Hay pasillos y pasillos. Tienes los de las oficinas judiciales, tan aburridos, entre papeles y voces de abogados. Pasillos de hospitales, que sí son del Estado, suelen ser opacos, tan opacos, que dan ganas de vomitar o de llorar. Hay los de las salas de teatro, donde con el boleto en la mano hay cierta espectación contenida, algo así como una breve ilusión. O los pasillos oscuros de los cinemas, donde si las luces están prendidas, la alegría se acompaña con un respiro hondo -que no es lo mismo que suspirar- viendo los avances de la próxima película o si las luces están apagadas, avanzamos a tientas. Un breve deleite, el de caminar en la oscuridad sabiendo que se encontrará una butaca donde estirarse para ver escenas en el ecrán. Otros hombres y mujeres vivirán allí en el celuloide y eso lo asumimos en un relámpago, atravesando el pasillo.
Y hay esos pasillos en lugares inhóspitos, pasillos mentales, algo confusos, de los cuales a veces se quiere salir, y nada, traaam, se sigue caminando. Porque en esa extrañeza hay algo que nada igualará. Ni siquiera un instante solar.
Es como estar entre dos trenes, solitariamente, sin una voz cercana. Ni siquiera tú, hijo mío asomas por este pasillo. Estás lejos con tus turbinas, tu robótico, y con un trebejo en tu pequeña mano.
En este extraño pasillo, sueño contigo al que alejo y canto levemente.
Trac, cómo me río saltando, intentando tocar una ventana, el acero frío del tren azuladoplomo, y sé que pronto estaré en la estación del Metro y leeré algo de Capote, y trazaré en mi libreta el trazo de tu mirada, con la que me quedaría siempre, siempre.
Y es imposible, te expulso, así es mejor. ¿Alguien entendería que el egoísmo está en otra parte?
rechazo el sueño vano,
Y hay esos pasillos en lugares inhóspitos, pasillos mentales, algo confusos, de los cuales a veces se quiere salir, y nada, traaam, se sigue caminando. Porque en esa extrañeza hay algo que nada igualará. Ni siquiera un instante solar.
Es como estar entre dos trenes, solitariamente, sin una voz cercana. Ni siquiera tú, hijo mío asomas por este pasillo. Estás lejos con tus turbinas, tu robótico, y con un trebejo en tu pequeña mano.
En este extraño pasillo, sueño contigo al que alejo y canto levemente.
Trac, cómo me río saltando, intentando tocar una ventana, el acero frío del tren azuladoplomo, y sé que pronto estaré en la estación del Metro y leeré algo de Capote, y trazaré en mi libreta el trazo de tu mirada, con la que me quedaría siempre, siempre.
Y es imposible, te expulso, así es mejor. ¿Alguien entendería que el egoísmo está en otra parte?
rechazo el sueño vano,
rechazo la canción dulce y su lamento .
Ahora no quiero canciones dulces ni lamentos. Quiero volar en el extraño pasillo y que llueva, toda la tarde veraniega mientras un arco iris asombra a la gente y yo escucho persistentemente 'Band in the rain'.
Foto: 'Pasillo entre dos trenes' de Josefina Fernández.
Ahora no quiero canciones dulces ni lamentos. Quiero volar en el extraño pasillo y que llueva, toda la tarde veraniega mientras un arco iris asombra a la gente y yo escucho persistentemente 'Band in the rain'.
Foto: 'Pasillo entre dos trenes' de Josefina Fernández.
'Band in the rain', de Jean Michael Jarre. Si quieres escúchala ubicándola en puerto asterix radio. Suelo escucharla, suelo ver la lluvia...
19 comentarios:
Solamente quiero sobrevolar esa ciudad negre, donde el amor es negro y la luz también.
El negro de mi corazón que late y grita.
El inventario de pasillos como estados del alma que haces, me gusta y me parece muy del espíritu del Romanticismo como estilo literario. Aquí lo manejas de una manera renovada.
tu post me da mucha melancolia, pero me gusta porque es como revivir lo pasado
Y es que tu misma lo dices... hay de pasillos a pasillos.
