18.3.06

Extrañar

Extraño aquellos rieles que vi en mi infancia.
Corría y daba vueltas alrededor de los trenes en la Estación de Desamparados en Lima, cuando era una chiquilla flaca con helado en la mano. Mi padre me miraba distraídamente. Mi padre sonreía y el mundo era bello.

Cuando hablamos de las guerras, supe que el mundo era algo horrible. Que había gente malvada y que todas mis ilusiones sólo eran un manojo de flores imaginarias.

En el colegio las monjas me enseñaron a ver el mundo más feo, más hostil, más cerrado.

Y ya no veía rieles, ni a mi padre. Ya no iba a la Estación del tren.
Extraño aquellos rieles, extraño a mi padre.

La primera vez que supe que el cuerpo era fuente de placer fue cuando Sor Teresa dijo que el cuerpo era fuente de pecado. Dio un sermón antes de que las internas nos ducháramos y en su incendiario discurso, su cara era una masa con ojos, ojos iracundos, ojos de mujer casta por decreto.

En la ducha, en esos breves minutos a solas, supe que mis nacientes senos eran lo más hermoso de mi cuerpo y claro, entendí que Sor Teresa estaba loca. Y que su locura era de las que hacen a los seres, unos pobres diablos.

- "¡Cuídense niñas de lo que sus cuerpos les diga!"

Patty estaba en Argentina, y Mariela estaba en otro grupo. Me reí sola entre dientes mientras mi compañera de fila me miraba de reojo desaprobándome. En plena era tenológica, aquel discurso era escuchado . Lo ideal hubiera sido que nos abalanzáramos sobre Sor Teresa y le hubiéramos sacado el hábito, haciéndola saltar por los aires para que se fuera volando por la ventana como en una película de Fellini.

Extraño esas risas cocodrilescas de las monjas, que como personajes de Goya se mordían las manos en sus noches solitarias. Alguna vez vi a una monja ancianita mordiendo su puño en la noche, acostada en su fiebre y su extrañeza.

Extraño imágenes que vi en películas y escenas reales. Algunas se repiten inesperadamente.
Y atino a guardarlas cuidadosamente en mí.
Entretanto sueño con el hielo y con los contrastes del rojo cayendo sobre el negro, en una enigmática imagen.

Extraño a alguien. El timbre de su voz y lo demás. Lo demás que es importante. Sublime como una noche de lluvia torrencial.
Extraño caminar en medio de la nieve, en una tarde oscura y hermosa.

Extraño a la Filmoteca del Museo de Arte, abierta, con funciones de cine en las tardes y en las noches.

Extraño el sonido de las hojas crujiendo en los árboles en el otoño europeo.

Extraño las risas con Juanita en esas tardes lejanas de conversaciones en el Café 'Dominó' cuando estaba en el pasaje aquel, en pleno Jirón de la Unión.

Extraño la primera vez que di leche de mi seno a mi niño.

Extraño todo lo que ya no volverá y me hizo feliz. Pespunteado de recuerdos. Plaf, y no sé .

Te extraño, te extraño y por eso escribo, para no extrañarte. Me miro al espejo y me asusta un poco la mirada que tengo. Y por eso también escribo.


Fotos: Arriba, 'Sobre rieles' de Cazurro, 'Vuelta a la razón' de Man Ray y abajo 'Silencio de invierno' de Yoshimitzu Nagasaka.

16 comentarios:

emegeo dijo...

yo tambien extraño la filmoteca, y extraño lo bueno q era pasarla en el museo de arte. nostalgia repentina...

CÉSAR CASTILLO GARCÍA dijo...

Yo extraño la paz de mi ciudad, Trujillo. Extraño mis montes, mi complejo de cerros, mis huacas, el corazón de todas mis novias. Extraño la era en que hombre y mujer eran una sola floración de vida. Estudié en un colegio católico pero los curas nunca dijeron una palabra sobre sexualidad humana. Detesté a mi profesor de literatura en 1 año de secundaria cuando habló sobre sexualidad. Lo hizo con temor, con una seriedad espantosa. Habló de masturbación, de poluciones nocturnas, de la composición de los órganos genitales femeninos. Horrendo. Felizmente ya sabía que se equivocaba. Sabía, por ejemplo, que el voto de castidad en el hombre, no era para mortificar el cuerpo (como usualmente se entiende), sino para acumular energía en la simiente; eso permite desarrollar otras facultades, como la curación. La energía sexual se invierte en energía intelectual. Cuando el hombre fornica demasiado, se le seca el cerebro. Es delicioso el contacto con la naturaleza femenina del universo, es un vehículo de trascendencia, un modo de obtener conocimiento pues no sólo en los libros está todo. Humaniza. El vicio es otra cosa. Extraño el vicio.

Vico dijo...

Extraño sus labios saboreando mis moñitas con ajo, perejil y mantequilla.
Será por eso que hoy, luego de ayer, me he puesto a cenar la especialidad que más recuerda de mí.

Tu post es de una ternura increíble.
Y hoy pensé en tu lluvia, llovió granizo en LA y me agarró en plena calle luego del mercado.

Aún me espero el email.

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Emegeo de veras que sí, nada como la Filmoteca con sus jardines inmensos y esos miradores ...

El Cntro Cultural de la PUC es modernísimo, con su gran auditorio, y enhorabuena que xista. Mas qué pena que la Filmoteca esté cerrada. A mí sigue haciéndome un nudo en la garganta cuando paso y paso y ya no veo las colas, las programaciones, als exposiciones de afiches...

