21.8.06

Vivir

Aquel era el tiempo de las admiraciones, apoyadas en el culto a la hermosura de los libros. A sus autores, colocados en una especie de Olimpo. Los mismos que se morían por conquistar la celebridad a cualquier precio. Los escritores de las nuevas generaciones.

El embeleso ante esas sensibilidades, esos talentos, la gloria de la palabra: yo era inocente. Demasiado.

Los círculos académicos, el respeto obtenido en base al éxito. El fulgor y la cháchara. Saltar sobre las convenciones sociales, al ser paladines de la palabra, para darle poder al artífice de aquella belleza.
Ah, basta.

Sí, de pronto me di cuenta que los libros no te dan la panacea. Te dan esplendores pequeñitos, si es que no has asimilado lo que está más allá de lo que escribió la autora o el autor en días de marginalidad natural, lejos y cerca de ellos mismos.


_ Oye, ¿leíste El panegírico de Rodión dedicado a Borges?

_ Toooodavía. (El que contesta se averguenza y su cara, enrojece).

La carrera del que más sabe. El prestigio, las apariencias.

Si no leo cuatro horas al día, no tengo por qué morirme de verguenza. Quiero, sí, leer cuatro y más horas. Quiero ir al cine y comprarme varios libros. Mas si no es posible, no he cometido ningún delito.

Quiero vivir.
Si leo, viajaré a Indonesia en unos minutos, o a esa isla, a ese mar con tormenta. En cada libro, sea una novela, o de prosa, poetic, ensayos, hay un gran trayecto, eh, eso te dije Al, ayer cuando hablábamos de viajes.


Quiero vivir. Me iría con mi boleto, caminando fuera del libro.
Podría viajar, atravesar los océanos del mundo y encontrar un lugar excelso o irme de la ciudad a ver esas calles que extraño, entrar a un viejo café, con cuadros de Matisse y risas de chicos que se enamoran y desenamoran.





Hace aproximadamente un mes y medio, me ruborizé frente a un hombre con pelo largo canoso y jeans. Era (o es) muy flaco y alto; me preguntó al verme sentada en un banco, mientras miraba la prueba de un dvd': "¿me das permiso cariño?". Estaba acompañado de un muchacho que podría ser su hijo o su nieto, quién sabe. Cerca mío, parado estaba un señor que observándole bien, tenía menos arrugas que el delgado personaje con aire juvenil. El que se veía como uno de esos respetables señores, tenía gestos solemnes y su seriedad desaparecía cuando hablaba de cine. Sin embargo bajo esa capa de entusiasmo, subyacía su seriedad como distintivo. Formalidad y distancia.

Como decía, me sonrojé. Lo noté por la quemazón de mi rostro. Siempre me han gustado los hombres altos y delgados aunque no como algo inamovible, ya que también me han gustado los que son algo gruesos, y he admirado a hombres panzones, más allá de la estética imperantes y sus vainas.

Orientales, castaños, mestizos, etc, en el atractivo entre hombres y mujeres, son la delicia de lo interesante por su diversidad. Es parte del vivir, que a una le gusten los hombres, que a una le guste en esencia vivir, aunque no sea precisamente el gusto que preconiza Coelho y sus seguidores. Aunque no sea el gusto de vivir, con esa felicidad aséptica de burgueses satisfechos de sí mismos, de sus conocimientos y de sus logros.

No sé por qué de pronto he hablado de los hombres como parte del gusto de vivir. Ah, claro, es porque recordé a ese hombre: su vitalidad era impresionante. Me pareció un cinéfilo extremo, alguien que pasaba por Lima, buscando a Rita Hayworth en Dvd'.

Espero soñar con los personajes de mi vida, al menos con alguno. Siempre es un placer, no hay duda.

8 comentarios:

Fuego Negro dijo...

....de igual forma...vivir tampoco es eso...nadie vive a traves de un libro,si podes aprender,pero la vida esta afuera y cualquier cosa que te aisle ,que te distraiga ....

el libro y la lectura debe tener su espacio,su tiempo...hay demasiados intelectualoides que viven a partir de la experiencias ajenas....yo respeto mas al que sale a vivr

salud y mas que suerte

Unknown dijo...

Pues que entre als pasginas de un libro la evasion se vuelve arte, y la huida hacia la realidad, o contra de ella es un regalo.

Muy bnito post. Perdon por ausentarme

Eleafar Cananita dijo...

yo de un tiempo a esta parte, creo que las hormigas y demas bichos minusculos escriben mejores libros. ademas suelen ser mas novedosos. nada como salir a pasear, robar fruta del vecino, o viajar cuando hay tiempo.

oye y lo de los hombres que cosa buena, ah. jajaja. lastima que no todos sepamos de cine. :)

Marea dijo...

Bueno un balance es lo mejor, algo de lectura y algo del mundo de afuera. Aquel hombre, me gusta cuando alguien me impresiona así en un momento inesperado. Saludos.

pies diminutos dijo...

Un profe de mi facultad de Filología (Universitat de València, España) siempre nos dice que sin la literatura hubiera vivido exactamente y sólo una vida, la suya. Y que gracias a la literatura ha vivido miles, ha sido pirata intrépido desenterrando tesoros, ha sido enamorado medieval con alcahueta, ha sido niño en medio de una guerra, ha sido vivido tantas historias como propias que ahora no es un simple profesor de literatura, sino eso y mil personas más.

Pero también dice que si tuviese que elegir únicamente una de las mil vidas para vivirla, escogería, sin duda alguna, la suya.

Gatito viejo dijo...

Suscribo lo que apuntaba "Pies diminutos" sobre su profesor, es exactamente lo que pienso yo. Saludos

Anónimo dijo...

Fuego negro, eso de intelectualoides suena muy gracioso...

suelo escucharlo.
:)


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CAnaeo, imagino que quedarse con unas ricas peras del vecino, debe ser ...encantador. Crach, crach.

:)




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Mi querido Ludovico, salutes a tu aura: cerca de Quito a Lima, eh, en un viaje, tal vez nos conoceremos.

:)



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mareas, si siempre fuera posible el equilibrio: bien, hay que intentarlo.

Salute sonriente.




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Hola pies dimintos, tu nick me hace mirar al frente y como si te mirara, busco tus diminutos pies :)

Los buenos profesores de literatura se van haciendo sabios, eh.

:)





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Gatito, no podría ser de otra manera. Un destello gigantesco.

:)

XIGGIX dijo...

la experiencia de la lectura ha sido siempre para mi una aventura asombrosa, desde q encuentras el camino hacia determinado libro, ya sea por referencia de alguien o por las citas de determinado autor q es tu predilecto; entonces empieza la busqueda de la edicion y la emocion al encontrarlo no tiene parametros, asi como cuando hueles sus paginas al abrirlo y te fijas en cada detalle del empaste, de la caratula, de la tipografia, etc. creo no haber leido lo suficiente, pero si puedo decir haber vivido experiencias importantes en mi vida, aunque aun me falta viajar un poco mas por nuestro bello pais, y pq no decirlo, aun tengo la esperanza de conocer algunos paises de europa(ojala se me cumpla pronto!). como dice marea, es necesario un equilibrio entre la ficcion y la realidad.
hey virgin, soy alto y delgado, aunque no soy un experto en cine :)por mas q me fascina