¿Creías que el cielo existía mi niño?
las nubes eran formas flotantes que contemplabas esperando
al cielo abriéndose con cornetas y ángeles
un ángel negro asomaba sonriente y te saludaba como si fueras un viejo amigo suyo
una mujer vestida de azul te abrazaba y Dios cantaba algo incomprensible, escondido allí donde nadie lo encontraría
oh, los sueños, mi niño, a veces son peligrosos y si te descuidas, el cielo se vuelve
infierno y los ángeles se estrellan contra tus juguetes, se quedan sin alas ni dulces
El cielo no existe, lo descubriste juntando nubes y pensamientos, sin algún reparador de sueños tocando a tu puerta, ni princesa dorada que te cante algo mágico, y al final del pasillo, qué belleza tan herida te tocaría mi niño
ah, la adivinaza que nadie resuelve: ¿dónde está el cielo si sus ángeles existen?
ah, los ojos asombrados mirando a las hadas desapareciendo en un trineo
y al amable ogro diciéndote adiós en un avioneta
dibujos animados en serie perdiéndose en el firmamento y tú triste, triste
sin nada de nada, florecitas caídas en el invierno, restos de melancolía, solamente el aroma de una mujer desolada atravesando el bólido tiempo
solamente alguna aventurada mirada posándose en tu tierna cabeza
más allá, los mayorales del hambre y el engaño
tu alimento será la risa de otros niños, el balanceo de los columpios
una eléctrica hermosura sin señales de horror, los juegos y el mar, las preguntas y algún extraño amor
el cielo no existe, y el tiempo pasa.
las nubes eran formas flotantes que contemplabas esperando
al cielo abriéndose con cornetas y ángeles
un ángel negro asomaba sonriente y te saludaba como si fueras un viejo amigo suyo
una mujer vestida de azul te abrazaba y Dios cantaba algo incomprensible, escondido allí donde nadie lo encontraría
oh, los sueños, mi niño, a veces son peligrosos y si te descuidas, el cielo se vuelve
infierno y los ángeles se estrellan contra tus juguetes, se quedan sin alas ni dulces
El cielo no existe, lo descubriste juntando nubes y pensamientos, sin algún reparador de sueños tocando a tu puerta, ni princesa dorada que te cante algo mágico, y al final del pasillo, qué belleza tan herida te tocaría mi niño
ah, la adivinaza que nadie resuelve: ¿dónde está el cielo si sus ángeles existen?
ah, los ojos asombrados mirando a las hadas desapareciendo en un trineo
y al amable ogro diciéndote adiós en un avioneta
dibujos animados en serie perdiéndose en el firmamento y tú triste, triste
sin nada de nada, florecitas caídas en el invierno, restos de melancolía, solamente el aroma de una mujer desolada atravesando el bólido tiempo
solamente alguna aventurada mirada posándose en tu tierna cabeza
más allá, los mayorales del hambre y el engaño
tu alimento será la risa de otros niños, el balanceo de los columpios
una eléctrica hermosura sin señales de horror, los juegos y el mar, las preguntas y algún extraño amor
el cielo no existe, y el tiempo pasa.
4 comentarios:
En el columpio tiempo se mecen los eternos niños.
Sí, Auster no me cansa.
:)
en colegio me respondían a la duda de la existencia del cielo diciéndome que tanto éste, como el infierno y el purgatorio son estados y no lugares.
entendiéndolo así, el cielo debe ser el estado de nirvana, esa unión con el todo en el que todo fluye hacia todas partes, dentro, fuera y por uno mismo.
energía divergente, así debe ser el cielo...
claro, son sólo hipótesis que no permiten ser comprobadas desde donde estamos.
con X ;)
saludos Rain. sigue lavando la ciudad con tu mirada.
Tzarel, pensanndo en Doria, pensando en Doria...
qué hermosa metáfora: el columpio tiempo.
:) qué hermosa.
****
Carlox, es como que quisiéramos explicar el esplendor...
no podrá ser con el lenguaje cotidiano.
El cielo existe en ciertas maravillas. Lo has dicho.
También he tratado de decirlo, y escribí ahora. Es el poema que viene.
Abraxo.
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