas flotando en los espacios de la casa.
Tal vez rompa tu fotografía y tu sombrero de copa. O quizás permanezcan en mi habitación, recordándome que aquel niño que fuiste, existió. Mi primer amigo, el pequeño ángel de mi infancia.
Ilustración: Marc Chagall.

28.1.06

Y vi al rocker en Punk Rock City.

"...maldigo el tiempo aquel que aún yo no te
conocía.."
Adamo.
El rocker estaba sentado en el borde del acantilado, solitario en el fondo azul. Pensaba una canción y sonreía.
El rocker estaba lejos de esos tiempos de maldad extrema e indiferencia cool . Oh, los chicos y chicas endurecidos en jeans rotos en las fábricas .
¿Dime Josep Beuys, maldecirías como Adamo el tiempo aquel de las muchachas soñadas lejos de ti?
No sé qué será de tu vida, rocker solitario, el último de los románticos. Hoy cantan baladas los
chicos rubios y la vida es un montaje kitsch y
ni siquiera con rojos tan fuertes como los que se ven en los films de Almódovar. Es el kitsch más terrible.
Y prefiero ir a Punk Rock City.
Punk Rock City
Atraviesas el mar a unas millas de tu casa y al fondo en collage, brilla Punk Rock City. Simplemente brilla.
Allá no hay poderosos ni policías. Los ratones se ocultan tanto que cualquiera diría que no existen. Ah, allá no hay zoológicos, sólo hay música y jardines. Y los ancianos se suicidan cuando ya están decrépitos y en paz se van.
Los chicos y chicas se enamoran sin estridencias y con estridencias en Punk Rock City. Son pomposos y no son pomposos. Y nadie los juzga. Nunca, en Punk Rock City.
Ilustración: 'Aguas', de Zulema Pergament.
En la radio del puerto está 'Punk Rock City'. En esa canción pensé antes de escribir este post
Me gusta la canción , y esa voz...

El muchacho que se convirtió en muñeco

"Ahora sé por qué los hombres lloran, pero es algo que no podré hacer jamás"
'Terminator'.
Érase un muchacho melancólico que solía volar en las mañanas otoñales. Cuando los hojas doradas caían de los árboles, él volaba y olvidaba sus pesares.
Un día, los hombres calamitas que vivían en una ciudad vecina a la del chico, casualmente descubrieron sus vuelos y ambicionaron arrebatarle su don. Se parapetaron en una torre de marfil situada entre los ríos y la ciudad del chico y allí lo esperaron con el arma que al dispararle lo lanzaría a la hierba de los caminos.
Las hadas de la nueva era adivinaron los propósitos de los calamitas y al alba de un sábado le revelaron lo que le esperaba si pasaba cerca de aquella hermosa torre de marfil El chico les preguntó si conocían cómo conjurar aquella maldad.
- Tendrás que ser un muñeco, todas tus facultades quedarán intactas, sólo tu apariencia será la de un muñeco conformado por materiales extraños. Podrás ser amado por quien atraviese con su mirada tus humanos cerebro y corazón.
El chico melancólico contempló largamente a las hadas y dijo:
- Bien, acepto tal conversión. porque en algún instante llegará alguien que vea más que elementos raros en mí nueva constitución. Y porque seguiré leyendo y elevándome por los aires, mientras escucho la música de Amadeus. Y porque seguiré comiendo helados y cantando en las mañanas nubladas, Y sobretodo porque conservaré las lágrimas y la risa.
Dicen que las gaviotas vieron al chico volando cerca de un transoceánico que atravesaba la ciudad, lejos de los calamitas y la Torre de Marfil. Dicen que más allá de los océanos, una muchacha risueña le esperaba mientras gotas de lluvia caían en su ventana. Y al esperarle, cantaba.
Nota.- La música que escuchaba el chico era la de Amadeus Mozart, en el siglo XXV.
Ilustración: Emilio Matesanz.
***
Este 27 de enero ha sido el 250 cumpleaños de Amadeus Mozart.

27.1.06

Suavemente, fuertemente (de los 80's a hoy)


Esta noche vimos a Sirio, la estrella más brillante.
En la azotea sin muros, Al y yo la contemplamos y ese fue el instante solar. Entonces, pensé otra vez en los esperimentos y estudios de Wilhelm Reich, en el impacto que en los años 70 causó el redescubrimiento de su influjo liberador.
Mirando la sonrisa de Al, pensé en los niños libres y en la rompenube, y de pronto vi un ojo enorme en el cielo. El ojo del tiempo. Y bajamos, preparé la cena, y aquel ojo seguía en mi mente, a distancia de Sirio y de las otra estrellas. Corté los tomates a la plumilla, y mientras sonaba el toc toc de cada corte, veía las calles de Lima, cuando los chicos y chicas iban a los conciertos y pogueaban. Y pensé en los kamizakes de las guerras, porque cambié de escena, como si nada, del pogueo a los chicos sujetando dinamita en sus pechos y en esas muchachas africanas escuálidas cargando a sus esquléticos bebés.

Ponía sal al guiso de pollo y la cara de Sartre asomaba, con esa expresión suya seria y luego venía Simone a decirle algo amable. Simone, majestuosa tomando café. Y el bólido tiempo llevándose la risa de las muchachas sin sostén que corrían por Woodstok, y después el nacimiento de otras risas en los ochentas, con Susan Sontag bellísima en su nota pensante. Un collage mental que fui armando y al que le di una pausa mientras ponía los cubiertos en la mesa. Al sonreía.

Del rocker Adamo, los rockers de los 80's, sin duda captaron su feeling, ese torrente de sentimientos que la voz ronca de Adamo discurre como nadie más lo ha hecho. El rock en castellano es maravilloso, si no cuentas a los grupitos de las cantaletas dulzonas, porsupuesto. El rock que habla de sentimientos en un arraque de desnudez feroz, ese es el rock esencial.

Suavemente, fuertemente. En los 80's aún habían ilusiones. Los imaginarios precedentes nutrieron a los chicos de los 80's y era natural que fueran soñadores. Mas ya se gestaba la onda escéptica aguda con los punk que habían salido a las calles de Londres, siendo testigos después de unos años del cruel trato al irlandés Bobby Sand, en una huelga de hambre solamente interrumpida con su muerte.

