17.3.07

Fotografías en la madrugada

Las fotos de Man Ray son incomparables: pasa el tiempo y permenecen hermosas hasta el sueño.
El sueño con sombras y misterio.

Le estuve dando vueltas a las sensaciones de misterio. Dendrito, me hizo pensar en la infancia. Así que recordé cómo tomaba fotografías o eso es lo que imaginaba que salía de la cámara de juguete. Vocación frustrada por esa sinuosidad de la vida que te quita lo que te hace feliz, porque sí, como en un juego de dados donde se pierde lo que pusiste en riesgo, rayando la necedad.

Es que los niños suelen ser necios y los adultos más.

Misterioso era ver un florero de murano rojo como un refugio de hadas, en la infancia.

Tambien he sentido al misterio en lo desconocido, mas creo que estaba mezclado: ya no era puro misterio. Estaba el horror filtrado como una disociación, el sentirlo ajeno a la cotidianidad.



*


Fotografias de madrugada: flash en secuencias.

Rostros y paisaje urbano. Calesitas. Mar. Collages. Niños sonrientes. Una mujer desmayada. Un adolescente anoréxico, una monja arrugada, una marcha nupcial toda de negro.

Fotografías en sepia, azules, plomizas, en blanco y negro.

A color, en la madrugada no.




Fotografía: Man Ray.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Me gusta comentar primero :)

Sabes? A veces el antiguo temor de que la fotografia te riba el alma es muy cierta. Por que queda una chispa perfecta, irrremplazable, de cada persona entre flash y flash. Lindo post, as usual! :p

Man Ray dijo...

Cuando era más chico me gustaba firmar con el nombre MAN RAY.

Me parecía un maestro de la luz. Me parecía un héroe del rayo luminoso, un amaestrador de fieras luz. Capturador de sombras, de claroscuros.

MAN RAY.

Licantropunk dijo...

Hace unos años viajé a París. Llevaba bajo el brazo un libro titulado "El París de Man Ray", una biografía escrita por Herbert R. Lottman, muy buena. Mi intención era buscar lo que quedara de el en alguno de los lugares que en el texto se mencionaban: el Hôtel des Écoles en la Rue Delambre, el café La Rotonde en Montparnasse, sus obras en el Pompidou. Perfecta excusa para recorrer la ciudad. Revolución surrealista, leyenda dadaista: todavía perduraba parte de ese espiritú. O quizás solo vemos lo que queremos ver. Fué un buen compañero de viaje.

Anónimo dijo...

Caramba, hablan del señor con tanta propiedad y familiaridad que me siento el hombre más idiota del mundo. Monsieur Man Ray me retumba en el seso con un parecido inevitable a los oompa loompas de la última película de la fábrica de chocolate. jeje.

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Ludovico, como que sí, es verdad.

:)

Como que se opera una operación infraleve, de esas de las que hablaba Duchamp...

(lo que pasa es que estoy con la nota de MD y además viene al caso, asñi que no me reprimo en comentarlo) salute


*.



Lobito: ah, vaya te mimetizabas imaginariamente.

Creo que fue una maera de soñar, jugando.


Bueno, Man Ray. Salute.




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París era una fiesta, decía Hemingway. la ciudad luz de este tiempo: alguna vez estaré por allí?

vía fotos de Man Ray y canciones de Edith Piaf
(por los adoquines del 68)

Salute Licantropunk.




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Joni Charles Machete, es que más que todo es emoción, creo que uno quisiera estar dentro de una foto de Man Ray y por eso se pone así...

de veras.




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