Nos hemos convertido en lo que somos, cuando desde pequeñitos hemos trazado rutas por las que caminamos, decantándonos, decepcionándonos, optando, aprendiendo, jodiéndonos, sufriendo, gozando, cayendo, emergiendo, mirando, dudando eclépticamente o en cerrazones de dogmas, bienpensantes discursos, roles y más roles.
Cuando puse la primera radioblog en el puerto, recuerdo que mi universo musical no era muy vasto. En los años precedentes, mi existencia fue pendular. Años difíciles durante la guerra en el Perú y luego un recorrido aventurero. Después llegó mi niño, y los deberes maternales, el tiempo de los horarios ineludibles.
Al escribir en el puerto, y desarrollar una frecuencia en el blogueo, pasé por blogs sobre música y los hallazgos me llevaron a ahondar lo que siempre fue mi leiv motiv, así como el cine al que dejé por un tiempo de frecuentar en medio de la austeridad y los diversos trabajos en los que me desempeñé cual aprendiz o una conocedora hasta cierto punto, como cuando atendía en librerías, emulando mi época de librera.
Somos musicales y quizás no tomamos conciencia de ello. Yo podía ser noise a la manera de un ser parlante de la ciudad, con los ruidos de las calles y el ritmo de mi propia vida cotidiana. Tú podías ser un errante con un soundtrack distintivo en el cerebro, y así galopabas cada día y cada noche sobre tus obsesiones. Yo me balanceaba en cierta nebulosa que luego abandoné por razones que no tengo por qué explicar.
Es que no hay necesidad de explicar todo.
Me he formado a través de música. Cada suceso ha tenido su ritmo, cada fin ha tenido su canción , como cada inicio. En el medio de los sinuosos días la música es lo que moviliza las ideas. Una compone su música de manera atonal, sin más recursos que los sonidos interiores. Uno reconoce cuál es su música cuando escucha una voz, ve el aura de una banda, se deja tomar por el sonido que lanza. Uno es musical, simple y complejamente.
Cuando no escribía en el puerto y vivía años aquí y fuera de Lima, mi individualidad musical podía resumirse en un instante en una canción, un registro. Luego podía ser un tema de Joy Division y la ciudad en la que caminaba era esa canción, como lo esencial de mi individualidad. Sin dudas.
De aquel tiempo anterior al puerto, comparto con ustedes esta canción que escuché con amigos, y con la que nos emocionábamos como niños
(sí, en ese momento éramos niños)
o a solas antes de entrar al mundo de los sueños.
He recorrido webs y más webs en las rutas de estos dos años. Y ha sido el año pasado, cuando descubrí una voz que me sacudió al escucharla por primera vez, cantando prisoners.
Si Björk ha sido y es un referente que ha acompañado la implosión personal, Regina Spektor es un sello, una manera de sentir la vida, desde el lirismo, pasando por la agresiva sensación al juego. De ninguna manera las comparo ni desestimo a alguna. Imposible.
Sólo que si tengo que identificarme con una cantante, pienso en RS, así como no puedo desprenderme de la impetuosa Lydia Lunch para este tiempo y el tiempo que viene inmediatamente.
Prisoners en video, muestra a Regina en las penumbras o a lo lejos. Por eso escogí esta presentación en la que en blanco y negro, ella canta la Oda al divorcio. Y pienso, en que de los sucesos tristes, nace también una sónica, que los revierte y forma parte de nuestras vidas. De la individualidad musical. De uno.
Regina Spektor- Ode To Divorce
Cuando puse la primera radioblog en el puerto, recuerdo que mi universo musical no era muy vasto. En los años precedentes, mi existencia fue pendular. Años difíciles durante la guerra en el Perú y luego un recorrido aventurero. Después llegó mi niño, y los deberes maternales, el tiempo de los horarios ineludibles.
Al escribir en el puerto, y desarrollar una frecuencia en el blogueo, pasé por blogs sobre música y los hallazgos me llevaron a ahondar lo que siempre fue mi leiv motiv, así como el cine al que dejé por un tiempo de frecuentar en medio de la austeridad y los diversos trabajos en los que me desempeñé cual aprendiz o una conocedora hasta cierto punto, como cuando atendía en librerías, emulando mi época de librera.
Somos musicales y quizás no tomamos conciencia de ello. Yo podía ser noise a la manera de un ser parlante de la ciudad, con los ruidos de las calles y el ritmo de mi propia vida cotidiana. Tú podías ser un errante con un soundtrack distintivo en el cerebro, y así galopabas cada día y cada noche sobre tus obsesiones. Yo me balanceaba en cierta nebulosa que luego abandoné por razones que no tengo por qué explicar.
Es que no hay necesidad de explicar todo.
Me he formado a través de música. Cada suceso ha tenido su ritmo, cada fin ha tenido su canción , como cada inicio. En el medio de los sinuosos días la música es lo que moviliza las ideas. Una compone su música de manera atonal, sin más recursos que los sonidos interiores. Uno reconoce cuál es su música cuando escucha una voz, ve el aura de una banda, se deja tomar por el sonido que lanza. Uno es musical, simple y complejamente.
Cuando no escribía en el puerto y vivía años aquí y fuera de Lima, mi individualidad musical podía resumirse en un instante en una canción, un registro. Luego podía ser un tema de Joy Division y la ciudad en la que caminaba era esa canción, como lo esencial de mi individualidad. Sin dudas.