Lso chicos punk gritaban su furia y se hacían mechas paradas de colores, escribían y leían de una manera salvaje y demostraban su inconformismo con la agresividad de sus juventudes magulladas en la yema de sus deseos. En medio de una sociedad en proceso de una post-industrialización, la frivolidad institucionalizada era algo que no calaba hondo en los muchachos de las zonas populosas de Londres.
Y es que mientras ellos rumiaban sus desencantos, aquí la guerra se llevaba sangrientamente a jóvenes radicalizados en pos de del derrumbe de una sociedad podrida en su bases más profundas.

Las guerras nunca dejan espacio para ser individuos: arrancan al involucrado de la posibilidad de ser individualidad disidente, hereje, contracultural de manera distinta a lo que alternativas totalitarias plantean y que es invariablemente la uniformidad de ideas.

Los 90's asimilan el desencanto de las juventudes mundiales, vía caída del Muro de Berlín, entendida como la caída de un símbolo de constreñimiento territorial/mental/cultural.
La sensibilidad de los 90's arroja jóvenes más escépticos que nihilistas, menos rabiosos que nunca, más distantes de la política como si ésta fuera absoluta pèrdida de tiempo.

Y sin embargo los jóvenes de los 90's quieren sentirse liberados de agobios y de imposiciones: la juventud anhela ser dorada. Sea la pauperizada que vive en asentamientos humanos, entre chozas y polvo, o en la estrechez de la decaída clase media, hay un ansia de romper diques de contención a la mediocridad que se siente jodedoramente intensa. Es una especie de intuición que al no ser analizada por los jòvenes que no cuentan con las herramientas para ello: llámense foros distritales constantes de educación sexual, talleres culturales, talleres de arte, deporte, etc., concentra a la juventud en bailongas como el reaggeton y el fútbol, por ejemplo y a las drogas duras. En el caso del fútbol, me refiero a las pandillas que encuentran en las barras de los clubes, una manera de sentirse en comunidad y a la vez abrazan la fascinación de la marginalidad en una sociedad que con su orden y decadencia los empuja a la nada.

Tampoco creo que los talleres de arte y otros, de por sí aglutinarían a las juventudes a un entorno diferente. Sería algo significativo, mas de donde se partiría para eliminar las mentes borregiles, sería de la educación de los niños en un contexto de vida TOTALMENTE DISTINTO al que vivimos: en una sociedad sin verticalidad en ninguno de sus estamentos, donde la confrontación fuera en el terreno de las ideas, en una lucha sin tregua para crear una nueva era, donde comulgarían diversas proyecciones liberadoras, tan sosprendentes como jamás se hayan visto antes.

Hablar de cómo sería ese contexto existencial, social y económico, llevaría más tiempo del que ahora tengo. Sin embargo queda pendiente y nunca lo olvidaría.
Giro.

El ojo que piensa es aquel que ha asomado y me llama.
Ilustración: 'El ojo que piensa' de Arnaldo Coen.

25.1.06

Orgonomía de ti

Antes de leer puedes elegir, entre estas 2 opciones:
ir a la radio del puerto y ubicar 'Stand by me' y luego leer con la música sonando o hacer el click a la canción , después de la lectura.
A mí me gusta leer 'Orgonomía de ti', con la canción sonando. Escribí todo el tiempo con esta canción.
***
Orgonomía de ti
Wilhelm te gustaría mucho 'Stand by me', que ahora resuena en la noche estival
porque amabas las canciones luminosas y a los niños libres
aunque en tu biografía no lo cuentan, sé que en las tardes marinas veías más allá del océano y sus olas
agitabas tu cerebro y apuntabas destellos de tu orgonomía
y en las noches copulabas dulce y salvajemente con una mujer a tu medida
mientras tu rompenube descansaba en tu laboratorio y en las oficinas de los nazis tramaban tu captura
escribías incendiarios estudios donde la felicidad era cuestión de niños libres y de la destrucción de la vieja sociedad
orgonomía orgonomía de ti y ningún hippie soñado ni chiquillos vestidos de negro en tu escena mental
sólo niños libres corriendo por las praderas y los subterráneos, subiendo torres, volando sobre
París, Viena , Berlín y cualquier ciudad donde no hubiera escuelas ni tiranos
Ah, Wilhelm, querido Wilhelm, viviendo tu últimos días sin tu rompenube ni tus gloriosas cópulas
te veo sonriente entre los niños, escuchando 'Stand by me', orgonomía orgonomía de ti.
Sobre Wilhelm Reich, aquí, con link a video y textos.
Ilustración tomada de Google.

Lluvia, mecedoras y rompenube

Es increíble cómo al cambiar la ubicación de las cosas, un lugar puede transformarse en una zona experimental. O cuando se despeja el lugar y se pone en él una mini-instalación, como la que esta noche coloqué en la azotea.
Te gustaría esta azotea _emidark_. Ahora hay dos mecedoras cuya rafia cae deshilachada dejando ver sus alambrados. Y esa nubes nocturnas, dejando que la lluvia en goterones mojara mi cara me acompañaron.
El rompenube es un auto de juguete puesto sobre un viejo estante de fórmica que al verlo causa el efecto de un pequeño objeto científico. Es el rompenube rojo, que se proyecta al cielo y en un veloz despliegue succiona alguna hermosa nube y la guarda delicadamente en su receptáculo transparente.
La azotea es ahora un espacio liberado. Si no tiene muros, tiene mecedoras y al objeto rompenube. Más tarde me sentaré en una de esas mecedoras y veré cómo anochece mientras el objeto rompenube apunta al cielo su disparador y tú mi querida amiga sonríes allá en tu ciudad.

Nubes nocturnas
Una sobre otra, cubriendo la luna en amarillo y negro.
Y el cielo , el vasto cielo, esperando .
Para ti Kika.
Fotos tomadas de Google. Se ve una mecedora, muy diferente a las artesanales que están en la azotea.
Mecerse en la azotea mirando las nubes ...

24.1.06

Tu felicidad, mi felicidad

Felicidad. Si lees un libro y te encuentras en un punto en el que quisieras abrazar a los protagonistas, o a un personaje, sientes algo como la felicidad. Eso me sucedió con Arturo Belano y Césarea Tinajero en 'Los detectives salvajes'.

