Escribo con las ideas agolpadas y no quiero ordenarlas. Prefiero que salgan como están, espontáneas, como si el intelocutor estuviera aquí, frente a mí, lo que resulta cierto si se asume que estamos de monitor a monitor, con nuestros sentimientos, soledades, dudas, rabias, amores y desamores.
Sin rollos, -espero- vamos.
Hoy, cuando amaneció, me asaltó la idea de que tal vez soy percibida como alguien con intenciones de dar una imagen de "corrección", "altura", y lo peor, de ser "cordial". Espantoso, realmente espantoso. Podría contar aquí, cómo va mi vida, y en vez de sentirme mejor, algo hosco me rompería lo que no es esperanza, mas sí una especie de ánimo, ímpetu para seguir, porque aunque soy madre, carajo, no soy sabia. Soy tan imperfecta, que me equivoco demasiado.
Nos equivocamos una y otra vez, ¿les sucede, que de pronto, todo se torna en una especie de juego macabro, como cuando éramos niños y estábamos en un vagón donde éramos lanzados de un extremo a otro?
Ah, nada parecidos a los políticos, siempre sonrientes, cuidando sus palabras, calculando el exacto efecto de lo que van a decir. Compitiendo.
Nunca me gustaron los concursos. Por ejemplo, en la blogósfera, cada año aparece uno, que desde España, alienta a los blogueadores a ir en pos de votos, por el premio mayor, que es escribir en un diario de "gran" circulación. Así que los blogueadores, estén en el área que estén, sean temáticos o no, aspirarán a la meta: eso implica que escriban en direccción a ese objetivo. Lo fundamental, será obtener un alto ratting, votación de por medio.
Quiero encontrarle el lado bueno a todo eso y pienso en el franco entusiasmo de blogueros que entran a esta convocatoria y me digo que no tengo por qué defenestrar estas inciativas. Si a ti te gustan los concursos, te atraen, te interesan, te ilusionan y piensas que vas a dar lo mejor ti, para alcanzar vetas notables: vas y plaaaaff, concursas.
Una carrera ya no por el "enlázame", sino por el "vótame".
Yo, que tal vez he sido vista como una "niña buena" de la blogósfera, ahora soy una niña mala, posiblemente, porque soy incorrecta para opinar.
Se supone que los niños malos, están fuera de lugar, son inoportunos.
Yo creo que habiendo parecido una niña buena, he sido inoportuna.
Pienso que no soy ni mala ni buena niña. Soy, simplemente y no tengo por qué enarbolar ningún rol.
Basta con el rol de madre que tengo, y que no quiero que sea un "rol" sino un hecho, que va evolucionando, sacándome lo que duramente se dice, "la mierda".
La mierda existencial, o la mierda llana y concreta del día a día.
Los gobernantes que pasan en nuestro país, resultan personajes irreales, pedazos de personalidades repelentes. Y sin embargo, creo que la política a parte de ser aburrida cuando es tan ideologizada, tiene gente honesta, con ideas que se alimentan de los imaginarios más amplios e interesantes. Así que por ese lado, sin hablar de esperanzas, creo en la fuerza de la gente, en la búsqueda de situaciones de vida donde no estemos condenados a la sofisticada cosificación.
¿Me contradije? los rollos se filtraron: ¿acaso no debiera decir nada?. Es que de eso se trata, quiero decir algo. O más que algo. Nada cambiará porque lo diga, ¿es inútil que me exprese?
Por eso, lo personal es político, y quiero decir lo que pienso. Si no soy querida en la blogósfera, o lo soy para algunos, eso ya no debiera importar.
Los afectos en la blogósfera son volátiles.
Es natural. No hay que escandalizarse por eso: son volátiles. La vida es volátil, la amistad lleva tiempo para hacerse sólida. Trac, como se intenta que la resquebrajadura de la pared sea subsanada. Se pinta y con una buena capa, no se nota. Encima irá una reproducción de Hooper, por ejemplo. Una mujer sola en el tren.
*
Que me digan "desencantada", como si fuera una acusación, me recuerda a las monjas, cuando en el colegio, criticaban si no te veían a gusto en la misa. Cierto rictus denotaba que la fé no estaba en una. Eso era condenable. Sea como sea, "debes tener fé". Sea como sea, debes, debes, debes...
*
puerto asterix, es para mí un lugar querido. Renegar de este lugar, sería como renegar de mí misma.
(Aquí debería estar la caricatura de una mujer palo palito cayendo en un paracaídas al pie del faro encendido en el puerto).
Ah, es posble que se piense "esta tipa no tiene afectos en su vida, por eso se aferra a su blog": eso suena también a acusación:
Oh, pex , así soy, quizá algo patética, la insomne mujer palo.
Sin rollos, -espero- vamos.
