8.10.05

Esa mujer caminando bajo la lluvia

Buscaba una imagen para ponerla aquí, en el puerto. En vez de los pianos que antes estaban en el salón, que al mirar, traían la imagen de los músicos que allí estuvieron, de sus voces, risas, sonidos de pasos...
Porque cuando pensé que este espacio tuviera un nombre, pensé en la infinitud de las palabras, en el mar de sus sonidos y significantes. Y porque, como ustedes, o como muchos de ustedes amo el mar.
Eh, Kika querida, somos unas enamoradas del mar.
Puerto: es una estación entre el mar y tierra firme. Como ese es un anhelo al que no renuncio, aqui está el puerto, virtualmente escucho la voz del mar. Y para vivir aquí, la música llena las noches.
O como ahora. Los músicos han llegado y tocan en el amplio salón . Y allí está él. Lo veo. Viene. Con su sombrero negro y su caminar rítmico, viene.
Entre un piano y los micrófonos Gato Barbieri se detiene y me pregunta: "¿por qué no pusiste en la radio del puerto la canción del Último tango en mi versión?". Le miro algo azorada y contesto: Gato, no esperé más tiempo para encontrar tu versión y puse lo que hallé. Gato abre sus ojos abrillantados y refunfuña. (Imagínense el alucine: Gato refunfuñando porque su versión que al fin es la original de 'El último tango de París' no está en la radio del puerto. Un alucine total, eh).
Y decía, buscaba una imagen, así que encontré la de los músicos con sus trompetas, que me trae voces, murmullos, expectación, la intensidad de la música en la vibración de sus ejecutantes. Antes de decidirme por la imagen de los músicos (elegí que fueran de jazz preciamente por lo que prosiguiendo, les cuento) hallé la carátula que ven aquí, de un vinilo de los años 60. Allí está el rostro de Jeanne Moreau, sublime en una película de Louis Mallé, 'Ascensor para el cadalso'. Un film, cuyas imágenes evoco en cualquier instante, cuando camino bajo la llovizna de Lima, o siempre, no sé por qué cuando estoy cerca del mar.
Jeanne Moreau interpreta a la amante de un hombre que ha asesinado a su esposo
-hace varios años la vi en un Ciclo dedicado a Mallé en la Filmoteca del Museo de Arte- materializando un acuerdo pasional:cometer el crimen para ser libres y ricos.
La imagen del ascensor y de Julien el amante, es terrible, en ese movimiento mortal que simboliza la caída final de un ser atribulado y envilecido. Mas, la escena que marca la película es la que muestra a Florence, amante desolada caminando con la lluvia mojando su rostro. Su rostro inolvidable en su angustia, como si la noche la poseyera con sus tinieblas. Qué expresión la suya, y la música sonando, el jazz de Miles Davis, cual sonido de los sentimientos de Florence. Siempre la música, profunda, suscitando esa delicadeza infraleve, la belleza, siempre la belleza como algo evanescente, que en el instante parece será eterna.
Ecrán mental: la belleza finita. Ecrán real: eterna belleza.

Y por eso elegí a los músicos de jazz para ilustrar la entrada al puerto. Vi a Miles Davis, a Gato y a Billie Holiday...

Y esa elección, a su vez me trajo a Florence, como si al cerrar los ojos la viera con su impermeable y supiera que soñaré con su cara, y que al despertar, otra vez la vida será salir a la panadería, hacer la cola para comprar el pan, cocinar, abrazar a mi niño, refunfuñar como Gato, mas por otros motivos, vivir el vaivén, ir y volver, otra vez.

Evocando a esa mujer caminando bajo la lluvia en la noche parisina, me voy a dormir, mientras la resonancia de aquella música sensual llena todos los espacios de esta casa, ascendiendo como volutas por la compu y las reminiscencias del film, aletean y aletean sin cesar.

Ilustración: Carátula de vinilo diseñada por Gokudo.

8 comentarios:

Gatito viejo dijo...

Vir&, qué bien escribes . Me siento tan bien leyéndote ...Me gusta la manera que tienes de relacionar las cosas que te gustan con tu vida diaria . Saludos

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Gatito viejo, tal vez lo que te suena asrmonioso es lo que está en el fondo de lo que cuento...

O esa armonía disarmonía es espontánea, nada más. Y a veces, escribo tan de prisa que no sé qué sale.


Voy a verte.

Bardamu dijo...

Y en esa noche el contrapunto de trompetas impregnadas de negritud enloquecida pensaron en el inconmensurable mar.
Imaginaron la letanía de las olas en las sombras, sobre las que flotaba, displicente, un acorde miserioso.
No era de tango, ni era el último. Apenas un saxo, un gato, algún barbieri...

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Sky, y justamente ahora ando con la mente agitada , yo.
:) Aquí, deberías verme con la olla
revuelta...

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Bardamu,nuestros comentarios se cruzaron: y Gato asomó por aquí. Me rajiste a tu paisano... Y eso era lo que yo quería, ver al Gato con su saxo.

Qué olas Doke, deberías verlas, creo que se levantaron porque pasaste por aquí.

Anónimo dijo...

hace bien estar entre felinos

David Saä V. Estornell dijo...

Relaja muchísimo saber que te tengo simepre a mi lado mi estimada Jara, gatito viejo tiene mucha razón.

Un beso, La Adelfa Blanca.

Eleafar Cananita dijo...

Son de negros en Cuba: Iré a Santiago.

Iré a Santiago.

Iré a Santiago.

Cuando leo algo que me deja imágenes sueltas entre las circumvalaciones del cráneo, me saltan otras imágenes para darme pistas del espíritu del narrador.

Tu escrito está lleno de pistas.

Ya casi te hallo.