Leo lentamente.
No quise que terminara la lectura de esa novela cuya carátula no tiene nada que ver con los personajes en lo esencial. Ellos andaban desarrapados y en la portada lucen como dandys, con corbatas y sombreros.
Siempre el choque con la realidad, sea ésta de novela, virtual o 'real'. Y todo se mezcla y plaf, a veces se torna viciado, como una vida fútil o vana.O como escenas rasgadas, sí, como eso.
Cuando era niña fui feliz jugando con muñecos, muñecas y objetos inventados. Una metafísica de la cotidianidad infantil. Ah, sí no es una presunción: era una metafísica y yo no lo sabía.
La transfiguración en la infancia era esa capa dorado/plateada que cubría los juegos y las noches antes de entrar al sueño. Y mi padre era el rey generoso protegiendo su reino.
El peligro estaba ausente.

Pinguinos en las rocas. Nazca en verano y yo creía que eran niños convertidos en esos dulces animales con aletas y paso gracioso. Niños, niños como yo, pensaba, niños como tú, indefensos y suaves.

Y después, todos los besos. Los cuerpos y los besos. Los viajes, los conciertos, las caminatas y la timidez encubierta.
El país estaba en guerra y algo parecido a la felicidad, era caminar por las calles de Lima, para ir a la Filmoteca del Museo de Arte a ver las películas de Buñuel. La risa de los amigos, y de pronto
el sonido de las explosiones.
La guerra.
Una noche tocaron mi puerta y entraron a empujones.

Y me llevaron en una camioneta con lunas polarizadas en una noche templada, numerando mis cosas, quitándome mis cartas...
La felicidad cerraba los ojos.

'Siniestro total' cantaba en mi mente, para conjurar esa capucha sobre la cabeza. Un turbante ridículo. Y la chica de grueso cuerpo, lanzando puntapies a diestra y siniestra. Moretones, y la felicidad se dormía, se burlaba de ellos, de mí y de los manifiestos.
Después una ficha penal limpia. Yo era 'inocente'.
Y la vida continuaba su sucesión de escenas entreveradas.
***

Heroína fue tu madre. Es. Llevándote la comida en una viandera portátil, caliente y sabrosa, con olor a mamá y a horno rústico. Tu madre, con sus ojitos bondadosos y su paso firme, en esos días en que se comían hasta tu alma, en ese trabajo.
Así es, vivimos entre forajidos.
***

Y dime sabes qué se siente cuando tu bebé sale de la incubadora y está fuera de peligro:
Puedes imaginarlo. La constelación se acomoda en un sillón largo donde se duerme sobresaltada, porque el hijo reclama su alimento. Mi bebé y el mundo, o el mundo y mi bebé.

Tu felicidad ¿dónde estaba?

***

Flashback

Nunca te compares a nadie. Y no es que aquella canción 'Desiderata' sea perfecta. Tan ideal y trascendente.

Aprendí en medio de la guerra interior a serenar el trashumante ímpetu.

Nunca me gustaron las amenazas ni las difamaciones. Y si alguien intenta indisponerme contra alguien, solamente le creeré si acaso sé que esa persona es capaz de hacer algo por mí, ya que sin duda, yo haría algo por él, a menos que me pidan que haga cosas que detesto. Si acaso conozco mucho a esa persona, porque la caída humanidad pudre las palabras y lo que alguien te dice puede ser una mentira.
Podridas palabras, y polvo de tiempo.

***

La felicidad se oculta en los detalles o vive en ellos.
Bailar. Seamos felices cuando bailemos. Si te contara hijo mío cuanto he pensado en lo que sucede aquí, entre la mesa, la compu y la blogósfera.
Afectos de carne y hueso y la huidiza felicidad.
Enamorarse de una cara bella: esa no es mi felicidad.

Entre tu opacidad y la mía, median kilómetros y silencio.
Es el electroshock de los sentimientos. Si caen al alcantarillado, respira hondo.

***

¿Qué es ser exitoso en este mundo?
Los afectos vía blogs se esfuman como nubecitas en el cielo de los imposibles. Muchos links no hacen la felicidad. Obvio. tan obvio.
El autoengaño es lo peor que uno puede inflingirse.
De pronto nadie te recuerda y tú te estás pintando la escena a colores, cuando en realidad es en gris gris y más claroscuros.
El prestigio debe pesar mucho. Todo es cansancio. De pronto sabes que al final quedaste reducido, reducida, a una línea en una columna o que te borraron sin decirte por qué. Y que debieras ser cínico para ir hacia el equipo de sonido y poner una canción alegre. Y que todo eso no importa. Que al fin y al cabo, hace tiempo sabes que la felicidad está en otra parte, o es eso lo que creo ahora, mientras voy por un cigarrillo .

Tu felicidad, mi felicidad congeladas. Quiero derretir esos terrones actos o imágenes cristalizadas y cromáticas. U oscuras, oscuras.

Tu felicidad, mi felicidad.
Todo se desvanece.

***

Te recuerdo:
tú dirías que es una floritura hablar de terrones actos. Luego te reirías y cantarías algo alegre como tú. Y te burlarías de Luis Miguel, mientras la neblina nos robaría la próxima canción.
Después dirías que la floritura no es tal y me darías un abrazo.
Y estás en algún punto lejano del planeta, despegando avisos publcitarios, con tu casaca negra y tu discman.
&&&&&&&&&&

Arrancabas los avisos publicitarios de las paredes mientras caminábamos por el centro de Lima, despotricando contra Fujimori y el paquetazo que me envió al hospital.

Cuídate de las torpezas". Oye, tenías razón. Yo juré que eso no sería crónico en mí, y dale Vir&, si escribes algo y dices que no eres ninguna pobre diabla, ten cuidado.
Ahora sólo me entenderé yo, y unos pocos. Son sólo unas líneas. Que el fastidio no cunda.
Si acaso no te fijaste que no podías mencionar algún adjetivo, es porque no eres maravillosa.
Tendrías que estar fijándote en todo lo que dices, e inclusive si dices maravillosa, tendrías que darte cuenta si alguien se sentirá aludida o aludido. No vaya a ser que alguien tenga ese nick y asuma que le estás agrediendo o en fin, hay tantos nicks, tanta historia.

