El primer rostro que vimos fue el de la madre.
Tu madre sonriendo
tu madre abrazándote
o
tu madre inquieta, cogiéndote como si fueras un animal peligroso
tu madre triste
tu madre muerta, oh, tu madre viva, y muerta
El rostro de tu padre, unos ojos asombrados capturando todo lo posiblemente hermoso para ti.
Tu padre preocupado, con una maldición a bocajarro, sintiéndose un pequeño monstruo.
Mi padre tenía el rostro arrugado, unos ojos chiquitos miraban con amorosa distancia. Su nariz era recta, su boca, pequeña y sus orejas tenían lóbulos suaves y bien formados.
Antes de morir, mi padre tenía el rostro triste. Me contaron que me llamó y yo estaba en el internado. Decidieron que no debía verlo.
Decisiones al margen de tu mirada.
Decisiones en las que se llevan algo de ti.
El rostro de mi primera amistad era ovalado, con una tez delicadísima. Los ojos, tímidos, a veces brillaban en ese rostro. La boca era perfecta y la nariz perfilada, la frente amplia y cubierta a la altura de las sienes, por unos cabellos
castaños claros.
Ella era suave como esos arcángeles de los cuentos.
Él tenía un rostro alargado. Sus labios eran carnosos y ese rojo de salud que mostraban eran apetecibles. Yo amaba esos labios y esos ojos que llevaban lentes, esos cabellos cayendo sobre sus párpados, y aquella expresión de alegría cuando hablaba de Miles Davis.
Ella tenía la cara de una peregrina enamorada. Era mi ángela cuando yo creía en los ángeles como si fueran protectores, cuando aún no había descubierto que los ángeles son crueles y se llevan tus pensamientos, se toman tu copa con menta, si te descuidas, se apropian de tu sueño preferido y se comen algo de ti.
El rostro de aquel ángel tenía un lunar cerca de la nariz. En los iris de sus ojos, se escondían rayos mortíferos. Podían matar si el ángel lo deseaba. A mí me mató varias veces.
No confío en los ángeles.
Aún no he visto defrente, el rostro del demonio. Algo me dice que sus ojos no revelan la perversidad que se le atribuye. Algo me dice que pronto lo veré.
****
Imaginario lejos de tu pop gestual
¿lo ves? las obsesiones se pierden en una madrugada, si hablas de rostros y escuchas "Group four " de Massive Attack
hace tanto tiempo que no sentía este amor por los pensamientos que se desprenden de un instante de duda
contradicción
contradicción
Quiero ver mi rostro cuando se le caen a mis ojos, el secreto
Quiero leer otra vez ese libro de Sorel K.
Quiero ver tu rostro
no,
quiero inventar tu rostro
y
seguir escribiendo.
Al fin soy más material que nunca.
Tu madre sonriendo
tu madre abrazándote
o
tu madre inquieta, cogiéndote como si fueras un animal peligroso
tu madre triste
tu madre muerta, oh, tu madre viva, y muerta
El rostro de tu padre, unos ojos asombrados capturando todo lo posiblemente hermoso para ti.
Tu padre preocupado, con una maldición a bocajarro, sintiéndose un pequeño monstruo.
Mi padre tenía el rostro arrugado, unos ojos chiquitos miraban con amorosa distancia. Su nariz era recta, su boca, pequeña y sus orejas tenían lóbulos suaves y bien formados.
Antes de morir, mi padre tenía el rostro triste. Me contaron que me llamó y yo estaba en el internado. Decidieron que no debía verlo.
Decisiones al margen de tu mirada.
Decisiones en las que se llevan algo de ti.
El rostro de mi primera amistad era ovalado, con una tez delicadísima. Los ojos, tímidos, a veces brillaban en ese rostro. La boca era perfecta y la nariz perfilada, la frente amplia y cubierta a la altura de las sienes, por unos cabellos
castaños claros.
Ella era suave como esos arcángeles de los cuentos.
Él tenía un rostro alargado. Sus labios eran carnosos y ese rojo de salud que mostraban eran apetecibles. Yo amaba esos labios y esos ojos que llevaban lentes, esos cabellos cayendo sobre sus párpados, y aquella expresión de alegría cuando hablaba de Miles Davis.
Ella tenía la cara de una peregrina enamorada. Era mi ángela cuando yo creía en los ángeles como si fueran protectores, cuando aún no había descubierto que los ángeles son crueles y se llevan tus pensamientos, se toman tu copa con menta, si te descuidas, se apropian de tu sueño preferido y se comen algo de ti.
El rostro de aquel ángel tenía un lunar cerca de la nariz. En los iris de sus ojos, se escondían rayos mortíferos. Podían matar si el ángel lo deseaba. A mí me mató varias veces.
No confío en los ángeles.
