Toda esa obsesión por escribir un blog para llevarlo al final de cada año a la cima de los rattings, supongo que crece, porque los barullos en torno a los blogs que rayan se oyen pasando las fronteras. Globalización que conlleva la movida bloguera a gran escala. Y sí: es legítimo dirán y no fastidies.
Lo único que tengo clarísimo en este mundo de blogs es que ser libres es posible si escribes sin condicionarte a nada ni nadie que no sea lo que quieres hasta los huesos. Si sobretodo quieres ser un star de los blogs, y eso rebasa todo lo que eres, el vedettismo simulado, sutil o abierto es tu destino, ¿acaso existe alguna prohibición para ello?. Que a muchos nos parezca nada estimulante escribir en función de otros, no anula a nadie. La blogósfera contiene una diversidad de propuestas y ese relativismo se presenta amenazador. Probablemente con ese acentuado sentido del espectáculo, los blogs re-giren hacia el ruido constante, la barahúnda, lo kitsch que deja de ser tal para convertirse en algo vacuo. En fin, ese panorama extremo se ve desolador y de veras, sería la ruina del mundo bloguero. Patética suposición. Ahora los blogs emergen con más fuerza: en una bitácora tienes derecho a decir por ejemplo lo que piensas del ex-presidente del Perú, sin ser necesariamente un analista político profesional. La importancia de los blogs no es un bluf. Lo virtual es real.
Potencialmente los atributos de los blogueadores dan razón a quienes confían en dotar cada vez más a los blogs de corrientes del pensamiento que nos reafirmen como individuos pensantes, críticos, lúdicos, ¡capaces de contrarrestar apatías y sinsabores!.
Sin necesidad de llenarse de premios en exhibición (ah, qué terrible un template mostrando condecoraciones virtuales) porque al fin lo gratificante es que tienes un espacio libre, la zona abierta. Tu zona.
Reiterativo este post, en el punto del sentido de vida que los blogs tienen. Enfático porque sí, o por el placer de subrayarlo cuando llega el 2008. Tal vez una metáfora viva de lo que significa contar con una zona propia. El blog.
Por mi parte, menciono a dos blogs a los que asomo intermitentemente y que me place enlazar en este post, contribuyendo a ese espíritu festivo en el que te dicen: vota, vota por el mejor blog peruano. Y no es que yo vote por bitácora alguna, sólo me expreso, a mi modo señalo, celebro, sonrío. Ustedes tienen sus preferencias, afectos, atracciones. Sea.
Te conocí en un bazar y Un whisky doble para el alma, hallazgos. Larga vida y que permanezcan, mientras otros blogs nacen. Hay lugar para todos en la blogósfera. Bienvenido 2008.
Lo único que tengo clarísimo en este mundo de blogs es que ser libres es posible si escribes sin condicionarte a nada ni nadie que no sea lo que quieres hasta los huesos. Si sobretodo quieres ser un star de los blogs, y eso rebasa todo lo que eres, el vedettismo simulado, sutil o abierto es tu destino, ¿acaso existe alguna prohibición para ello?. Que a muchos nos parezca nada estimulante escribir en función de otros, no anula a nadie. La blogósfera contiene una diversidad de propuestas y ese relativismo se presenta amenazador. Probablemente con ese acentuado sentido del espectáculo, los blogs re-giren hacia el ruido constante, la barahúnda, lo kitsch que deja de ser tal para convertirse en algo vacuo. En fin, ese panorama extremo se ve desolador y de veras, sería la ruina del mundo bloguero. Patética suposición. Ahora los blogs emergen con más fuerza: en una bitácora tienes derecho a decir por ejemplo lo que piensas del ex-presidente del Perú, sin ser necesariamente un analista político profesional. La importancia de los blogs no es un bluf. Lo virtual es real.
Potencialmente los atributos de los blogueadores dan razón a quienes confían en dotar cada vez más a los blogs de corrientes del pensamiento que nos reafirmen como individuos pensantes, críticos, lúdicos, ¡capaces de contrarrestar apatías y sinsabores!.
Sin necesidad de llenarse de premios en exhibición (ah, qué terrible un template mostrando condecoraciones virtuales) porque al fin lo gratificante es que tienes un espacio libre, la zona abierta. Tu zona.
Reiterativo este post, en el punto del sentido de vida que los blogs tienen. Enfático porque sí, o por el placer de subrayarlo cuando llega el 2008. Tal vez una metáfora viva de lo que significa contar con una zona propia. El blog.
Por mi parte, menciono a dos blogs a los que asomo intermitentemente y que me place enlazar en este post, contribuyendo a ese espíritu festivo en el que te dicen: vota, vota por el mejor blog peruano. Y no es que yo vote por bitácora alguna, sólo me expreso, a mi modo señalo, celebro, sonrío. Ustedes tienen sus preferencias, afectos, atracciones. Sea.
Te conocí en un bazar y Un whisky doble para el alma, hallazgos. Larga vida y que permanezcan, mientras otros blogs nacen. Hay lugar para todos en la blogósfera. Bienvenido 2008.
Alegría - Cirque Du Soleil
