12.5.06

Los afectos, la compasión y la muerte

Llego a casa y aún tengo los ojos con lágrimas. Intento detenerlas. Intento no recordar más. Llegaron F y Eliana a la casa de Doria, hace unos minutos. Y ahora estoy aquí en casa. Alvar duerme y pienso. F evocó a Josemari. Y otra vez sobrevino esa pena que me abruma cuando lo recuerdo. Porque hay penas de las que no se habla, sino se escribe y se siente. Y esta noche, al hablar de la muerte de Andrés, F reflexionó y estaba ya entrando en el tema del Ayahuasca como vislumbrador y elemento sanador, cuando recordó el poema de Josemari y yo traté que el nudo en mi garganta se me deshiciera y quise que la inteligencia emocional fuera mi instrumento de autodominio, mas no, sólo lloré y me fui.
(Temblor real en Lima y temblor en mí).
Seré cruda esta vez o lo que sea: es una mierda quien desconoce los afectos. Si hablamos de fantoches, a esos los veo en quienes no tienen compasión. A quienes se embarran en las palabras duras y aluden a lo dark como si fuera algo emparentado con la frialdad, la indiferencia, el estoicismo desnaturalizado, la sequedad emocional.
Si leo 'Cantos de Maldoror' y lo releo, y lo tengo entre mis libros de cabecera, eso no implica que yo enarbole la crueldad como paradigma ni que crea que lo dark es ser alguien que ante la muerte es inmutable, como si de eso se tratara lo gótico. Como si un vulgar criminal fuera un personaje dark y oh, qué belleza en eso y demás necedades, demás estrechez mental y emocional o la negación del spleen en tales espíritus, realmente anodinos.
Pienso que esa es la verdadera enfermedad del alma, la indiferencia, la dureza por la dureza, la comprensión prosaica de la pulsación thanática. Lo que Gilles enseñó, tornado en despedazamiento extremo: el rizoma destruido.
Lloré y lloro, y mis lágrimas salieron no por un romance intrascendente, no porque se rompió mi blusa linda, ni porque no hay vino en casa, o porque no tenga 'pareja' ( la verdad es que el término 'pareja' me resulta feo, diré, porque no tengo un spleen humano. Déjenme con mis maneras de expresarme...así soy, y no reniego de mí) o porque extrañe a L.
Lloré porque la muerte se llevó a gente que quise. A Josemari, a quien otros frecuentaron más que yo, a quien quise mucho entre encuentros, en las calles, cafes y bares de nuestra Lima. Quien me conoció cuando recién salía a vender libros y conversábamos largamente en esos encuentros. Conversaciones fulgurantes, conversaciones nada comunes. Conversaciones inolvidables.
Lloré esta mañana por alguien que no conocí personalmente. Mis lágrimas cayeron lentas. Y cuando leí la noticia en 'El Comercio' que F guardó ayer en la casa de Doria, la tristeza me abrumó e hice un gran esfuerzo para atenuarla y hacerla a un lado. Sin ser dura, sin ser una viva muestra de lo recio, me fui al baño, mojé mi cara con agua fresca y me fui a atender a Doria, bendita Doria que con su sonrisa me acarició y me regaló alas, esas alas, que carajo, a veces pierdo, por los quehaceres grises y la opacidad de la existencia. Esas alas, cierto Tzarel, para volar y volar.
Afectos
A la dureza la dejo para los momentos de guerra. Guerra personal. Guerra metafísica. Guerra material, la de la señal física de alguna debilidad que me trastoca. Dureza para ser mejor y para ser quien soy.
Alguna vez quería creer en la neoternura, mas no, me equivoqué. Es la ternura a secas.
La ternura en su exaltación o en su serenidad está en los afectos. Un hombre, una mujer que han sido alguna vez crueles, son capaces de ser tiernos si se limpian con algún cariño de esos que nada tiene que ver con Corin Tellado, con esa asquerosa reunión de escenas empalagosas, con esos gestos de telenovelas donde el dolor bulle y el happy end está preparado como si nada. Tan simplista todo, tan fácil, la armonía pintadita, preparada, abrillantada, esmaltada, arrojada en primer plano.