Hoy, cuando amaneció, me asaltó la idea de que tal vez soy percibida como alguien con intenciones de dar una imagen de "corrección", "altura", y lo peor, de ser "cordial". Espantoso, realmente espantoso. Podría contar aquí, cómo va mi vida, y en vez de sentirme mejor, algo hosco me rompería lo que no es esperanza, mas sí una especie de ánimo, ímpetu para seguir, porque aunque soy madre, carajo, no soy sabia. Soy tan imperfecta, que me equivoco demasiado.
Nos equivocamos una y otra vez, ¿les sucede, que de pronto, todo se torna en una especie de juego macabro, como cuando éramos niños y estábamos en un vagón donde éramos lanzados de un extremo a otro?
Ah, nada parecidos a los políticos, siempre sonrientes, cuidando sus palabras, calculando el exacto efecto de lo que van a decir. Compitiendo.
Nunca me gustaron los concursos. Por ejemplo, en la blogósfera, cada año aparece uno, que desde España, alienta a los blogueadores a ir en pos de votos, por el premio mayor, que es escribir en un diario de "gran" circulación. Así que los blogueadores, estén en el área que estén, sean temáticos o no, aspirarán a la meta: eso implica que escriban en direccción a ese objetivo. Lo fundamental, será obtener un alto ratting, votación de por medio.
Quiero encontrarle el lado bueno a todo eso y pienso en el franco entusiasmo de blogueros que entran a esta convocatoria y me digo que no tengo por qué defenestrar estas inciativas. Si a ti te gustan los concursos, te atraen, te interesan, te ilusionan y piensas que vas a dar lo mejor ti, para alcanzar vetas notables: vas y plaaaaff, concursas.
Una carrera ya no por el "enlázame", sino por el "vótame".
Yo, que tal vez he sido vista como una "niña buena" de la blogósfera, ahora soy una niña mala, posiblemente, porque soy incorrecta para opinar.
Se supone que los niños malos, están fuera de lugar, son inoportunos.
Yo creo que habiendo parecido una niña buena, he sido inoportuna.
Pienso que no soy ni mala ni buena niña. Soy, simplemente y no tengo por qué enarbolar ningún rol.
Basta con el rol de madre que tengo, y que no quiero que sea un "rol" sino un hecho, que va evolucionando, sacándome lo que duramente se dice, "la mierda".
La mierda existencial, o la mierda llana y concreta del día a día.
Los gobernantes que pasan en nuestro país, resultan personajes irreales, pedazos de personalidades repelentes. Y sin embargo, creo que la política a parte de ser aburrida cuando es tan ideologizada, tiene gente honesta, con ideas que se alimentan de los imaginarios más amplios e interesantes. Así que por ese lado, sin hablar de esperanzas, creo en la fuerza de la gente, en la búsqueda de situaciones de vida donde no estemos condenados a la sofisticada cosificación.
¿Me contradije? los rollos se filtraron: ¿acaso no debiera decir nada?. Es que de eso se trata, quiero decir algo. O más que algo. Nada cambiará porque lo diga, ¿es inútil que me exprese?
Por eso, lo personal es político, y quiero decir lo que pienso. Si no soy querida en la blogósfera, o lo soy para algunos, eso ya no debiera importar.
Los afectos en la blogósfera son volátiles.
Es natural. No hay que escandalizarse por eso: son volátiles. La vida es volátil, la amistad lleva tiempo para hacerse sólida. Trac, como se intenta que la resquebrajadura de la pared sea subsanada. Se pinta y con una buena capa, no se nota. Encima irá una reproducción de Hooper, por ejemplo. Una mujer sola en el tren.
*
Que me digan "desencantada", como si fuera una acusación, me recuerda a las monjas, cuando en el colegio, criticaban si no te veían a gusto en la misa. Cierto rictus denotaba que la fé no estaba en una. Eso era condenable. Sea como sea, "debes tener fé". Sea como sea, debes, debes, debes...
*
puerto asterix, es para mí un lugar querido. Renegar de este lugar, sería como renegar de mí misma.
(Aquí debería estar la caricatura de una mujer palo palito cayendo en un paracaídas al pie del faro encendido en el puerto).
Ah, es posble que se piense "esta tipa no tiene afectos en su vida, por eso se aferra a su blog": eso suena también a acusación:
Oh, pex , así soy, quizá algo patética, la insomne mujer palo.
(Tampoco es fatalismo. Uno busca cómo lidiar con sus monstruos).
Blogueros queridos, no creo en los afectos blogosféricos como para llenarse de espectativas. Nos queda la escritura, eso que es lo sustancioso, y como el futuro es hoy, estamos aquí.
Blogueros queridos, no creo en los afectos blogosféricos como para llenarse de espectativas. Nos queda la escritura, eso que es lo sustancioso, y como el futuro es hoy, estamos aquí.






