19.10.06

Otros celos

Salieri tenía celos del genial Mozart.
Mozart no le daba importancia a tales celos.

Mozart le daba importancia a la vida en sí. Aunque no era melodramático, solemne, ni se la pasaba declarando acerca de la trascendencia del arte.

Mozart, era sencillamente genial.


El celo como expresión de envidia. Salieri tenía celos de la admiración que suscitaba Mozart y una gran envidia de su talento.




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Ah, si no existiera el trabajo.
Emular a Paul Lafargue en "El derecho a la pereza".

Esta idea no es reciente. Me acompaña hace tiempo. Sin embargo, sé que cuando tienes un hijo, es imposible de aplicar a menos que tengas una herencia sólida, o que seas hijo de un magnate, o sea que tengas a la miseria lejos de ti, aunque tale vez tengas a la miseria de los gestos, delante de ti.

Es decir, que las planificaciones no están en vano. Podríamos vivir aproximadamente como quisiéramos, si hubiéramos delineado ciertos objetivos. Así que el trabajo como dignificación del ser humano, es una falacia en un mundo donde te expolian, te maltratan, no te dan estabilidad laboral y si estás "ilegalmente" trabajando, en un país del llamado Primer Mundo, eres tratado como sub-ciudadano, un poco más, sólo un poco más que un vago.



Por otra parte, es cierto. que la calidad de la vagancia, se ha desvalorizado mucho en estos tiempos.



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Me preguntaba de quién tendría celos yo, en este mundo de blogs y me respondí que de los que escriben magníficamente y disponen de mucho tiempo para plasmar sus imagineks. Loados sean.


Acometo contra estos celos míos, escribiendo, evitando compararme, intentando aproximarme, en la interacción/comentarios, a los que admiro, o aprecio en silencio blogs atisbados, en algún peregrino descubrimiento.

El bólido tiempo, se lleva los deseos. No me es posible comentar en muchos blogs: ahora el
tiempo me constriñe, y por las prisas del momento, al no apuntar url's, he perdido el rastro de blogs interesantes. A su vez, ellos tal vez me perdieron debido a la inconstancia en los comentarios.

El impulso por comentar en mi caso, es fuerte. Cortarlo porque he de dormir obligatoriamente para cumplir con otros deberes, produce en mí, cierto pesar, un sentimiento que aplaco escuchando música mientras me muevo, en el bus, en la calle, o cuando atravieso el malecón aquel. Allí, guardo el discman y solamente escucho el sonido marino.

El mar atraviesa los pensamientos, su cercanía expulsa esos seres imaginarios que roen el sucio corazón.


***




Celos.

No me asusta esa palabra.

Me interpela y derriba. Temporal quiebre.

No importa sino soy hermosa, no importa sino soy millonaria, tampoco si no soy recordada por alguien

(así es el olvido, al final se acepta: las pasiones físicas, pueden morir...)


importa que el bólido tiempo no se lleve las horas, vivir reduciendo los momentos de lectura,
de cine y conversaciones,, el tiempo para alterar de alguna manera la sociedad en la que vivimos

eso importa.




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Al poner los asteriscos, un pensamiento se me ha quedado como palanca de mi maquínica:

amo vivir, que es difetente a amar en sí la vida. La existencia se ilumina a veces, y cuando eso sucede, el dolor subyace, se rezaga, se oculta y vivir, es hemoso.








Aquella emoción, esa sorpresa... Esa mirada. Todo pasa...

9 comentarios:

Tomamientras dijo...

para eso tuvimos 6 años no haciamos nada y no teniamos conciencia de nada, el trabajo era para los adultos los celos para las tias. si acaso sabiamos que era.

Anónimo dijo...

Buen muchacho.

Naxos dijo...