Mas yo no soy importante. Sólo soy importante para mi niño y no es un lamento, decirlo. Esa es la verdad. yo no soy importante para el mundo. Me importo yo misma y en esa verdad, todo se decanta.

Clac, el mundo no se va a acabar por eso.
Ah, los insultos como garfios, no me gustan. No insultaría a alguien que no conozco.
Ni interferiría entre enamorados, yo que soy una señora, una flaquita señora que no es importante.
Ah, si me siento, como si estuviera escribiendo un pastiche de cortometraje.

Toma primera:
Yo, toda delgadez casi translúcida, siendo llevada a la presencia de un cyberjurado. Jaloneada por dos robustos blogueadores.

Toma segunda:
el jurado me sentencia y transcribe como prueba de mi criminal desvarío, mis comentarios en letras amarillas sobre papel azul y luego lo incendia. Me quedo con una nube de tóxico en mi cara como en los dibujos animados de antes, en que a Bugss Bunny le caía una bomba y se quedaba negro negro de humareda. Y no se me permite decir ni fu. Mas yo digo fu fu y zas, me llevan a rastras.

Toma tercera:
Clac, con un cyberdisparo, me transformo en una ruma de huesos. Sin aspavientos me guardan en una cajita anaranjada y allì queda sellada Vir&, toda desparramada.
Qué triste.
***
Volviendo a los insultos, digo que sí, que me daría el gusto de insultar a los congresistas.
UN GUSTAZO. Y a los dictadores, también, con insultos más gruesos, de acuerdo a sus investiduras. Sólo por catarsis. Los insultos nada cambian.

Catarsis, con algo parecido a la felicidad, dentro. Como cuando escribo un poema después de algún suceso grato.

***

Tu felicidad es otra.
Yo a veces soy feliz.

Y ahora ven mi niño, vamos a escuchar 'Letters home' de Dead blonde Girlfriend y a bailar.

Te ríes tanto. Y el instante es solar.

Tú eres mi felicidad.

Y ¿dónde está tu felicidad? A ti que te gusta ver cascadas de agua cristalina, ¿dónde?.

'Letters home' está en la radio del puerto. Si quieres escucharla, ubícala, haz click y listo.

Nota.- Disculparme por favor, cambié en la noche, la edición de la radio del puerto. La primera canción o la que quieran , podrían escuchar y bailar.


23.1.06

Esencial

Si esperas la noche para soñar, es posible que el sueño te arrebate lo que apuntas mentalmente. Esa difuminación de los sentimientos o lo abstracto de su esencial signo.
Elipsis anulada.
"Eso está demás", gritó Marcus y a pesar de todo lo dejé.
M. es mi angel de la guarda, es loco.
Elipsis anulada. Ve y canta el oximoron.
&&&&&&
Así que por favor lee estos pasos y síguelos, porque en este caso, el orden será benéfico. Cada secuencia que es algo diferente a hablar de un plano... oh, stop. Cada secuencia te llevará a las rutas de tu imaginación. O a los flashs en el espacio construido.
El espacio que tú construirás.
&&&&&&
Entrando a la imagen:
1.- Pensar en texturas gastadas: resquebrajamientos, maderas corroídas por la humedad, esponjas, olores a pintura fresca.
2.- Ir a Bar Quimera radio y con el pulsador, ubicar la última canción y hacer click.
Dejar que fluya la música, mientras estás aquí.
2.- Con las sensaciones fusionadas: texturas y música, prepararse a entrar a la foto.
3.- Entrar.
4.- Pausa en la respiración.
5.- Imaginar lo que te plazca.
A partir de la rusticidad y la habitación desolada o de la silla arrinconada , quién sabe por qué razones. Tú las inventarás.
Tal vez la silla desaparezca, o no. Puede ser la gran protagonista de lo que imagines. O una gastada silla donde alguien dejó un trozo de esponja mojada.
Afuera llueve, es lo que imagino.
Y tengo ganas de escribir un poema. Me voy.
Foto de Alain Bores para portada de libro sobre Josep Beuys.

22.1.06

El gato, su olor y yo.


Lo vi entre las flores y los cactus. Eludió las espinas y
vino hacia mí. Parado en la punta de mis pies, el gato blanquimarrón me dio un miau que sentí como un beso volado.
- Eres tan oportuno gatito. ¿Te has perdido?
- El elegante felino me miró y nuevamente lanzó un dulce miau.
El olor de mi colonia se mezcló con su olor gatuno, impregnado de alguien que le había abrazado, sin duda. Un aroma que identifiqué en la memoria:
Los cuerpos desnudos en una tarde de verano.
Miel, limones, agua y libros en esos días de estudio y baile.
Canciones de Nacha Pop y vino.
Ensaladas de pepinillos y pecanas. Y ese gato de la vecina asomando por la ventana y en la oscuridad como en la canción de Roberto Carlos, triste y azul.
El gato, los gatos y ese gato de hoy, perdido, lanzándome sus miaus y yo garabateando mi libreta de notas, mientras Al reía en el trencito circus.
El gato fue llevado por una señora asustada ante su posible huida.
Y yo en unos instantes le había rebautizado. En vez de llamarse 'pelusa', como escuché le llamaban, le puse 'Alfil'. Y vi cómo se iba, me pareció desolado, como si fuera la reencarnación de algún muchacho infeliz, algún hereje quemado en la hoguera, en el tiempo de los censores religiosos.
'Alfil' parecía llorar. Oír sus maullidos, me recordó otra vez el dolor, y después esa compacta tristeza como un tren que se va solitario en la Estación de Ploschad.
El aroma del gato flotaba en el aire.
Me senté en el piso, y escribí un poema breve, algo quemado ya por las imágenes que como el olor de 'Alfil' flotaban en el aire y parecían formar palabras, tristes palabras.
Ilustración tomada de Google.
Imagino a 'Alfil', allí entre otros felinos, sereno y libre

21.1.06

Si pudiera ser una vaga...


Si pudiera ser una vaga, lo que tendría sería una compu portátiL. Habría trabajado previamente para conseguirla y ella me acompañaria en mis vagancias.