A la felicidad se llega por los caminos difíciles y es la angustia su contraparte latente, tan latente, que si no se atisba su sombra, es porque se cree tan fácilmente en las rutas iluminadas sin baches, obstáculos, todo como en una carretera inexistente. Qué carajo, todo tan sencillo. Un mundo desinfectado, oh ácido mundo.
El fascismo tenía y tiene esa maldita dureza, que ni es corrosiva de una manera inteligente, sino criminal en su totalitarismo, tan sin sonrisa de desparpajo, ya que el conservadurismo es su esencia. Un fascista enamorado puede ser un fantoche. Un fantoche puede ser un fascista. Un fantoche siempre será el que llama fantoches a los que nada tienen de tales. Un fantoche es un ignorante, un elemento fallido. Un fantoche es quien se deja usar por otros o quien grita su calidad de fantoche al expresarse vulgarmente, sin el menor asomo de una ironía eficaz. Un fantoche es eso: un fantoche. Y su destino es ser fantoche a secas, como todo lo que hiede y ensucia lo que roza siquiera un poco. Ensucia, mas no mata. Mas como hay un conocimiento previo de lo que es el fantoche, ante la posibilidad de su paso, el sucio corazón (cuya metafórica suciedad es abismal de la del fantoche) se endurece y es esta la dureza necesaria. O imprescindible.
***
Andrés: ¿porqué tú? ah, esa pregunta, ah esa interrogante que jamás será contestada por todos los tratados de psicoanálisis, porque las garras de la depresión no son las únicas azuzadoras de la búsqueda de la muerte. Porque no es tampoco el discurso fúnebre, con sus referencias a tus virtudes, las que rescatarán algo de tu angustia más profunda, de tus sinrazones y motivos íntimos.
Solamente los afectos pintan el cuadro más nítido del ser ausente. Y lo dignifican, lo abrazan en la memoria, lo convocan y alientan a permanecer vivo en el tiempo. Sí, Andrés, en el bólido tiempo.
***
La compasión
En unas semanas, he reunido meditaciones que me han hecho ver más de mis miserias humanas y de mis cualidades. Apunto mis pasos a depurarme...
He pensado en la compasión. He sentido compasión. Ahora la conozco más a fondo. Y no es la compasión que contiene conmiseración, mirada de caricativa persona arañando sus ganas de ser reconocida como la buenecita de la película. Mi película vida.
¿Has pensado en tu película/vida?
Ah, Teresa de Calcuta, tu compasión, tu compasión, tu compasión... qué lejana.
Vi a esa señora enrarecida en una religión que la encierra: está presa y ama su prisión. (Me refiero a una de esas personas cuyo mundo es la vereda de su casa , el mercado, los hijos y punto. Me refiero a una mujer que habla fascinada de su religión, y de lo bien que lucen las mujeres con el pelo recogido, de los vestidos de los años 50 y del amor acaramelado). La compadecí, la compadezco. Sencilla mujer, una de las que se dejan engañar con sonrisas y palabras doradas, ah, siempre las doradas palabras cayendo como bálsamo sobre las simples gentes. Muy doradas, demasiado.
***
Alvar abraza a Doria y le dice sonriéndole tiernamente mientras acaricia su cabeza pelusa: "te quiero Doria".
Doria querida. Yo también te quiero mucho, bendita nena. Algún día sabrás de ángeles caídos, de alas, de durezas, de fantoches, de rizomas, de ternuras, de viajes. Algún día, querida.
Entretanto sueña con nubes y escucha el sonido marino. En primavera iremos a ver el mar, Doria. El bólido tiempo viene y va. Iremos al mar pequeñita.
Sigue soñando querida.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Estremece la muerte de un joven como Andrés Kishimoto. Me pregunto cómo es posible la caída final de un ser humano, cuando puede dar luz a otros y ninguna condena hay en mi pregunta. Hay perplejidad y en tu post hallo una respuesta, el misterio de una muerte, que no acepto, de alguien que tampoco conocí. Por su blog, es que su voz llega, y esa realidad es la que me hace no aceptar su muerte.


