
- Ssssssh, estoy buscando la sombra de mi guía. Todos se han ido y Lichtgestalt está en mí.
- No entiendo, ¿ por qué hablas de Lichtgestalt? ¿qué te pasa?
- Mi guía vivía en una ciudad llamada Lichtgestalt y lo extraño. Sólo atino a buscar su sombra.
- Querida, arréglate el camisón. Ven, peinaré tus hermosos cabellos. Te sacaré de la silla de ruedas y te perfumaré. Ven
- Bruja, quieres quitarme mis pensamientos e impedir que busque la sombra de mi guía. Todos ustedes los que se precian de cuerdos, solamente buscan la sensatez, ¡hipócritas miedosos!.
Lugar de la escena: un hospital fantasma.
Todo está en blanco y negro y una música de delirio se pega a las paredes, al café, a las sillas de ruedas, a los viejos quirófanos.
Y sin embargo ellas están vivas. Una adolescente y su madre. Vivas y extrañas entre sí.
- Madre, amo Lichtgestalt. Amo a mi guía. No te amo a ti.
- Hija. no me mires así.
- Madre, desconoces qué camino he elegido. Apártate o sino morirás. Voy a Lichtgestalt.
La muchacha descubre el cuchillo que ocultaba bajo sus libros guardados en una caja gris.
La madre da unos pasos hacia atrás.
El escenario se convierte en una masa negra y roja.
Y se llena de sombras.
Al final sólo se oye susurros: Lichtgestalt, Lichtgestalt.
Corazón rodante, ya no hay presente ni futuro. El ayer, sólo existe el ayer.
Imagen, de Loreta Lux.