Mis vagancias serían largas caminatas sin dirección fija, y luego sí hacia horizontes extraños, en pos de instantes solares. Me dedicaría a hacer caligramas , que es lo que ahora no puedo hacer porque el bólido tiempo sólo tiene 24 horas. Y lo que sí hago, es entrar y salir de casa, escribir entretiempos, o sea hacer lo que el poeta Cafavis, recomendaba no hacer: escribir apremiada por el tiempo, los ruidos, las obligaciones.

Si pudiera ser vaga, unos días caminaría y caminaría, me sentaría frente al mar durante horas, contemplando el movimiento de sus olas, el cambio de las mareas, el paso de los barcos, la dispersión de las nubes. Y al día siguiente, escribiría sin pausas, y me tendrían que decir que ya es hora de almorzar, porque seguramente me olvidaría del paso del bólido tiempo. Cinemática de una manera extrema, agitaría mi cerebro al ritmo de mis pensamientos.

En una sociedad donde la individualidad no se desvanece, 'en aras del bien de la sociedad' -preconizado para enarbolar entes pensantes en masa que piensan poco o casi nada en sí mismos por el agobiante trabajo diario- otros vagos como yo estarían en el centro del universo, en su periferia, en sus extremos, tranquilos, animosos, sin la mínima verguenza por escribir sobre lo que les pasa, por lo que sienten y no sienten. Porque todo sería diferente y las rotaciones del espíritu se movilizarían a la velocidad de un megarayo.

Nadie confundiría la exploración de sí mismo con la autocomplacencia emocional.
Generalidad: las mentes serían estelares.

1.- La sociedad del futuro - ¿siglo XXV?- tendría construcciones inspiradas en los falansterios. Los niños serían los más gozosos, sin duda, deslizándose por gigantescos toboganes.
O es que los hombres y mujeres serían como niños.

2.- En ese tipo de sociedad, los sufrimientos serían por los sentimientos contrariados, las competencias subliminales, los actos fallidos de la creaciónhumana, llámense artísticos, científicos, etc.

3.- Los seres humanos buscarían incesantemente la felicidad . La felicidad cual esfera celeste se ocultaría y asomaría como jugando, o como astro lejano, brillaría inalcanzable.

4.- La muerte llegaría suavemente.

5.- De pronto, la muerte, se erigiría veleidosamente, porque alguien rompería la armonía y comandaría a otros por el placer de dominar, ya que el egoísmo y la estupidez humana no desaparecerían absolutamente.

Las guerras volverían. Y quién sabe qué hecatombe podría suceder. Otra vez las lenguetas del poder arderían.

Sólo que ya no sería tan fácil apoderarse del planeta. Sería demasiado difícil: los seres humanos amarían la posibilidad de vagar.

Ah, si yo pudiera ser una vaga...


Ilustración: 'El arte de romper el hielo', de Muntza Vicente.
Y atendiendo la sugerencia de César, pongo el link a la entrevista que me hizo Blogsperú.
Grax a todos. Aunque al decir esto me siento extraña, porque puerto asterix es un blog personal . Lo que expreso aquí es rotundamente personal y sin embargo se está asumiendo como algo personal por parte de los lectores y es algo que me sorprende. Sí.
De todo aprendo, y sigo expresándome. Si pudiera, escribiría todo el día...

20.1.06

Y estuve en el cono del silencio

Hace unas horas caminábamos por el puente peatonal de la Avenida Javier Prado y unos chicos corrieron con una radio portátil sonando a todo volumen una canción de moda, y nuestros tímpanos casi se rompieron.
De pronto, recordé el cono del silencio.
Recordé al superagente 86 y al jefe, al zapatófono y a la agente 99, a los espías con caras una más graciosa que la otra y a esa música que acompañaba el estrepitoso cerrar de las rejas que Max, el superagente dejaba a su paso, a su expresión desconcertada. Y como Al dormía, lo que hice fue imaginarnos en ese cono del silencio, protegidos de los ruidos y las canciones grotescas. Translúcido cono con un poquito de aire acondicionado.
Visitantes gritones venían a zarandearme y yo encantada en el cono del silencio. Y Al soñando con su robótico y planetas por descubrir en el universo.
Y sucedió:
un policía me hacía señas desesperadas y me compadecí. Su cara no era la de un policía policía.
Acerté. Cuando salí del cono, me dijo que le ayudara, que ya no quería seguir siendo policía y al
rato, después de que le obsequié un subvertimageolo* bebé, el policía que era un hombre casi anciano, se convirtió en ángel. Verse en esa condición, no le sorprendió. Es que en el sueño nadie se sorprende, pensé. Y exclamó ¡gracias, gracias! mientras yo volvía al cono del silencio con la mirada del ángel agradecido en mis ojos.

Un remezón me despertó. Al siguió durmiendo sobre mi regazo. Miré por la ventanilla y vi una estrella. Me dije: ojalá fuera la estrella de aquel ángel, y ojalá existiera el cono del silencio. Los sueños con subvertimageolos y ángeles me reconfortan y llevan al lugar de las cosas fantásticas, donde estar dentro de un cono del silencio es lo más natural del mundo.

* Subvertimageolo: ser invisble con poderes intracosmonaúticos.

Foto: El cono del silencio, Max el superagente 86 y el Jefe.

19.1.06

Un simple salto

"Nunca digas cuáles son tus debilidades" decían las madrecitas. Mientras que los manuales de urbanidad ya en el recuerdo, invocaban a la mesura y a la delicadeza.
De aquellos consejos, me quedo con la delicadeza: para las deliciosas conversaciones y para el buen gusto, mas no absolutizada delicadeza, porque creo que hay que matizarla con acidez y alegría. Que salgan genuinamente, claro, como manantial de agua fresca o como digitalización transparente.
Así que encontrarme con intervenciones asistencialistas y/o intrigantes, me resulta una experiencia interesante. Precisamente porque no me interesa ninguna clase de poder, no tengo conveniencias, ni busco defender un prestigio o un lugar como torre donde agazaparme. Ajena soy a círculos oficiales de tal o cual grupo literario, así que me siento sin ataduras al respecto. Tampoco soy lìder de algún grupo ni nada por el estilo. Simplemente soy una blogueadora, a la que han entrevistado, es verdad, sí, recientemente en blogsperu, y creo que eso no me hace mejor ni peor en esta blogósfera.