Aún no he visto defrente, el rostro del demonio. Algo me dice que sus ojos no revelan la perversidad que se le atribuye. Algo me dice que pronto lo veré.
****
Imaginario lejos de tu pop gestual
¿lo ves? las obsesiones se pierden en una madrugada, si hablas de rostros y escuchas "Group four " de Massive Attack
hace tanto tiempo que no sentía este amor por los pensamientos que se desprenden de un instante de duda
contradicción
contradicción
Quiero ver mi rostro cuando se le caen a mis ojos, el secreto
Quiero leer otra vez ese libro de Sorel K.
Quiero ver tu rostro
no,
quiero inventar tu rostro
y
seguir escribiendo.
Al fin soy más material que nunca.
20 comentarios:
Recuerdo tantos rostros!!! y algunos de ellos son el mismo sin serlo, en distintas expresiones que me calman o me duelen, depende del recuerdo. Hay un juego con las caras que me gusta practicar, asentarlas en el regazo y contemplarlas desde arriba, se ven "al revés" y siempre me causan risa esos rasgos descolocados... prueba a jugarlo con tu peque y verás como se rie si te contempla así...
Al fin todo son expresiones... Besosssssss, Vir
Ahhh te contesté a los de los gestos en el post de las mujeres fatal... de nuevo los gestos!! jeje
Nos hemos puesto de cabeza :)
habrá que hacerlo otra vez
contorsionistas
hay rostros inolvidables
por sus expresiones
rostros que marcan el tiempo
podrían pasar mil años y no se olvidarían
abraxo, Marga.
SAh, ahora mismo lo veo :)
gestos, expresiones...
el día comenzará pronto y ya me veo atisbando gestos :)
chao Marga.
"La madre muerta", gran película de Juanma Bajo Ulloa. Me la recordaste.
Saludos.
pasan rostros en una calesita interminable y de pronto uno se sorprende de encontrar el rostro de un desconocido que aparecera dentro de unas pocas vueltas...esta muy bueno el texto
salud y mas que suerte
... el rostro es la tarjeta de presentacion, de cualquiera; al final uno se da cuenta de somos barro virgen para cualquier cosa.
Saludos
El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra
Puedo recordar los rostros, pero no me pasa con las voces.. mecanismo de defensa quizas, recordar hace daño a veces. No se.. todo es tan relativo.
Salu2.
el rostro de mi madre guardaba gestos
hermozos; la recuerdo en el jardín de la casa familiar,cantandole zarzuelas a sus rosales que amaba; de mi padre,lastima que prevalecen en mi recuerdo, su rostro eternamente adusto, y aquel otro, apasible, en el lecho de su muerte...
virgin, escoges bellas fotos para iluminar tus sentires, como aquel verde arcoiris que se inclina hoy ante aquella flor encarnada
entonces, saludos cordiales
Esta vez solo para decirte que tu radio blog que fue mi única compañía en los dias de "cautiverio laboral".
saludos.
No he leído descripciones tan bellas y precisas de rostros como las tuyas... me ha apetecido mucho verlos por mi misma.
a mí también me gustaría
quizás nos sentaríamos en esas mesitas de ajedrez que se encuentran perpendiculares a la av, diagonal en miraflores
para recordar tu blog y "la torre 12"
imagino que para cuando leas esto, ya habrás partido
De repente me sentí atrapdao entre tantos rostros y tantas gentes.
un gran escrito sin duda
Paz
Mmmm, lamento contradecirla señorita lluvia, en casi todos los casos el primer rostro que vemos es el de quien nos saca de abajo.
Di
:) Hola Di,
niet, ese se ve borroso, o mejor dicho no se ve, se siente :)
salute.
Salutes generales
salutes de esta asterixiana que anda al tope, con sus cosas y la vida..
Dicen que quien pide y pide poco es un loco, quisiera pedirte algo...en tu siempre sensible y acertada forma..te daria alguna vez el tiempod e escribir sobre la locura?...
Di
Di, acabo de publicar un post y de paso vine aquí.
Algunas veces he escrito sobre la locura, creo que dos o tres veces, mas no como aproximación al ensayo sino como poema o como meditación...
Tendría que ubicarlos y enviarte los links, si me das tiempo.
Gracias...
chao.
Ojalá leas este comentario, Editor.
Qué alegría, mucha, sí, que te hayas acompañado puerto asterix radio en tu "cautiverio laboral".
Ahora, hay más canciones...
:)
Me impresionó mucho la historia de la muerte de tu padre mientras estabas en el internado. Él quizás quería librarte de la pena de verlo moribundo, sin darse cuenta que tú hubieras preferido abrazarlo y verlo y poderte despedir de todos modos.
UN ABRAZo
Ay, allí estabas...
mi padre me llamó, él me llamó.
Gracias por el gesto afectuoso, Álvaro.
nos vemos...
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