Nunca estará demás celebrar la libertad.
Que en estos 184 años hayan sucedido guerras, pérdidas territoriales, ahondamiento de crisis económicas y por ende sociales, humanas, no anula el carácter epónimo de nuestro origen. Y
esta indiscutible verdad debería ser la lumbrera transmitida en los colegios, para que nuestros
niños interiorizen este legítimo orgullo.
Somos un crisol de razas mezcladas, un mestizaje que responde al desarrollo natural de una sociedad, e inclusive a sus violencias, a sus heridas y cicatrices. Remontarnos a nuestros orígenes, es algo distinto a ser nostálgicos, a rebuscar algo irremediablemente perdido. Porque
es precisamente ir más allá de un tiempo de ignominia. Miles y miles de años antes que fuéramos colonia, fuimos un pueblo asimismo diverso, grandioso, pujante. Antes que el mismo Tahuantisuyo, culturas predecesoras delinearon el paso a otro estadio , cosmovisión y
gloria.
La esclavitud se asienta en varios campos. Se suele relacionar a la esclavitud con aquellas cadenas que sujetaban a los negros traídos de África. Al trabajo impago de los negros comprados como cosas o animales. Barbarie de barbaries. Y la esclavitud invade otros espacios, como los mentales, creencias inconscientes arraigadas como fardos , enclavadas como feroces enemigos dentro del ser humano. Creer aún en superioridades de razas, como si la ciencia no hubiera demostrado hace tiempo que la inteligencia no depende de un color de piel, sino de una
educación clarificadora, estimuladora de horizontes creativos; implica una honda cerrazón mental, que no es más que una esclavitud a pasiones extremadas, ofuscadas, sin ningún asidero real.
Las guerras, como 'salidas' para solucionar problemas territoriales, o para propiciar expoliacionesacontecen peligrosamente en el planeta.
Invadir un país, para sacar el oro de nuestra época: el petróleo y negar que es esa la razón fundamental de la tropelía. Ampararse en razones supuestamente lógicas, para matar y matar, saquear y saquear, hundir y hundir. La esclavitud también vive en las mentes sojuzgadas por la ambición, de la cual son prosternadores.
Nuestro país ha sido maltratado por sus gobernantes, y no es eso lo que merecemos: existir
mirando cómo pasa la vida o lo que es peor, sin darnos cuenta cómo pasa. "¿ Quién es ella para
decirlo?" se preguntarán algunos , ¿una blogueadora que está en su casa encerrada, con su vida doméstica? ¿sólo eso? nuevamente delimitaciones dogmáticas en las formulaciones. Cada
persona tiene derecho a expresarse fundamentando su posición, su anhelo, su gesto, su grito.
El debate es deseable cuando no se convierte en un intercambio de insultos o en una tribuna de
sandeces. Si alguien pregunta ¿quién discierne entre lo alturado y lo necio? la respuesta cae por su propio peso. El que ha preguntado desconoce qué es un debate.
Aquí en el puerto, he hallado una manera de expresarme sin que sea éste un espacio dedicado a opinar especialmente. A través de relatos, poemas o entrelíneas, mi visión de la vida se muestra y en días como éstos, -referentes, ya que a la Independencia es cuestión vital y jamás
circunstancial- voy más allá del impulso o del divertimento. Ser peruana, es lo que me
convoca y ese llamado, acudí presta.
Cuando una dice 'soy limeña'.
Pensaba en ¿cómo es posible amar a un país, si casi no lo conoces?. No es ese mi caso. He viajado a Cusco, Arequipa, Cerro de Pasco , Trujillo e Ica. Lo que en verdad es conocer poco a mi país.
Y a Lima, en su collage urbano, la quiero entrañablemente. Fiera, trashumante, bella, fea,
diversa, Lima es mi ciudad. A dónde vaya, sé que nadie me quitaría mi condición de limeña.
Creo que para amar al país donde uno nace y vive , siendo una habitante de una ciudad durante un tiempo determinante, lo que hay que hacer, es saber cómo es tu país, aunque sea tan maravilloso estudiar la cultura griega, aunque Nueva York seduzca con su Manhattan, sus puentes y su dinamismo, eso no significa que descuidemnos el cononocimiento de nuestra Historia. Hacerlo involuntariamente es caer en lo necio y hacerlo adrede es caer en lo mezquino. ¿Cómo podrá conocerse uno mismo si ignora la Historia de su país?.
A veces me he preguntado, ¿qué pasaría si tuviera que irme a vivir lejos de mi patria? Si por
razones de supervivencia, me viera obligada a hacerlo. Y antes de responderme, pienso en los
peruanos, colombianos, mexicanos...en los seres que se van de sus países, por diversas razones.