En esa entrevista digo que me movilizo esencialmente con afectos. Y antes conté que no conocí a mi madre porque me abandonó. ¿Será eso chocante para algunos? En un país donde muchos niños no deseados nacen y donde el abandono y la fractura familiar aumentan, hablar de afectos, tendría que ser lo más natural del mundo en el sentido de desubicarlo como tabú o cursilería. Que el que fue el niño abandonado hable de eso como algo que pasó y que pasó. Así. como hablar de la educación sexual, o decir a los órganos genitales por sus nombres sin revuelo ni risitas maliciosas.

Es increíble que algunos se remitan a una época como la del 'hippismo' para aludir a todo lo que sea hablar de relaciones erótico/amorosas, crítica política, etc, como algo inherente a las rupturas de los años 6o del siglo XX. Sencillamente es tan limitado. Ahora el pensamiento se ha ensanchado y sus búsquedas exploran practicas diversas, habiendo pasado por el psicoanálisis y el marxismo, el pensamiento de hoy se desarrolla hacia el futuro que ya está en marcha, con sus mapas genéticos en estudio, agujeros negros, pensamiento cyborg, arte electrónico, experiencias creativas indagadoras y suscitadoras desde la caída de las ortodoxias hasta las más esplendentes búsquedas en la ciencia , el arte y el deporte.
Hay algo que olvidan o no han visto aún claramente los que hacen una mezcla turbulenta de actos sacramentados y ataques virales.

Es la espectación, el estudio y la praxis. De una das el salto al otro, y así sucesivamente.

Gilles Deleuze, por ejemplo, un referente para que la vida tenga una luz particular.

***
Si quisiera me pondrìa a escribir 'seriamente', 'documentadamente', mas no me nace hacerlo y en esta declaración no hay desdén por los que escriben en esa tónica. Al contrario, si hay algo que me convoca como imán son los blogs que hablen en el lenguaje más experimentador y si es 'difícil', mejor.
El cerebro mío se agita.
Maquinaria del pensamiento movilizada.
El espacio sideral está en un post sobre el gran Gilles, por ejemplo, o eN una implosión alegre. En lo que escribe una amable chica que vive en Noruega y madruga. O en lo que escribe una chica con varios nombres, y con una página donde los absurdos son los protagonistas.
Ah, subvertimageolos.
O leer sobre lo que pasa en el mundo, en un día. La travesía aguerrida de un periodista que polemiza y se bate solo ante uno, dos tres y más defensores del racismo y los intereses guerreristas.
O aquella senda de los libros, donde Jacobo Deza camina. Y me interno por los Claros del Bosque, donde Lukas escribe sobre música clásica y más. Ya no podría dejar la blogósfera, donde un Filum maquínico convoca mi generador mental ni donde los arrebatos se deslizan entre la música y las adicciones como la de mi amiga Ángeles. Ah, mutaciones y transparencias.
Entro a la casa giratoria y salto.
Y más tarde, desde mi esquina mental veo a la hermosa chica que escribe sobre lo intrascendente/trascendente y salto.
Sí:
Amo la blogósfera.
***

Si mi madre me hubiera educado, no sé si hoy estaría escribiendo aquí o si hubiera conocido y amado la gente con la que pasé experiencias vitales. Lo más probable es que no hubiera sido así.
Quizás sería una oficinista o una escritora con libros publicados o tal vez estaría bailando el reaggeton dentro de la multitud en un concierto.
Tal vez sería cordial y hablaría de saludos cordiales y de oraciones dichas de memoria. Quién sabe.

Lo que me hace dar un salto,

(otro)

es la sencilla constatación de que estoy aquí, escribo, soy enamoradiza (efecto cinemático) mamá, mujer, y que en medio de todo nadie me coacta en lo que pienso. Me levanto, tomo una manzanilla fría y vuelvo hacia ti, compu serena, sublime máquina.

Un simple salto, eso fue, eso es.

***
Foto: '¿Te apetece saltar?, de Mumuk 52.

18.1.06

Robótico de mí

Tu brazo girador se eleva entre el grado de mi ilusión y la risa de mi madre
fotogénico robótico de mí, sobrevolaste mi tablero de ajedrez y el reloj de los blitz tembló
mi padre guiñó un ojo y tú sonreíste : la risa de un robot es estruendosa y se oye a miles de kilómetros si alteras tu sentido lógico y ajustas de tu filum, las coordenadas
en la mañana dominical salté sobre el gran tablero imaginario y viajé contigo al territorio del
leviterey donde todos somos robóticos en el tiempo concentrado del bluff
ah robótico de mí, acompáñame siempre y dame tu
risa, tu sonora risa en la aventura y el sueño
robótico de mí, simplemente, simplemente.
Para ti Alvar.
Foto tomada por Alvar Marín, en la mañana del pasado 15 de enero.

Canciones amargas y un apunte rojo.


Desprecias la fantasías de los días solitarios y todo lo que digo, mis poemas, mis canciones y lo que escribo sobre mí

quisieras desprenderte de ese peso que soy yo en tu lista

esa reverberación pequeñita que ves en mí

yo a distancia siento la lejanía y el iluminator apagado

iluminator de mi cadencia

ese es el precio que debo pagar por ser yo.


***


Esquizoide el chico desesperado que no llora

compone una canción y se sienta al borde del precipicio

nadie lo ama y él lo sabe : explota su corazón caracol

Compone otra canción y se va

ahora nada ni nadie le importa.


***


Eres una loca y jamás te podrás comparar a mi musa

dijo el chico de los nintendos y la prosa extraña

se rascó la cabeza, escupió y rió.


***


Yo estaba parada en un rincón de mi galaxia

contando una a una mis absurdas floraciones

rièndome de mí, y jalando el elástico de mi piel y

zas, me zambullí en ese mar mientras mi alma se desdoblaba como un origami sentimental.


***

Eros, chico amable, toma mi tristeza y obséquiame una sorpresa.

El día amaneció como canción estrenada

y llegó una carta, una carta de mi madre que me extraña

oh, era un sueño, querido Eros, era sólo un sueño.