Cuida tu vida Vir&. Saludos a la bebita.

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Es que es lo dices, lo has comprendido: el misterio de su muerte.


Andrés. Y el misterio, su misterio, el de su muerte. Su vida fue breve ...

Ah, no sé más I.

Gracias por acompañarme en esta madrugada.

nacho dijo...

A mi siempre me ha extrañado la pregunta ¿por qué? cuando alguien muere y, sin embargo, no decimos ¿por qué? cuando alguien nace.

Dicho esto, creo que lo importante es el afecto. Así que todo mi cariño para ti.

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Nacho, es que cuando los niños son 'accidentes', de pronto no son deseados, se da 'el inconveniente de haber nacido'... ah, viejo Emile, sabio insomne...


Abracillo.

Man Ray dijo...

Te adoroo!!!

(por eso de "Un lobo escribiendo")

¿Sabes cómo reconocer a un fantoche? No tienen sentido del humor.

Es lo mismo que alguien me dijo sobre cómo diferenciar a un idealista de un fanático.

Anónimo dijo...

No pues

No se trata de eso

Te deprimes lloras o te descompones por el simple hecho de verte reflejada en este muchacho que se caba de suicidar.SE ACABA DE MATAR.

Lo entiendes?

Aca no esta tu poesia ni tu sabiduria.Aca esta tu espejo de todos los dias. Este tambien es tu problema diario, es tu enfermedad.Te has preguntado por que no duermes, por que no tienes ganas para el trabajo,por que no te alimentas bien, por que ocupas toda tu cabezota en una computadora y sacas a la luz lo que llamas tus miserias.

Tu tambien tienes un problema,Tu tambien vas por ahi.Si tienes la suficiente fortaleza reconoce que tienes un problema que necesitas asistencia profesional (yo que tu, lo veria hace rato sabiendo que tengo la responsabilidad de cuidar de un hijo) O quieres que te vea un dia colgando de la viga o tirada en la cama botando espuma.

Señora, estamos hablando de DEPRESION

y esto es un PROBLEMA.

No es Pizarnik ni Juan Ojeda ni Ian Curtis ni menos Virginia Wolf. Es la enfermedad de nuestros tiempos.

Asi que por favor deja ya de impresionar con tu Fantoche discurso de llorar por alguien que nunca viste la cara, ni invertiste media hora en conocerlo personalmente. Este muchacho padecia de un problema. No se rodeo de tu estupida poesia ni tu Mierda existencial.

Tu no sabes nada de el.

Nadie de aqui sabe nada de el.

"A llorar a la playa" rezaba un viejo dicho.

Suelta ya esta pita y busca a alguien que te ayude.

Atte

Hiroshima

Aprende de Doria mujer enferma.

Anónimo dijo...

Este comentario va directamente para Hirodhima, no se como puede existir alguíen como tu, tu te deberias de ir, las personas que piensan como tu estan demás en este mundo, como puedes opinar o hacer un comentario de gente que es normal, aquí el que esta enfermo y necesita de un doctor eres tu, piensalo, y ojala que tu cabesita no te de vueltas.

Anónimo dijo...

¿por qué la muerte de pronto se lleva a los seres que dejaron estelas? ¿por qué tan pronto viene?

Virginia la muerte no lo busco a Andres, Andres busco a la muerte.Como muchas personas lo hacen a diario en Lima y en el Peru.

Por favor ten mas cuidado de tratar este tema. Si deseas usar su nombre para vincularlo con opiniones u observaciones tuyas mejor usa nombre propio.

No concuerdo con las malcriadeces del tal "Hiroshima" pero seria bueno que ya no manosees tanto este delicado tema, menos si tiene el nombre de Andres, una persona que de hecho no puedes decir que conoces bien solo por escribirle dos, tres o cuatro veces.

