Al fondo de la pintura azulada se difumina el negro
con óleo fresco que traje de la casa marina donde vivía el músico
no tenía paleta, no tenía pinceles, sólo tenía un pedazo de roca, obsequio extraño
para las tardes absurdas cerca de los peces y las olas
para salir de la ciudad por unas horas y subir a la nave de los locos
como si estuviera filmando a los dadaístas que ascienden en las noches por las laderas
de la ciudad castigada por los vértigos de los asesinos
el bodegón oscuro tiene los ojos del perverso que te quitó el libro de las citas luminosas
a ti que desvarías cuando libas licor de menta bajo la noche estrellada
y en la cromática tela quisieras echarte como un niño exhausto
sin madre ni padre que te den la mano, fauno caído
ya lo decían los dioses iracundos cuando los filósofos desfallecientes sentenciaban condenas
a los poetas, con Platón pestañeando incesantemente e Hipatía moría en manos de las hordas inquisidoras
oh los frailes gimiendo en las noches musicales, cuando las brujas habían perecido en la hoguera
oh el orgasmo quebrado en la lengua del alucinado
en el bodegón oscuro los libros ardían y el fálico gesto se perdía
lo excelso era un deseo, yo sólo pinté tu serpiente oculta y aquel libro junto a las botellas rojas
todo me salió oscuro como tu corazón perdido en su maquínica amorosa
oscuro tú entre la escena cruenta y oscura yo con mi paleta y la roca al lado.
Aún se oyen los gritos de los orates en la lejanía y el cielo se oscurece, siempre se oscurece.
con óleo fresco que traje de la casa marina donde vivía el músico
no tenía paleta, no tenía pinceles, sólo tenía un pedazo de roca, obsequio extraño
para las tardes absurdas cerca de los peces y las olas
para salir de la ciudad por unas horas y subir a la nave de los locos
como si estuviera filmando a los dadaístas que ascienden en las noches por las laderas
de la ciudad castigada por los vértigos de los asesinos
el bodegón oscuro tiene los ojos del perverso que te quitó el libro de las citas luminosas
a ti que desvarías cuando libas licor de menta bajo la noche estrellada
y en la cromática tela quisieras echarte como un niño exhausto
sin madre ni padre que te den la mano, fauno caído
ya lo decían los dioses iracundos cuando los filósofos desfallecientes sentenciaban condenas
a los poetas, con Platón pestañeando incesantemente e Hipatía moría en manos de las hordas inquisidoras
oh los frailes gimiendo en las noches musicales, cuando las brujas habían perecido en la hoguera
oh el orgasmo quebrado en la lengua del alucinado
en el bodegón oscuro los libros ardían y el fálico gesto se perdía
lo excelso era un deseo, yo sólo pinté tu serpiente oculta y aquel libro junto a las botellas rojas
todo me salió oscuro como tu corazón perdido en su maquínica amorosa
oscuro tú entre la escena cruenta y oscura yo con mi paleta y la roca al lado.
Aún se oyen los gritos de los orates en la lejanía y el cielo se oscurece, siempre se oscurece.
6 comentarios:
No se puede entrar a blogger, y aquí estoy después de intentarlo varias veces.
El bodegón oscuro va para tu libro, sin duda.
:)
El universo de los libros donde los grandes filosofos bucaban los más recónditos volumenes de la historia de la literatura, era una imagen sin fin, podías entontraterlos en las escaleras llorando, leyendo, corriendo de un sitio para otro llenos de nervios, algunos incluso perdieron la vista de tanto buscar. Hay tanta fuente de información para el alma común de las personas que tu escritos ya han formado parte de ella para que nos subamos a esa biblioteca constelada a leer, radiantes de ilusión, e hipnotizados como niños y dulces.
Bodegones, desde los claros hasta los oscuros, en un proceso cromático acorde con tu maquínica. Hay miradas que coinciden en sus ínterpretaciones. Otras se violentan en confusiones y otras atentan contra la búsueda del que escribe, pinta, hace música, etc.
Nunca complaceremos a todos y en realidad de eso no se trata. Se trata de lo que somos, en el contrapunto imaginario que tiene su golpe físico, su verdad.
Es irrelevante si alguien viene y te insulta, sin nombre, como en un ladrido, o si alguien que decía apreciarte descubre que eso no era cierto. Intrascendente.
Queda lo que hagas en un impulso franco y develador.
Es el impulso de tu maquínica.
aquí también hay corazones pero no han decidido comérselos jejejeje.
de dónde es la foto que tienes de encabezado? a poco es Lima?
I, ah, dirás plaqueta :)
***
Vicente, es que eres generoso. Grax por la visión romanthic.
Me alegra ver , lo enfatizo otra vez, tu retorno a la blogósfera.
chao.
***
Tzarel, recién he leído tu comentario. Me impulsa, y me dan ganas de escribir algo diferente a lo que ahora publicaré. Después será. Grax.
***
Diminui, esa foo en google, está sin origen señalado. Lá puse como cabecera por lo amplia y moderna que seve, por esas luces encendidas, y esos rascacielos...
Ah, sí, pues los corazones aquí no
están fritos, o quizás sí hasta quemados, mas se han curado...
:)
Qué poema, sigue.
Desde Bs As para vos un saludo admirativo.
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