***

Apunte Rojo


Ha nacido en mí otra locura

la que me lleva al sonido casi perfecto (así es, perfecto: porque no es perfecto)

y me siento como si la vida fuera el film/canción más conmovedor.



Ilustración: Ulrich Goetner.

¡Viva la soledad!


"...Yo que estuve en el lado salvaje, digo que nunca pìenso volver..."
Cristina y los suibterráneos.
Enamorarme es mi alegría. Y la soledad no le es ajena.
La soledad parada en esa esquina...

Qué maravilla enamorarse con todo, ese compacto collage emocional
el cuerpo en celebración
y al mismo tiempo, preservar el espacio propio:
dormir en la cama sola, estirarse, tirar las almohadas, oh, bendita plasticidad.
Ah, es que durante este tiempo de mar/palabras...

Necesario stop
PAUSA
(subida a la azotea)

Algo no encajaba en las palabras: prendí un cigarrillo y entre la ropa flameando, la luna lejana, la luna cercana y las lucecitas de las casas de los cerros y los postes, pensé, pensé.
Vivo en una sociedad llena de hombres vanidosos, prosaicos, que rinden pleitesía a cualquier tipo de belleza. Y no es que sea yo la juez y ellos los acusados. Ellos se han sentenciado solos hace siglos y hoy escarban sus miserias con dulzura, amargura/ falacias y se justifican una y otra vez.

Hombres íntegros casi no existen. Mujeres íntegras hay, muchas.
En una sociedad como ésta, enamorarse es un riesgo, uno de los más incisivos y sin embargo, cómo la vida misma es un riesgo. Enamorarse es la sal de la vida.
Convivir nunca, porque significa partirse, quebrarse. He allí la más honda esquizofrenia, la de los sentimientos suicidados.
Madurez emocional: ah, qué argumento tan peregrino. Tan limitado, la mentira más grande y más declarada, oleada y sacramentada. Si compartes una cama, una habitación, una casa, una mesa, eres maduro emocionalmente y si no, eres un niño grande.
Y vendrán los hijos, las responsabilidades, la planificación.
O la mujer que tiene un hijo, para acompañarse y se desprende deportivamente del hombre que con ella concibió al hijo. Sí, eso sucede, más en los países del llamado primer mundo -otra lindura de denominación 'primer mundo'- y es el sumun del egoísmo, porque deja al hijo sin padre, porque con dinero y 'amor', el 'amor' de ella, bastará: eso cree o quiere creer.
Zarpazo. Niños heridos. Orgulloveneno.

Los hijos como vías de desahogo afectivo o como lazos para que el hombre permanezca a sus lados, sí o sí.

Soledad arpía. Soledad arpón.
Hey, mi niño amado, mira a a tu padre, mira a tu madre. Aún no sabes qué es la soledad.

¿Por qué amo la soledad de los días sin casa compartida?
(Hombre/ mujer . Mujer/hombre. Consumiéndose...)
La hospitalidad es el signo amable. En cambio, las jaulas casashogar son eso, sutiles prisiones, antiestética de los sentimientos.

Mi necedad consiste en amar la imagen del amor no culminado, mas no hay sojuzgamiento en este amor. He escogido la soledad y en ello no hay arrepentimiento. Ese es el problema de ser una desconocida para quienes apenas si leen lo que escribo y un día hallan un post que les parece gimoteador y me toman por una pobre mujer. Oh, pobrecita la que habla de soledad. Oh, hay que repetir sus palabras, y dilucidarlas, porque hay una esquizofrenia implícita.

Pirotecnia del mal sentimiento.

Decía que hay hombres prosaicos, demasiados creo. ¿Te consideras ajeno a este adjetivo? ah, es que también debería hablar de mujeres prosaicas, mas lo que veo de una forma alarmante es a los hombres acaracolados en sus espíritus. Y ya basta: en un apartado de reciclaje mental los dejo.

Qué delicia decir lo que pienso.
Aunque espante y aleje, esa soy.
***
Si leyeras lo que escribo me abrazarías, lo sé. Solo que el bólido tiempo nos alejó.
***

La soledad impuesta es mortal. Esos seres que viven deambulando entre sombras y desamor.
Oh, soberanía, ¡que viva la soledad con música y cine, libros, paseos y mar!
Hielo pensamiento no te rompas, fortálecete, que te necesito. Fortáleceme.

Si quieres mirar eternamente la cara de tu bienamada, cuídate del abrazomuerte. Si quieres ser un solitario, estás perdido, el solitario es no es. Oh, Hamlet de la locura y el entendimiento, ven. Y tú, Burroughs, orgulloso y sensual, terrible eres, mas nunca prosaico.
Stephen Hawking, qué hermoso te ves en tu libertad irredenta.
Y tú, que creas y no usas tus creaciones para capturar a nadie, sino para elevar y convocar o golpear el corazón para que sepa de mundos intensos, abre los ojos y vete. Allá donde la retórica sea como polvo en el tiempo. En el bólido tiempo.


Vete y sigue creando, estás vivo. Estás viva.

Estamos vivos, y si pudiera volar ahora mismo, estaría en la punta de la Torre Eiffel gritando: '¡Viva la soledad!'.

Ilustración: Oswaldo Moreno.

***

EN LA NOCHE SE ESCRIBE

con algo de muerte.

Y por eso el exceso, y la beligerancia. Sin embargo todo es sinceridad y no aspaviento.

Desnudez.

Y antes de dormir, abrillanto los ojos para tener un buen sueño. Algo sublime, quizás

o si no la simpleza de la niebla que abre el paso a cierta serenidad...

***

A las mujeres solas, suelen verlas con desconfianza, o si no como 'presas' fáciles. Basta decirles palabras doradas. Sí, bastan, más no encubiertas de hiel y dulce barato. Las palabras deben ser tan sinceras que la tierra tiemble al oírlas. De lo contrario son nada y sólo seducen a las incautas...

Las palabras , las palabras..

***

Lo ideal sería soñar con naves espaciales y cielos verdes rosados, y luego llegaría alguna canción hermosa y en el sueño alguien agitaría sus alas por mí.

Y yo escucharía ese aleteo, reclinada y feliz.