Condenarlos porque están lejos, me es ajeno. Es como tirar la primera piedra, censurar y no intentar comprender.
Si tuviera que vivir en otro país, sé que no me iría saltando de alegría. Mas, tampoco me amargaría la existencia. Seguiría siendo peruana a donde vaya, limeña a donde vaya, mujer/individuo a donde vaya, latinoamericana a donde vaya. Aprendería a amar al país en donde mi existencia se tornara, y seguiría siendo peruana.
Sé que muchos peruanos y peruanas podrían suscribir lo que he escrito, como sus sentires. Sé que desde sus hogares o sus errantes caminos, van con ese cariño indescriptible que es el
amor al país donde uno vio por vez primera, nebulosamente la vida. O ese amor al país en el
que creciste, te enamoraste, estudiaste, aprendiste a levantarte, después de caer duramente.
Amor al país inmenso, cuya Historia es también nuestra carta de existencia.
Por ellos, por nosotros que estamos tan lejos, tan cerca, brindo con este pisco sour, tan exquisito y fresco, como la esencia de nuestros deseos: ¡Viva el Perú, viva!
Que en estos 184 años hayan sucedido guerras, pérdidas territoriales, ahondamiento de crisis económicas y por ende sociales, humanas, no anula el carácter epónimo de nuestro origen. Y
esta indiscutible verdad debería ser la lumbrera transmitida en los colegios, para que nuestros
niños interiorizen este legítimo orgullo.
Somos un crisol de razas mezcladas, un mestizaje que responde al desarrollo natural de una sociedad, e inclusive a sus violencias, a sus heridas y cicatrices. Remontarnos a nuestros orígenes, es algo distinto a ser nostálgicos, a rebuscar algo irremediablemente perdido. Porque
es precisamente ir más allá de un tiempo de ignominia. Miles y miles de años antes que fuéramos colonia, fuimos un pueblo asimismo diverso, grandioso, pujante. Antes que el mismo Tahuantisuyo, culturas predecesoras delinearon el paso a otro estadio , cosmovisión y
gloria.
La esclavitud se asienta en varios campos. Se suele relacionar a la esclavitud con aquellas cadenas que sujetaban a los negros traídos de África. Al trabajo impago de los negros comprados como cosas o animales. Barbarie de barbaries. Y la esclavitud invade otros espacios, como los mentales, creencias inconscientes arraigadas como fardos , enclavadas como feroces enemigos dentro del ser humano. Creer aún en superioridades de razas, como si la ciencia no hubiera demostrado hace tiempo que la inteligencia no depende de un color de piel, sino de una
educación clarificadora, estimuladora de horizontes creativos; implica una honda cerrazón mental, que no es más que una esclavitud a pasiones extremadas, ofuscadas, sin ningún asidero real.
Las guerras, como 'salidas' para solucionar problemas territoriales, o para propiciar expoliacionesacontecen peligrosamente en el planeta.
Invadir un país, para sacar el oro de nuestra época: el petróleo y negar que es esa la razón fundamental de la tropelía. Ampararse en razones supuestamente lógicas, para matar y matar, saquear y saquear, hundir y hundir. La esclavitud también vive en las mentes sojuzgadas por la ambición, de la cual son prosternadores.
Nuestro país ha sido maltratado por sus gobernantes, y no es eso lo que merecemos: existir
mirando cómo pasa la vida o lo que es peor, sin darnos cuenta cómo pasa. "¿ Quién es ella para
decirlo?" se preguntarán algunos , ¿una blogueadora que está en su casa encerrada, con su vida doméstica? ¿sólo eso? nuevamente delimitaciones dogmáticas en las formulaciones. Cada
persona tiene derecho a expresarse fundamentando su posición, su anhelo, su gesto, su grito.
El debate es deseable cuando no se convierte en un intercambio de insultos o en una tribuna de
sandeces. Si alguien pregunta ¿quién discierne entre lo alturado y lo necio? la respuesta cae por su propio peso. El que ha preguntado desconoce qué es un debate.
Aquí en el puerto, he hallado una manera de expresarme sin que sea éste un espacio dedicado a opinar especialmente. A través de relatos, poemas o entrelíneas, mi visión de la vida se muestra y en días como éstos, -referentes, ya que a la Independencia es cuestión vital y jamás
circunstancial- voy más allá del impulso o del divertimento. Ser peruana, es lo que me
convoca y ese llamado, acudí presta.
Cuando una dice 'soy limeña'.
