20.9.06

Oh, la seducción

La otra noche cuando Doria dormía y la madrugada se sentía fría, vi una pela, aunque comenzada. Lo que me atrajo fue la manera en la que hablaba el personaje central, irónicamente, riéndose de sus inquietudes. Era una mujer que se había ido de su casa, intempestivamente. Dejaba a su esposo, sus hijos ya eran jóvenes y ella quería conversar consigo misma y viajar, aunque lo hizo con una amiga que en realidad no sabía serlo y que se separó de ella por irse con un hombre desagradable, como le llamaba la protagonista, de la que no recuerdo su nombre.
La llamaré Ardella.

Ardella conoció a un hombre, un griego, dueño de un hotel. Ella estaba en la playa meditando, pensando en cómo ahora que estaba tomando vino frente al amr, no se sentía sublime, como lo había imaginado. Reflexionaba con los ojos húmedos: era un gusto escuchar sus meditaciones dichas en murmullos.

El hombre la observaba a cierta distancia y se acercó a ella. Allí comienza la seducción. La invita para que naveguen el día siguiente. Le afirma que no tratará de aprovecharse de ella, de no llevarla a la cama, aunque cómo no lo desearía siendo ella, una hermosa mujer.

Ella se conmueve.
Acepta la invitación.

En aquel barco, él le habla con sencillez sin la menor demostración de que se atreverá a intentar
abrazarla, acariciarla, niet, nada. Ella piensa: "Este hombre me respetará. No me tocará ni una punta de los cabellos. Soy yo la que no quiero que me respete"

Sin ser literal, ese era el sentido de lo que Ardella decía.
El hombre (tampoco recuerdo su nombre, mas no le pondré alguno) sonreía beatíficamente, sin verse impostando.

Ya adivinaron, que ella lo besó, que él se lanzó a nadar, que ella se desnudó porque no había traído ropa de baño

porque ella decidió en el barco, dejarse llevar por su deseo
ella pensó: "es un buen hombre".

se abrazaron y etc, en el mar.

Saltando otras escenas, Ardella dejó a su amiga que se iba en el bus hacia el Aeropuerto. Se fue a buscar al buen hombre y lo encontró invitando a una mujer, a su barco, diciéndole exactamente las mismas palabras que a ella le dijo.

El hombre se sobresaltó.
Cuando Ardella lo miró directamente a los ojos, se rió. Eso fue lo fabuloso de la pela. Ella se rió de la situación, y después le dijo que necesitaba empleo, que ella podría encargarse del hotel ya que él estaba muy ocupado con sus paseos en barco.

Ardella se dijo que en realidad, ella estaba en ese lugar, enamorada de sí misma.
Lejos de las rutinas de un matrimonio de años, ella se reencontraba, exploraba su interioridad y estaba
enamorada de sí misma.
Imagino a mujeres como Ardella, tras años de darse a los hijos, al esposo (esa palabra
esposo
esposa
me recuerda, a las esposas con las que capturan al reo)

de pronto, viajando, para verse a fondo, y para pensar.

Aquel hombre, como los que están fuera de las pelas, astutos en el sentido del ultraegoísmo. Siempre listos para acechar a quienes ven solas, para seducirlas, como si les dieran maná. Complacidos con sus dotes, megalómanos en sus soledades. O las mujeres que coleccionan hombres, las seductoras profesionales.

El hombre del film, engaña al espectador: como a Ardella, parece un hombre generoso. Hizo feliz a Ardella, ciertamente, mas apenas ella se fue, (él pensaba que volvía a su casa y en la despedida, no le rogó que se quedara, mas sí la estrechó como si la amara,
mismo amante desolado) cayó encima de otra mujer, con palabras, doradas palabras.

Falso dorado.
Palabras de brillo pasajero.

Y se comía los deseos de las mujeres.

Así, el plan se delinea y plaf, se ejecuta, cada vez , más certero.
La seducción, como mentira.

El Don Juan goza el momento de la seducción y se considera un artista, un encantador de serpientes. La cuestión se le complica, cuando se enamoran profundamente de él, cuando sus conquistas se encuentran y la tranquilidad se le va de las manos. Todo se le escapa y rebasa. Así que le queda, huir.

Como un delincuente.
Evadirse, como un desterrado.

O esconderse.
Como un perseguido, al que le van a tirar barro.




Cuando alguien me dice que soy encantadora, desconfío.


No tengo encantos, no actúo encantadoramente. Ni siquiera soy calculadora para ser amable.
No me cuido acerca de lo que debo decir para gustar a los que me rodean.

A veces he sido impulsiva y he olvidado que sería preferible, olvidarme de ciertas palabras, porque podrían confundirse y creer que estoy burlándome de alguien.

Como cualquiera que no está obsesionado por ser popular, soy desagradable por escribir como escribo, o soy agradable , o no soy más que alguien que escribe y escribe.

Nunca supe seducir.

He perdido frescura hace tiempo, tal vez la perdí adrede.
Soy alguien que escribe,

no quiero ser encantadora intencionalmente.

No me interesa ser encantadora.
Ni quiero que alguien me diga cómo he de seducir. ¿A quién? ¿A quiénes?