Un gran salute Emegeo y gracias por ofrecer siempre tu estupenda radioblog y tus documentados posts.







***




César,abordas el extrañamiento anterior a nuestras existencias.

Si hay que hablar de sabiduría, encuentro que la tienes. Si fuera posible que me pasaras un poco de tu sabiduría, mas no es así: cada uno forja su sabiduría.

He ido a Trujillo, 2 años consecutivos en noviembre por Torneos de Ajedrez. El año pasado no nos fue posible ir y Al se quedó apenado. Espero que este año volvamos. La última vez estuvimos en Huanchaco: el mar se veía tan limpio y en el aire se sentía una gran alegría... La gente trujillana me gustó.

Sobre vicios, podría decir que los conozco vía cinefilia. Mas nada de porno al que le veo tan chato. O tal vez a los varones, les dispara brutalmente el detonador libidinoso... Aunque conversando con los amigos, y no creo que me mientan, tampoco les gusta el cine porno.

Tal vez me fui por las ramas :)

lo que te decía: todo se me hace más interesante caminando y al viajar, aunque no me la pasaría viajando. Me gusta la comodidad para viajar ya que las he pasado muchas veces terrible en viajes por tierra....

En fin, podría decir mucho y éste sería un comenatrio extralarge.

Seguiremos conversando vía blogs, eh.

Un gran salute César.

Reaño dijo...

Solía ir a la Filmoteca del Museo de Arte... y la he empezado a extrañar al saber que ya no existe, no lo sabía.
Creo que va por lo de crecer y que "things have changed" de Dylan.
Ayer (y hoy) no quería crecer.
Y se me dió, también, por extrañarte.
que pases un lindo domingo.

Nicho dijo...

Me gustó.

"cuando era una chiquilla flaca con helado en la mano"

CÉSAR CASTILLO GARCÍA dijo...

Naturalmente. Sin embargo opino que el porno es lindo. Salvo excepciones, como podría haber en el cine histórico o en las comedias romáticas. Hoy vivo en Cajamarca, enseño en una universidad y desde mi departamento en el cuarto piso de un edificio puedo ver los montes verdes con sus bosques pinares. Vaquitas gorditas con apetitosas ubres rosadas, guapos caballos, fincas bonitas, etc., etc. Los fines de semana salgo con mi carcaj, a prisa, tras la señal del justo y de alguna celendileña de ojos azules.

Rain (Virginia M.T.) dijo...

César, ¿me dirás cuáles son la pel´culas lindas de porno? a ver si me animo a verlas :) Digo, para encontrarles lo lindo.

Espero la relación.


Y lo que de hecho, encuentro lindo son tus fines de semana...


un grato salute.

Santino dijo...

Me gustó el texto, has conseguido esbozar en pocas líneas una biografía de todos los grandes momentos de una vida, incluyendo el descubrimiento del propio cuerpo, para expresar al final la melancolía de la pérdida. Tempus fugit, por desgracia, y son muchas las cosas que se pierden y se extrañan.

Un saludo.

Gatito viejo dijo...

Vir&, mis felicitaciones por este texto tan maravilloso. Ha sido estupendo leerte y saborear esas breves pinceladas por tu vida, denotan una gran ternura, y una especial sensibilidad para apreciar lo que ya no está en tu vida, lo que añoras, lo que pertenece a meros recuerdos.
Saludos

Anónimo dijo...

Dar vida es lo que hacías al dar leche de tu seno a tu niño. Dos senos plenos, de madre, de mujer.


Estuve fuera de Lima por motivos de trabajo y sin muchas posibilidades de entrar a internet. De regreso, vengo a tu puerto. Por aquí veo muchas estrellas de mar.

Un saludo en tarde de sol y helados.
:)
César A.

reds dijo...

Si llego a ser un cyborg, aquellos instantes que pasan por delante del que agonizan los grabaré en mi disco duro y lo podrán ver mis hijos en otra PC, asi sabrán qué extraño...

CÉSAR CASTILLO GARCÍA dijo...

Mmm, no te gustarán, si no has visto desde un principio belleza en ellas, no le verás lo lindo. A no ser que tengas un anténtico interes por disfrutarlas. Ha bueno, eso si, mis fines de semana son bastante buenos, hace un rato llegué de una de esas finquitas doinde se prepara la natilla, el quesito; como humitas, las humitas mas deliciosas que he probado en toda mi vida, acompañadas de un frito de cerdo, umm. Me quitó el apetito un colega que comentó sobre si había visto cómo sacrifican a los marranos. Plop! Horrendo. Ya te imaginarás. En mis fueros internos pensaba sobre si sabía si el maiz es la sítesis de muchas humanidades de otros tiempos. Definitivamente, el placer del paladar supera lo sexual.

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Hola. No le encuentro lo lindo a lo que nubla el erotismo. Entre ver cine porno y cine erótico, disfruto el erótico y el otro, no sé, nada, a menos que haya por allí alguna excepción.

:::::::::

No sé César, no comparo esos dos placeres, el del paladar y el sexual. Simplemente, creo que cada uno tiene su lugar.


Qué hermoso lo que describes, aunque al final cuentes lo del sacrificio...


Salute César.

CÉSAR CASTILLO GARCÍA dijo...

Es que, para entrar al corazón del hombre, el camino correcto es su paladar.

:)

Rain (Virginia M.T.) dijo...

César, eres bastante pródigo en exaltar lo que crees, lo sintetizas en 2 líneas . La prodigalidad tuya se basa en una verdad para algunos, o para muchos.

Yo creo en la atracción por el conocimiento, la percibo como la más potente, la que no cesa.

Salutes César.