28.8.06

Súbete a la ventana

Recordó que había soñado que atravesaba un pasaje oscuro porque ella había muerto y él ya no sabía quién era ni por qué caía sobre el pavimento. Se lo había contado a Rain, que lo escribió en su blog.

- Perdóname, lo escribí en un impulso y me salió algo flojo, que no hace justicia a tu, digamos pesadilla.
Rain miró al piso, como cuando era chiquita y se avergonzaba por haber hecho mal la asignación escolar.

El muchacho la miró desconcertado y cogió su mano, echando a correr. Ella se hubiera reído si no fuera por la expresión del chico. Un alucinado, eso es lo que parecía.


Llegaron al pie de un viejo caserón. Él le dijo: súbete a la ventana, apóyate en mí. Rain lo hizo porque en ese pedido había algo pavoroso, algo que la apenaba.

- Aquí debería estar Eleafar, él tendría la palabra precisa, pensó Rain.

La estatura del chico facilitó que subiera rápidamente, antes que Rain entrara a la abandonada casa.

Al fondo del inmenso patio, estaba el salón como una réplica de aquel que en La edad de la inocencia, Michelle Pheiffer cautivaba a Daniel Day-Lewis. Había maderas rotas, sillas de una época lejana, telearañas y la penumbra era la de una escena de horror.

Él sonrió. Dio unos pasos firmes como si fuera un soldado y llegó hacia una mesa redonda .

- Uno, dos, tres, dijo como si fuera a decir el número de la lotería.

¡Tararará!, escuchemos. Oh, fue la gloria.

En aquel fonógrafo sonó la voz de Edith Piaf. Rain avanzó hacia el muchacho y le miró largamente. Él cogió sus manos y comenzaron a bailar. Era una canción sobre el amor en los hoteles, el triste amor, y las perfidias lejanas.

Aquella casa era un hotel de fantasía.

- Se llamaría La gran teleraña, dijo ella riéndose.

- Se llamaría Dream dk, dijo él.

- Ya, sé que La gran telearaña, niet, mas Dream y dk, ¿por qué?

- D, de día, K de caro con k, día caro, día valioso en homenaje a este día.

- Que se acaba, no vaya a venir el fantasma de las casas viejas, ¿hay por aquí una lámpara mi querido alucinado?

- Hay dos. Vamos, bailemos otra vez.

- A contraluz mi querido desalucinado, a contra luz.

Bailaron y bailaron, mientras la lluvia mojaba los ventanales y el Gorrión de París cantaba. Anochecía. El mundo era aquel gran salón, y a lo lejos se oía la risa de los niños que jugaban como si la vida fuera juego, y nada más que juego.

Foto: Abandonos, de Marta Pereyra.


12 comentarios:

KuruPicho dijo...

Si, el alucinado y Rain representan esa busqueda de lugares ìntimos, no globalizados, que escapen a la uniformizaciòn mediàtica, que llega al punto de ordenar nuestros gestos (hollywood y el cigarrilo, vg.).Esa es la consigna, buscar recovecos, paisajes no triangulizados, de topografìa accidentada y que escondan tesoros para us conquistadores, los pròfugos de la rutina.

Anónimo dijo...

Recuerdo una frase al haber leído tu post: la pelota con la que jugaba en el patio todavía no tocó el suelo.

Un saludo. Avísame si algún día decides publicar algo para tener mi apoyo personal y por supuesto tener algo tuyo entre mis manos. <¡>

Anónimo dijo...

Que bonito, dos okupas bailando a la música de un fonógrafo en el hotel de sus sueños. Me ha encantado leerlo.

Un beso.

Unknown dijo...

...como el gorjeo de Piaf en las mañanas de un Montmartre que entendería Amelie, y no MC Solar. Volver a recuperar el ático intimo y acogedor de nuestros sueños.

O tal vez el de todos

Anónimo dijo...

Cálidas imágenes, Virginia. Cálidas. Abrazo.

Carlox dijo...

a pesar de todas mis percepciones respecto a la vida, yo aún creo que la vida es juego, un juego importante.
saludos V.

tzarel dijo...

Anoche reflexionaba sobre la seducción. El uso del cuerpo como elemento central de su radar y acción. Un uso excluyente de la espontaneidad en alta escala. La obviedad, el instinto sexual cerrado, como si no fuera posible darle un bagaje que no se limite al vértigo ni al sentimentalismo. Las palabras son canales de la seducción más duradera. Seremos algún día viejos, seguiremos siendo seducidos por ellas si nos convocaron desde antes. Tras de la palabra está la mirada atenta, su intención metalúdica.
Las palabras desbrozando imágenes, moviéndose como en un karma autónomo.
El juego permanente es ahora, cuando la infancia se fue hace tiempo, una voluntaria acción. Tú eres madre; para ti la vida no es juego constante, porque las preocupaciones y responsabilidades están en tu cotidianidad, pero juegas con la imaginación, escribes, allí eres tú sin presiones, forjando tu espacio, dejando posts como éste en donde dos seres viven el tiempo de la dicha.
Rain, desde mi ermita te miro.

XIGGIX dijo...

yo evocaria la escena de la pelicula perfume de mujer, cuando al pacino invita a una bella mujer a bailar y la joven le dice: no puedo, pq en un momento mi novio llegara, a lo q el responde: en un momento !se vive una vida! y la conduce a bailar un tango q empieza la orquesta a tocar...esa escena es de una intensidad sobrecogedora...
asi, se iluminaria aquel salon...

Anónimo dijo...

Qué bakán. Un fonógrafo, una casa abandonada, ellos, Edith Piaf y la lluvia.

Eleafar Cananita dijo...

ay vir&, ojala uno de verdad tuviera exactitud para decir cosas, y no ese sinfin de sonidos que llamamos lenguaje.

en tu escrito hay olor a madera, a stucco y a lepisma de libro.

ves la imposibilidad de las palabras?

:)

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Qué comentarios...

¡Grax!. Los contestaré. Ahora publico un post y más tarde me doy mi tiempo para contestar.

:) Mañana tendré más tiempo. Y yo que no quise desvelarme.

Salutes a todos. Voy leyendo los blogs...

Anónimo dijo...

Se me complicó la publicación del post y aquí estoy, esperando que al agua hierva.

Los comentarios a este post son inspiradores: grax otra vez. Me interesa conmetarlos a mi vez, salutes.
(Creta, delicatessen, ¿estás por allí? recién vi tu comentario, en el otro post... porque apago la compu, más tarde te contesto, chao
:) )