De aquel tiempo anterior al puerto, comparto con ustedes esta canción que escuché con amigos, y con la que nos emocionábamos como niños
(sí, en ese momento éramos niños)
o a solas antes de entrar al mundo de los sueños.
He recorrido webs y más webs en las rutas de estos dos años. Y ha sido el año pasado, cuando descubrí una voz que me sacudió al escucharla por primera vez, cantando prisoners.
Si Björk ha sido y es un referente que ha acompañado la implosión personal, Regina Spektor es un sello, una manera de sentir la vida, desde el lirismo, pasando por la agresiva sensación al juego. De ninguna manera las comparo ni desestimo a alguna. Imposible.
Sólo que si tengo que identificarme con una cantante, pienso en RS, así como no puedo desprenderme de la impetuosa Lydia Lunch para este tiempo y el tiempo que viene inmediatamente.
Prisoners en video, muestra a Regina en las penumbras o a lo lejos. Por eso escogí esta presentación en la que en blanco y negro, ella canta la Oda al divorcio. Y pienso, en que de los sucesos tristes, nace también una sónica, que los revierte y forma parte de nuestras vidas. De la individualidad musical. De uno.
Regina Spektor- Ode To Divorce
Actualización: El anterior video de Elis Regina, fue removido en Youtube. Me dije que reemplazar Romaria por otra canción, le quitaría el soporte al post. Me refiero al referente verídico. En este post hablo de Romaria, como una significativa canción del imaginario personal. Enhorabuena, he revisado posts y en Youtube, buscando y buscando, encontré otro video de Elis Regina cantando la hermosa canción. Así que no se ha perdido el sentido del post . (Sonrisa).
Salutes (11-oct-07)
14 comentarios:
Me sucede igual siempre digo que no soy una persona, que soy una banda sonora... jajaja
El placer y el poder de la música, ummmm.
Un abrazo, rain!
No conocía a Elis Regina, Rain. Soy una novata musicalmente, pero ya no tanto, al buscar aquí y allá.
Ya encontré mi puerto virtual.
:)
virgin, nos encontramos entre los tiempos de esta vida q hoy se viste de inviernos transitados por notas se juntan en alguna esquina...
es verdad, somos musicales, hasta en nuestros silencios
en este instante me asalto highway to hell de ac/dc
"Nos hemos convertido en lo que somos". Y somos lo que nos empeñamos en ser, pues nos moldea nuestra actitud ante la vida. Aquel que se cree insignificante, acabará siéndolo, igual que las arrugas que nos surcarán el rostro en la vejez delatarán si fuimos alegres o gruñones.
Extraordinaria voz la de Regina Spektor.
Yo soy, y quiero ser, un solo vertiginoso y afilado como navaja, el saxo de charlie parker
En este post escucho tu voz, la melodía que identifico contigo y que me hace volver siempre a tu puerto.
Tus gustos musicales son de gran calidad.
Un abrazo
P.D- En el Museo Picasso de Barcelona están expuestas las diversas versiones de las Meninas con las que Picasso estudió a fondo a Velazquez. Es un capítulo de la historia del arte que me fascina
.
Escuchar música a todas horas (no hace falta encender ningún aparato: las melodías continuan resonando en auto-reverse indefinido en nuestra mente). Hasta el final: dicen que Ian Curtis murió escuchando a Iggy Pop, Joey Ramone a U2. Aunque suene cruento, ¿cuál elegiría yo?
Saludos
mi vida esta llena de momentos repletos de musica. me encanta elis regina es una de las grandes.
Para hablar largamente sobre música y los artrópodos en las orquídeas, entre otras cosas, ya estoy en Lima. Tu cel está apagado.
La chica Spektor me recuerda la voz (hablada) de la que hizo un graffiti allá por el 2000 con el nene durmiendo en el auto.
=)
M.
Hola, estoy intercambiando links con gente de otros blogs, para aumentar el tráfico de visitantes ¿te apuntas? Por favor, avísame en mi blog.
saludos a todos y pasaros por mi blog, ya me diréis...
Mi falta de tiempo también me impide las visitas como desearía. Vaya decoración de la casa que has hecho. Estupendo!
Siempre hablas con mucha propiedad de la música. De Regina oí hablar hace poco en la radio, me parece muy buena. Es interesante descubrir nuevos valores, y no quedarnos varados en los de siempre, Bjork ya cansa un tanto.
La música siempre me acompaña, aunq no sea físicamente como dice Licantropunk. No hace falta cuando tenemos el ipod incorporado bien surtido, en mi caso debo tener cientos de horas de grabaciones en mi mente.
Regina en ese disco hace tantas cosas diferentes. Quién no oye chemo limo con atención y no siente como que feo. Y abarca como que lo sentimientos más básicos. Hay ejemplos para todo. =)
Utilizando la música como vagón sobre carriles de nubes. utilizando unas alas invisibles donde difícilmente se toca tierra. Es cuando la música entra dentro de nosotros, cuando todo se hace más verdadero y positivo, cuando un animal distinto a nosotros nos hace sentirnos más unidos con nuestros pensamientos.
Saludos desde mi nuevo blog renovado. <¡>
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