17.1.06

Instantes solares


Entrar a esa burbuja donde Bjork levita y sentir su transparente textura .
Ser burbuja gigante.
Bork es la niña de todos los tiempos, suave, fresca, suprema.
Luego saltar de la burbuja y volar por esos cielos extraños y ser como seda piel en el instante solar,
sin soledades gravitacionales ni perfectierróenas palabras,
solamente ser yo, descarnada, ligera, claroscura, sola.
Libre dentro de la multitud que ruge.
Libre. Burbuja. Pensamiento. Moléculas y canción.
Foto de Bjork, tomada de Google.
***
Alguna vez soñé con la aurora boreal y con androides (influjo de ver 'Inteligencia Artificial' en una tarde comiendo empanada de soya y bebiendo juego de naranja). Fue hace un poco más de un mes y el sueño alteró mis coordenadas mentales. Es decir, que como ustedes saben, estoy loca y suelo enredarme, alejo a la gente de mí y como dice Alaska, me pregunto ¿a quién le importa lo que yo diga? ¿aquién le importa lo que yo haga?.
Sólo me aman los que aman las complejidades ... qué terrible.
A esta conclusión llegué después de arduas comprobaciones tras años de sentimientos entre la serenidad y la eclosión.
Más hay algo que sí hago: me entiendo.
Aquí, escribiendo, ya no soy un número más en el registro electoral ni en la planilla de gente que busca empleo. Tampoco soy sólo la mamá que se va en bicicleta a escoger verduras y frutas frescas y cocina (me cansa cocinar todos los días) platos sencillos que mi niño pondera.
Aquí invoco al instante solar.
Y escribo lo que me pasa, a veces con algo de malhumor que se va como animal domesticado y yo contenta. Y soy las canciones que escucho mientras escribo, como ahora soy 'Club font' y estoy siempre del lado de los que pasan hambre, todo tipo de hambre, hambre de comida, hambre de luz, hambre de alegría, hambre. Ah, hambre de dominar, eso no. Hambre de palabras, eso sí. Palabras sanadoras, o palabras dardos.
Invoco el instante solar.
Y modero este ímpetu, doblo esa tentación de ser la buenecita que canta. Podría ser malvada en
una película de terror, caníbal y vampiro, o una matadora, a los que Los Fabulosos Cadillacs le compondrían una canción, porque si el matador tiene su canción, la matadora también tendría la suya.
Me iría con los palestinos a Gaza llevando una cámara fotográfica, y sin ipod. Las canciones las tendría grabadas en mi mente. Mis vitaminascanciones.
Me enamoraría de un director de cine novel y él se enamoraría de mí. Y escogeríamos juntos los actores para su película que se llamaría 'Instantes solares'. Nos amaríamos como locos y no estaríamos locos en lo absoluto.
Sería una astronauta flotando en un planeta recién descubierto y en la noche estelar sería la mujer que sueña despierta con ese escritor que a su vez sueña con arabescos y mujeres exóticas.
Y soy la que escribe a solas, como ahora que Jean Michel Jarre toca 'Band in the rain' . Y es la lluvia que cae dentro de mí, la que doy como ofrenda de amor a todo aquel que leyendo lo que escribo, se acerque un poco a mí,
un poco,
sólo un poco al menos.

Extrañar

Anoche sucedieron escenas contrastantes. De pronto sentimos que la muerte tenía ojos y se nos venía encima. Fue pavoroso. Y cuando el peligro pasó, a mí me quedó una sensación de vacío. Mi niño solamente me abrazaba y mirando sus ojitos, la sensación se fue.
Contar lo que nos pasó, sería repetir el hecho. Y no, no quiero repetirlo. Sólo me queda decir que hasta estos instantes que el bólido tiempo quemará, permanecí opaca y después de dormir un poco, el sueño bruma cesó y me senté aquí. Encontré esta foto entre mis imágenes guardadas en la compu y recordé la película: 'Jules et Jim' y me dio una infinita tristeza, ver que el Dvd' está estropeado. Tendría que comprar otro y no sé... Extraño el cine, tanto. Extraño al ecrán en una sala oscura, oscura. Y todo lo que el cine me da, ese collage anímico que me aleja de lo anodino, de las escenas torpes de estos días en que el paìs es un caldero, con sus noticias tremebundas sobre candidatos presidenciales. Ese gran embarramiento, otra vez las promesas, las peores, las que ofrecen esperanza. Extraño el cine, y a L, las conversaciones largas, las caminatas nocturnas, el mar.
Y ver hielo, esos bloques grandes que llevan en los mercados para las refrigeraciones ambulantes.
El hielo, que desde niña admiré contemplar, como si fueran transparencias mágicas. El hielo que se derrite si el inclemente sol, sobre su corpus cae. El hielo pensamiento, esa fuerza que me alejaría de ti, de tu rostro nube, de la gran necedad.
Extraño volar. así que me voy al sueño. Sólo me queda soñar.
Foto: Toma de 'Jules et Jim', película de Francois Truffaut.

15.1.06

Después del mar, la perfecta equivocación

Y corría con mi mochila en la espalda, mientras tú mi pequeño fotógrafo, capturabas mi imagen en la tarde. Una gaviota sobrevolaba, el sol se había ido, el viento era un susurro perdido y mis descalzos pies gozaban la arena mojada. La simpleza de un instante en su fotomontaje anímico.

Infraleve, el roce de mi pantalón con mis piernas y cantar en voz apenas audible mientras la niebla entraba por mi boca e inusitadamente pensé en ti: nada correcto, ninguna circunspección ni orden en los sentimientos. Pura necedad. Desearte, pura necedad. O el sonido de mi respiración alternándose con la canción: "..abrázame con tus palabras que calman mi corazón, te esperaré en el mar.."
Y luego destrozar la ensoñación y tirar sus pedazos, porque después del mar, la perfecta equivocación brilla y es agua en los ojos, agua de sexo, agua de tiempo.
Foto tomada por Alvar: Vir& ( o sea yo), corriendo por la playa, el pasado sábado 7 de enero. Lima-Perú.
La canción a la que aludo en el post es: 'La muerte me dió vida' de Casanova y si quieres escucharla, ubícala en la radio del puerto. Es una hermosa canción.