Pensaba en ¿cómo es posible amar a un país, si casi no lo conoces?. No es ese mi caso. He viajado a Cusco, Arequipa, Cerro de Pasco , Trujillo e Ica. Lo que en verdad es conocer poco a mi país.
Y a Lima, en su collage urbano, la quiero entrañablemente. Fiera, trashumante, bella, fea,
diversa, Lima es mi ciudad. A dónde vaya, sé que nadie me quitaría mi condición de limeña.
Creo que para amar al país donde uno nace y vive , siendo una habitante de una ciudad durante un tiempo determinante, lo que hay que hacer, es saber cómo es tu país, aunque sea tan maravilloso estudiar la cultura griega, aunque Nueva York seduzca con su Manhattan, sus puentes y su dinamismo, eso no significa que descuidemnos el cononocimiento de nuestra Historia. Hacerlo involuntariamente es caer en lo necio y hacerlo adrede es caer en lo mezquino. ¿Cómo podrá conocerse uno mismo si ignora la Historia de su país?.
A veces me he preguntado, ¿qué pasaría si tuviera que irme a vivir lejos de mi patria? Si por
razones de supervivencia, me viera obligada a hacerlo. Y antes de responderme, pienso en los
peruanos, colombianos, mexicanos...en los seres que se van de sus países, por diversas razones.
Condenarlos porque están lejos, me es ajeno. Es como tirar la primera piedra, censurar y no intentar comprender.
Si tuviera que vivir en otro país, sé que no me iría saltando de alegría. Mas, tampoco me amargaría la existencia. Seguiría siendo peruana a donde vaya, limeña a donde vaya, mujer/individuo a donde vaya, latinoamericana a donde vaya. Aprendería a amar al país en donde mi existencia se tornara, y seguiría siendo peruana.
Sé que muchos peruanos y peruanas podrían suscribir lo que he escrito, como sus sentires. Sé que desde sus hogares o sus errantes caminos, van con ese cariño indescriptible que es el
amor al país donde uno vio por vez primera, nebulosamente la vida. O ese amor al país en el
que creciste, te enamoraste, estudiaste, aprendiste a levantarte, después de caer duramente.
Amor al país inmenso, cuya Historia es también nuestra carta de existencia.
Por ellos, por nosotros que estamos tan lejos, tan cerca, brindo con este pisco sour, tan exquisito y fresco, como la esencia de nuestros deseos: ¡Viva el Perú, viva!
16 comentarios:
Bonitas reflexiones, Vir. Levantan el ánimo en una época en la que lo más necesario es optimismo y reconciliación... Y felices fiestas patrias...
Felicidades, Perú!
Martín, que la reconciliación nunca sea óbice para esclarecer y remontar ideas, lo sé. Muchas gracias por tu comentario. Celebro contigo en un saludo estas fiestas patrias.
Noemí: Muchas gracias por tu exclamación, por tu alegría. Salutes.
VIR, esto sin ano¡imos de joder pero esto es lo ke es...
ke tu patriota y yo patrita GOOD!!
FELÑICES 28 y los kiero, mierdaaaaaaaaaa
Kubi, desde aquí recibo tu entusiasmo... Que el milenario Cusco, con su majestuosa Macchu Picchu esté más iluminada que nunca.
Un grato salute.
¡Viva Perú! Lejano, cercano, amado, desconocido desde Europa, y representado admirablemente por personas como tú, que destilan amor por su país, por lo mejor de su patria. Me ha emocinado tu escrito de hoy, amiga VIR. Y no es una metáfora: me he emocionado con tu emoción y tu cariño, con tu claridad y con tu inteligencia. Es un placer leerte y de tu mano conocer una tierra de la que ya me había susurrado al oído el que considero una de las cimas de la poesía mundial, el gran Vallejo, el que le contaba a su madre, con ternura infinita, como era París. Felicidades por ser como eres.
vaya... las fiestas patrias se me pasaron sin darme cuenta... aún espero el día en que podamos decir "somos libres" y demostrar que lo somos. las ataduras mentales son peores que cualquier otra y eso es algo que jode mucho a nuestro país y a todos nosotros.
gracias por los comentarios y los posts tan interesantes. saludos.
ah... lo olvidaba... en el proceso de reinvención cambié la dirección de mi blog por algo más apropiado:
http://desordenpersonal.blogspot.com/
Roberto Zucco: Y a la vez tus afectuosas palabras que rebosan franqueza - la que he conocido a través de tus posts- me emociona.
"MECÁNICA, sincera y peruanísima
la del cerro colorado!
Suelo teórico y práctico!
Surcos inteligentes; ejemplo: el monolito y su cortejo!
Papales,cebadales. alfafares, cosa buena!
