- Hola, te vi en ese templo parisino, misma diva, desmayada, con un brazo colgando y Godard te llevaba al plató azul.
_ ¿Ah sí? ¿estaba yo con el vestido lila y el collar de murano negro?
- Sí y estabas despeinada y un poco más flaca. Tú sabes que para mí eso es la gloria.
- Ah, cierto, ja. Después vino el miserable que se llevó mi cena y Jean Luc se enojó con esa furia de maldito cuando molestan a quien él quiere. Es que me quería y me iba a llevar a casa de Jeanne Moreau para ver sus artículos sobre el encantamiento de la soledad boreal.
- Nada que sea aburrido por favor, yo tengo los calcetines mojados y suelo escuchar bombas que estallan en mi calle. No tengo un ojo y el que tengo vuelve locas a las mujeres. Espero que a ti te enloquezca pronto.
- Lo dudo, no deliro por tuertos aunque sean fascinantes, ¿me pasas la crema de leche ?
- Claro, ah, sólo que estás muy cerrada, algo trilceana para el pasional disfrute, ¿o no?
- Mire usted, en mi zona x, andan unos chicos y chicas enamorados de los manifiestos imaginados por un líder que es astronauta y... ¡oh, mi tren!
La chica corre para alcanzar el tren de las seis y anochece, suena el saxo de un muchacho con alas negras. Creánme, tiene las alas muy, muy negras y huele a tabaco fino.
El tren se detiene, suben la chica y el chico de las alas negras.
El que conversaba con la chica, se acomoda su antifaz de un solo ojo y refunfuña una maldición.
- Y pensar que sólo me faltaba ser más incisivo, diantres, sospecho que ella se acostará con el angelito ese, una de estas noches.
_ ¿Ah sí? ¿estaba yo con el vestido lila y el collar de murano negro?
- Sí y estabas despeinada y un poco más flaca. Tú sabes que para mí eso es la gloria.
- Ah, cierto, ja. Después vino el miserable que se llevó mi cena y Jean Luc se enojó con esa furia de maldito cuando molestan a quien él quiere. Es que me quería y me iba a llevar a casa de Jeanne Moreau para ver sus artículos sobre el encantamiento de la soledad boreal.
- Nada que sea aburrido por favor, yo tengo los calcetines mojados y suelo escuchar bombas que estallan en mi calle. No tengo un ojo y el que tengo vuelve locas a las mujeres. Espero que a ti te enloquezca pronto.
- Lo dudo, no deliro por tuertos aunque sean fascinantes, ¿me pasas la crema de leche ?
- Claro, ah, sólo que estás muy cerrada, algo trilceana para el pasional disfrute, ¿o no?
- Mire usted, en mi zona x, andan unos chicos y chicas enamorados de los manifiestos imaginados por un líder que es astronauta y... ¡oh, mi tren!
La chica corre para alcanzar el tren de las seis y anochece, suena el saxo de un muchacho con alas negras. Creánme, tiene las alas muy, muy negras y huele a tabaco fino.
El tren se detiene, suben la chica y el chico de las alas negras.
El que conversaba con la chica, se acomoda su antifaz de un solo ojo y refunfuña una maldición.
- Y pensar que sólo me faltaba ser más incisivo, diantres, sospecho que ella se acostará con el angelito ese, una de estas noches.
5 comentarios:
Opero el proceso simbiótico y entro al post cinemático :)
ella no se acostará con el alado y sí lo querrá como a un hermano
¿cierto?
¿cierto? :) cierto.
jaja. que buena pelicula.
Reiterarte lo mucho que me gusta leerte y la foto de la ciudad me pasa cada vez que la veo.
Lo maximo! Hace tiempo que no entraba y me ha gustado mucho. (Y de paso me han dado ganas de sacarem una buena peli de Godard)
un abrazote y felicitaciones,
Hummmm...¡ así es!
:)
Conoces cómo manejo el proceso... o lo intuyes, eh :)
salutes I.
****
Cortometraje podría ser. Sí, cananeo.
:)
****
Ay Sky querida :)
invocada serás una y otra vez, sin duda.
Que los cariños crezcan...
Abracillo.
***
Gracias Marea, aquí está en el puerto y seguro que sus aires te caen bien.
Hasta pronto :)
***
¿Podría ser La chinoise, tal vez?
yo a ti con tu street vasta, claro que he de ver. Sienpre me quedó una excelente impresión de tu espacio :)
grax y hasta pronto nystreet.
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