14.1.06

Qué sublime es ser prodigioso


Monstruos y prodigios almaceno en mi habitación

suelo bailar con ellos cuando estoy triste o cuando me han escrito largas cartas
cartas febriles que no puedo contestar hasta que haya bailado con mis hermosos monstruos y mis horribles prodigios
y escojo vinilos antiguos que a ellos les gusta

la familia Monster está oculta en cada libro preferido que cuido y beso

porque sé que ellos están ahí, como prodigiosos amigos, así que los monstruos son el Hombre araña y Batman que jamás tendrán la gracia de los Monster

oh, jamás y es una pena, ¿no crees? mas amo a mis superhéroes, y a mi amiga la maga de los laberintos bermellón
al final todos, todos son prodigiosos, menos yo y eso no me angustia querido
es la muerte vestida de rojo y negro la que asoma siempre, siempre
y no es monstruo ni prodigio, al final no sé qué es y
si tú me dices algo sobre su cara y su garra, cuentámelo,
tú que eres prodigioso y cantas

entretanto déjame bailar con aquella, la mano solitaria que se aloca
los amables monstruos me aman. Eso nunca lo podrás negar.

Para Álvaro y L.

Foto: La familia Monster.

3 comentarios:

Morenita dijo...

Es extraño, pero muchas veces me sentí mejor en compañía de descastados, de aquellos no son ni serán nunca perfectos... Me sentía bien, sentía que encajaba, y que era maravillosamente imperfecta, carnal...

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Y era la hora máxima del disfrute.
Corría como si fuera directo al paraíso.
Tarararará

la familia monster

alucinaba que esa era mi familia

ellos los prodigiosos:
maravilla entrañable , la familia monster.

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Hey, no me fijé que ya había salido tu comentario, Estrella del Sur.

Hemos caminado, creo por rutas semejantes...


sólo que eso me hizo pensar en los ghettos...por eso hubo un tiempo en que exploré los circuitos de la cotidianidad simple, y ahora se diría que estoy en ella, y es el blog el que me motiva ideas y me lleva a otrso espacios...

hablas de carnalidad: el cuerpo no separado de eso que llaman alma, convirtiendo a la carnalidad en una cuestión que traspasa el purismo hedonista...

sino se es como cualquiera, masivo... la líbido en vitrina, algo tan común...

y que somos mortales y comunes en muchas cosas, sin duda los somos, con nuestra cuota escatològica y demás...


un muy cálido salute, Estrella del Sur.