Cultivos que integran una asombrosa jerarquía de útiles y que lo integran con viento los mugidos,
las aguas con su sorda antiguedad!
Cuaternarios maíces, de opuestos natalicios,
los oigo por los pies cómo se alejan,
los huelo retornar cuando la tierra, tropieza con la ténica del cielo!
Molécula exabrupta! Átomo terso!..."
de 'POEMAS HUMANOS'
César Vallejo.
Con este extracto de 'TELÚRICA Y MAGNÉTICA', te envío mi saludo regocijado Roberto Zucco.
Carlox: Hace unos instantes he cambiado tu url y ya está el link en el puerto.
Así es, con ataduras mentales la visión se obnubila y los sentimientos se comprimen...
Un gratísimo salute Carlox y cuando alguna canción salga de ti, sé que tendrá su belleza, su fuerza. Sigo en contacto.
Cierto: nacer en un país no te hace grande. Tienes que esforzarte cada día para ser mejor.
Gracias por tú visita y comentarios. Tus elogios me abruman. No los merezco. Ya enlacé tu convocatoria a la marcha en el post de ese día y voy a anclar seguido por este puerto.
Más gratos saludos.
Me olvidaba: buena música.
He puesto a los Doors.
Esta exaltación patriótica le encantaría a mi amigo Juan. Él se pregunta, y no sin razón, por qué en nuestro país, en España, nos cuesta tanto sentirnos patriotas, por qué está tan mal visto.
Bueno, la respuesta está en muchos años de unidad nacional impuesta por la fuerza de las armas, en la represión secular contra las identidades locales, etc. Pero es cierto que deberíamos ir ya superando esos complejos; el presente es hoy.
Yo, de todas formas, es que soy un apátrida sin solución. Bueno, o eso creo.
Un beso, Vir. O mejor dicho: un grato salute ;-) VIVA PERÚ
Vlat: me pregunté al leer tus palabras sobre lo 'abrumadores' que son mis elogios,¿he dicho algo exagerado o falso?
Me corroboro al afirmar que en tu blog 'la vitalidad del periodista cuestionador late y comunica su su ruta, que compartimos un gran colectivo inconfomista'. Vlat, no tes sientas abrumdo y sí llamado a no declinar en tu escritura, en la que hay claridad y firmeza.
Hasta pronto.
Hormigo: Expresas claramente lo que acontece en España. Y te digo, que los nacionalismos beligerantes
no me llaman. Considerarme patriota como circunscribiendo a su país como el único lugar glorioso o sobretodo, no es mi norte.
Sobre ser apátrida, hay visiones y consideraciones, que nos llevaría un buen tiempo, tratar...
Cálidos salutes, Hormigo,ya cuando es 31 aquí en Lima.
!Viva el Perú: por una independencia potenciada en todos los trrenos".
Es lo mejor que leído en estos días cuando el fervor patrio, en mi interior, andaba alicaído.
Felicitaciones. Saludosm. MJO
Justamente volvía aquí Manuel Jesús, para enfatizar algo importante. Y hallo su comentario que me alienta y expreso:
Escribí animada por las fechas conmemorativas, con una certeza: como yo, hay peruanas y peruanos que aman su país. Sea dentro de él, se fuera de él. Escribir sobre nuestro Perú, es posible hacerlo en cualquier día, porque ya lo decía, nunca será circunstancial escribir sobre el páis que uno ama. Y ya sabemos que los amores no son por imposición, jamás.
Y negarse la posibilidad de escribir en el aniversario Patrio, en función al qué dirán o el qué no dirán no está dentro de mi visión acerca de lo que es escribir. No escribo supeditada a complacer o a polemizar por mover el piso . Escribo por impulso y no por mera racionalidad. Y en ese impulso, caben los sentimientos, los motivos, el pensar...
Creo que escribir en un espacio personal se hace desde diferentes perspectivas. Cierto, es personal, mas el que escribe escoge con su
propia escritura si lo que escribe, lo tendrá a él como centro, o lo hará para que a través de lo que escribe, salgan búsquedas, horizontes, interacción... que enriquecen el yo mas no lo atenazan como centro
si no como medio. Un medio para seguir aprendiendo...
Es lo que quería decirle a Roberto Zucco, amigo que a través de la blogosfera conocí y sigo conociendo.
Es también un agradecimiento a usted, Manuel Jesús, cuya bitácora
levanta su voz clarificando, dilucidando: una voz que se siente y a la que seres como la que escribe, convocan a cuestionar y a cuestionarse, sin intecniones inquisidoras ni cerradas. Libremente.
¡Muy gratos salutes a ambos!
Publicar un comentario