Gracias

Los amigos de Andres

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Me preguntaba si debía borrar el comentario del inefable Hiroshima,que según los anónimos amigos de Andrés escribe 'malcriadeces' .

Los supuestos amigos de Andrés, anónimos, le dicen malcriadeces a las descolocadas y delirantes disquisiciones de 'Hiroshima'.


Y dejo el comentario, aunque aluda a mi condición materna, para recordar lo que ya no es miseria humana sino algo que rebasa con creces lo miserable.

Me pregunto si en una sociedad como en la que vivimos alguien no tiene problemas, si acaso alguien vive en una panacea existencial, pragmática,etc, etc. Aparentemente algún hijito de millonario. Aparentemente.

Es gracioso. Se sacan conclusiones sobre otro ser humano. Por eso es que me refería en el post a lo que nunca se sabe ni por el diagnóstico de la depresión evidente, ni por el trato cotidiano con las personas, con los amigos. No saco conclusiones rotundas respecto a Andrés.


Recuerdo que cuando hace años leí que Nelson Mandela salía libre, me alegré y lloré de alegría.

Lloré. No me averguenzo de llorar, ¿por qué ver a las lágrimas como estigma?

puedo llorar por quien no traté más de 5 veces, y eso no hará que mi dolor sea falso,

puedo a veces quedarme hasta tarde escribiendo, porque amo escribir y si ese es un problema, es mi problema, y no le hago daño a nadie, escribiendo. Si 'Hiroshima' se desgañita en su rabia por mi post, es gracioso. Su desgañitamiento es lo que diría , botar espuma por la boca.

Y bueno, si me alimento :)

en medio de las vulgaridades de H, me he reído leyendo eso, porque prefiero ser un palo a una masa de cebo. Y mi salud está en su punto, lo que contradice a H, mas que se hace, así es. Estoy bien.

Sobre salud mental, creo que gracias a mis lecturas y vivencias, cierta fortaleza hay en mí y sin pretender alardear de ella, aquí estoy.

Soy escéptica respecto a muchas cosas: enhorabuena. Suelo ser agridulce, la desesperanza es mi signo: enhorabuena.

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Acerca de la muerte y la depresión:
si H dice que A buscó la muerte, yo sigo creyendo que la muerte vino a él. Y se correspondieron. por eso la depresión, por eso no es necesario ser alguien célebre para escribir sobre la muerte o sobre la depresión, o creer que si no se padeció la depresión, es imposible hablar de ella.

Podría contar cómo fue mi depresión, mas como me sucede con otros hechos de mi vida, no quiero escribir sobre ello, o por ahora no me dan ganas, o porque es muy mío, y no me provoca develar lo que fue y cómo se llevaba mis fuerzas. Lo que fue.


Los ahorcamientos me resultan antiestéticas maneras de morir. Y lo de botar espuma, no me concierne. La epilepsia o las convulsiones me han dado la espalda: mejor dicho me desconocen.

Oh, pobre de mí, 'Hiroshima', ¿no?



Fuera de lugar está mencionar a Doria: aunque es verdad que ella me enseña a diario la inocencia original.


kaput . (Ý llegó la medianoche...)

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Di, sé e'excesiva' cuanqdo quieras :)

te escucho.

Sí, sobre la maternidad ya noto aquí cerca mío un revuelo (actuaciones, ay ir al cole de Al. Por él lo haré. ..)

:)

Gracias por ser 'excesiva' :)

Anónimo dijo...

Una de las más posteadoras más brillantes de la blogósfera es envidiada con una saña que me recuerda a la de Salieri.

Tus argumentos son irrefutables. Felicitaciones.

Si escribes como escribes, los comentarios biliosos
de tu Salieri, :)

te resbalan, ya te veo.

:)


Si Andrés te enlazaba era porque te apreciaba. Él era mesurado, y tenía buen gusto.

Sufrió y decidió su final. Haces bien en recordarlo.

Si pudiera conocerte.