Saludos
El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra
gostei, pero a mirado melancolia.
saludos de portugal
me dan miedo los pasillos de los hospitales
y a mi tambien
¡y me das miedo con esas historias que escribes!
todos los dias me doy cuenta, que estoy frente a una de las mejores escritoras que conoco. God bless you.
no me gustan los hospitales, menos sus pasillos oscuros
ludovico, sería bueno que fueras a la biblioteca de vez en cuando
Hola mujercita!!!
nuestros pasillos internos, largos y a veces mas calientitos que otras, pero a final de cuentas tenemos todos que recorrerlos...
El puerto hoy huele a cafe... o sera que se me ha antojado uno...
caravana de pajara!
porque escribes muy mal
Álvaro, a veces he pensado en apuntar los 'temas' que quisiera escribir, y en cambio lo que hago es corresponder a lo que siento, según sea mi estado de ánimo y eso tiene que ver con mi tiempo y la noche, o a veces con lo diurno...
Primera vez que alguien alude al Romanticismo tratándose de lo que escribo :)
Salutes Álvaro.
***
m-lita por: sentir tanto,
hay melancolía, mas no es sólo eso. O quizás , es lo que más sse percibe..
Un cálido salute.
***
Enigma, sí, y ahora estuve pensando en los pasillos festivos.
Uno está en una casa, en una fiesta, sintiéndose muy bien y los pasillos de la casa -que es una mansión - están abarrotados de gente. Y las risas son sonoras, hay besos, bromas, comentarios de todo nivel y es como si hubiera una fiesta en cada pasillo o sea sub-fiestas...
Y en cada pasillo, de pronto la gente se acomodara como en esa habitación en la que groucho marx y otra gente apenas cabían...sí, algo similar...
Y habría que hacer un corto sobre los pasillos... sólo sobre los pasillos.
:) :)
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Mixtu, me gusta la sonridad del idioma portugués.
Ahorita estoy viendo la caras de Iggy Por y Tom Waitts, sí, Tom Waitts. Es ingés, tiene su gracia, mas como me encanta la sonridad del portugués...
Grax y aquí a este puerto, ven cuando quieras...
Capitán, las clínicas se esmeran para hacer de sus espacios, sitios que no tengan nada de ensombrecedor. La ambientación de las clínicas es iluminada y cuando se trata de niños, hay cuadritos y ángeles de madera pintados claramente. Sin embargo en los pasillos, late algo denso, y la inquietud se filtra ...
Los pasillos de los hospitales son aún más abrumadores.
Salutes.
Ah, mejor pensar en pasillos festivos :)
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Digler, cuando son oscuros los pasillos, es triste. No me dan miedo, sino tristeza...
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Ludovico, Ludovico... podría decirte gracias y sentirme por las nubes...
Sólo te digo gracias, y sé que escribo y escribo, sólo eso.
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Pájara pinta, como estoy en período de experimentaciones, estuve tomando café... y lo pasé...
Creo que sentiste el café... :)
Ah, esos pasillos internos d elos que hablas se bifurcan... También sobre eso que hablar...
Volaste, eh, se sintió :)
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oh, me siento terrible...
ooooohhhh
Nunca me han gustado los pasillos.
Después de esa declaración querida Vir, quiero decirte que me hiciste recordar esos pasillos llenos de sangre en El Resplandor ¿los recuerdas?
Es extraño que los pasillos sean extraños y que puedan producirte escalofríos, sobre todo cuando estás solo, sin música y escuchas el tic-tac del reloj en la sala.
Tienes razón, es mejor poner a Jarre, aunque también puedes probar a Axel F, con su crazy frog, directamente del walkman de mi hijo.
Esa música disipa las sombras y, en efecto no sólo vuelas sino que tienes la fuerza para atravesar los pasillos.
Un abrazo tembloroso. Un beso.
Querido Ce, tenebrosos recuerdos vía pasillos... también tiemblo.
Me quedo con los pasillos en días de fiestas; en casaa grandes, de preferencia...
:) Ahora sé que he de asomar con frecuencia en la noche, para ver si estás aquí...
Ximena, con las idas y venidas...
ahora me doy cuenta que no comenté lo tuyo:
sobre pasillos, habría más qué decir, es que es cuestiòn de entrar a otros pasillos, y de salir de ellos...
:) salutes y hasta pronto.
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