Querida, Vir, Rain, Mistress Asterix... Hola, paso a saludarte y a leerte un poco. Es agradable encontrate acá, y es agradable encontrarme a mi mismo por estos lares. Oye sobre los celos... pues qué decir. Todos los hemos sentido, es un sentimiento rastrero. Cuando los padecía estaba consciente de que eran una especie de error de programación, descubrí que el lenguaje, las palabras que creamos y que nos creemos, tanto para los demás como para uno mismo, no impiden que nos desprendamos de ciertas ideas tontas, como por ejemplo y primordialmente: la idea de propiedad, de pertenencia, la idea de que tenemos algo y que eso nos corresponde. Ya basta con eso, ese sentimiento surge como efecto de una insuficiencia en el lenguaje, que nos hace pensar que podemos obtener placer o satisfacciones a partir de lo que no tenemos. Nada nos falta, mientras tengamos vida, lo tenemos todo. Rompamos el ciclo de la falta y de la ausencia, dejemos los sentimientos rastreros. Es un proceso, hay que lograrlo y cambiar esta triste fachada de ser humano. Como sea, no es fácil, y es todo un asunto...hay que echarle ganas!!
te mando saludos muchos
:-)
saludos a Alvar!!

Rain (Virginia M.T.) dijo...

¡Adriano, hola!

Lo dices con total claridad.
Porque hay sensaciones venenosas, y estar sin ellas, es como hacerse una limpieza interior a fondo. También es una cuestión de egoísmo, sin patologías, porque al limpiarnos, estamos despejados, aptos para percibir el mundo, para dejarnos ser...Es más que lo que podría corresponder a un consejo coelhiano :).
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Alvar ahora duerme: se alegrará cuando sepa que lo recuerdas.

Abraxo y hasta pronto.

Marga dijo...

Chapó!!!

Puntualizaría cada uno de tus puntos pero para qué si sólo los suscribiría y sonaría a peloteo... jeje.

Todo pasa, todo importa pero menos...

Besossss, Vir

Cronopio444 dijo...

En la pelea contra el bólido tiempo está el secreto... Seguramente, hay que dejarse ganar de vez en cuando... Besos.

tzarel dijo...

Desprendimiento. Naxos invoca el desprendimiento. Si uno se fija en su personalidad, encuentra que es coherente con lo que invoca. Sus argumentos se asientan sobre su propia experiencia. Naxos en un individuo sui géneris. Cuenta Arrebatos, con su declaración desnuda, también.
Ser desprendido, y haberse liberado de bajezas como las que implican los celos, exige una predisposicion íntima que no todos están dispuestos a forjar dentro de sus interioridades. No sólo se trata de una cuestión estrictamente ética, sino también de una espiritualidad desarrollada, volcada a los cambios.
El proceso es una odisea, y vale la pena.
Los celos, sean los que sean, no traen sal ni pimienta (recetas sentimentales) ni siquiera la adrenalina mistificadora :)
sino una caída, un descenso al infrainfierno.
¿Lo crees?

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Marga, extrapolando, hay cuestiones que importan más...
a ver si un día hablo de ellas.
Es como ver más allá de lo que nos ponen encima de las narices, el retumbar tac toc de todo lo que vemos...

:) salutes en día soleado, desde Lima.


***







Cronopio, ´¿pelear con el tiempo¿
¿de veras? creo que allí se van las energías
no creo estra interesada en pelear contra el bólido tiempo. Sería ...no sé, algo así como pelear contra una corriente que me sobrepasa. Ni queiro ganarle, ni quiero que me derrote. ¿Qué quiero?

Dejarlo pasar sin angustias...¿será posible?


salutes y gracias...





***





Tzarel,
con la espiritualidad hay todo un rollo, sólo que más que rollo, el punto está en decidirse a dejar los lastres...

Con la espiritualidad, se fluye, así como con la escritura, lo entiendo. Hay una intención de ir hacia un estado mental e introspectivo distinto. La intención está cargada de sinceridad, de despojamiento...
sí.
Suena todo muy teórico :)
por eso mejor hacerlo




estamos en el cybermov... chao.

Unknown dijo...

Los celos son peligroso, por que planteas a la persona como objeto, y planteando una propiedad que no es ni siquiera eso. Es de esas cosas que se pueden discutir por horas....