¿Tú podrías decirme que es para ti, seducir?



O por amor, ese monstruo de dulzura y soledad, ¿habría que seducir?

¿Por qué?

Para atraer al que se ha de captura: la sutil seducción.


Baños de flores, encantamientos brujeriles, afrodisíacos, ropas "sexys",
oh, está en venta, lo que te hará seductor. O sino, que las adivinadoras te digan tu destino, para que así planifiques tu agenda de salidas


estoy recordando a alguien que salía conmigo,
creo que su "pareja" (así le llama él, aunque esa es la palabra común que se usa para el que no está casado y convive con el otro, ya que conviviente suena peor, sólo me resulta una vaguedad) le esperaba cerca

o no sé,

la cuestión es que pasó raudo a cierta distancia mía, mirándome de soslayo,

sonreí, como Ardella,
no diré que "todos los hombres son iguales",
no diré que quiero ser la eterna amante de alguien, para sentirme divina

como si fuera hermoso ser una divinidad de aire,
amante de alguien


niet


encuentros sexuales, vida sexual de aire


niet


alguna vez me interesó


no es apasionante


Eros no solamente vive en el sexo extremo.
La sensualidad es algo inconmensurable, como si fuera la sangre que circula por las venas, se renueva, se agita como el corazón, sigue circulando, y un día ya no está más., porque ya hemos muerto.
Soy sensual, estoy viva.
¿Importa seducir?



Quizás quisiera ser tierna, no dulce, sino tierna, mas ya perdí eso cuando pasé los años de la guerra en el Perú

o es que soy tierna con la belleza pura, como cuando le hablo a mi querida nena y cuando converso con mi niño,

o es que soy tierna en el acto de enamorarme

cuando no hay ilusiones y un lenguaje me llama

ahora, ninguna nube me parece linda, ni el cielo, ni siquiera el cielo


sólo el mar me enamora:
sé que el mar es el lugar último.

19 comentarios:

Kira Kariakin dijo...

quieres vivir y no jugar a vivir... por eso ya no te importa seducir o ser seducida o en general la impresión que causes en los demás... cuándo decides que la vida está allí y que no hay que dejarla que nos pase por encima sino a través, es que empezamos a darle importancia a lo verdaderamente importante que es una misma. ...Cioran no era al final tan pesimista, no sé si te has leído las "Conversaciones con Cioran"... te harán sonreír.

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Hola, ¡aún estoy aquí! :)

sobre jugar, más bien querría jugar mucho,

actos lúdicos,
sí, en ese sentido.

Capto lo que me dices,

tomar la vida, asumirla no como algo a la deriva, sino como un Todo que se vuelca en una misma y viceversa.

"Las conversaciones con Cioran", están en mi habitación, sí. El viejo Emile era fino y punzante.

Kira, me siento bien leyendo tus posts, sabiendo de tu vida allá tan lejos. Seguiré leyendo lo que escribes.

Ah, me desvelé niet en vano :)

Otro gran salute.

Anónimo dijo...

seductoras palabras las tuyas, rain...

Unknown dijo...

Veamos:

1.- Ante todo el sexo es un peligroso creador de dependencias ciegas. Es un juguete de dos filos. Una bo,ba de tiempo que debe ser tratada con pinzas en nuestra vida emocional.

2.- Importa seducir?? Muchisimo. es un regalo. Es lo que nos separa del miedo del rechazo.. es tratar la vida como una obra de arte. Al menos hay que darle el riesgo propio del artista

Y en el mar... un día me quedaré en el mar.

Un abrazo

Fuego Negro dijo...

...de trampas y presas....a veces es bueno dejarse atrapar por esos lazos donde uno sufre el vertigo de ser conducido...sin tiempo y probablemente a ningun lugar


salud y mas que suerte

Anónimo dijo...

la más fina forma de seducción es la que funciona sin intención de seducir, creo que es como toda interacción emisor-receptor en la que el receptor completa, según sus esquemas mentales, los actos del emisor y estos pueden resultar siendo interpretados como actos seductores desde el punto de vista del receptor. no creo en la seducción como juego que sigue reglas ni como acto hecho adrede, eso a veces termina en sensación de acoso.

no escribes para seducir pero la sensualidad en tus líneas resulta seductora para quienes sentimos empatía por lo que expresas en tus escritos.

es lo que me gusta cuando te leo ;)

Sir Faxx von Raven dijo...

su texto empezó tan seductor y a medida que avanzaba se volvió plaf! plaf! abofeteador.

pero eso también me gustó.

espero encontrármela en el mar srta lluvia.

XIGGIX dijo...

la seduccion oculta, muestra, expresa y disfrasa; es un rito de la natural esencia de la humanidad en su busquedad del placer, donde participan personas libres de prejuicios y concientes de sus posibles resultados, sin victimas ni victimarios y siempre sinceros en sus intenciones...lo demas, son tragicomedias de malos entendidos, como casi siempre

tzarel dijo...

Estructura de sociedades como la nuestra, es un montaje de mentiras a gran escala, frágilmente cimentado. Pero se vive estas mentiras como sólidas verdades.
La seducción es una de ellas, como parte indisociable del poder sexual. Es decir siempre debe haber "poder". El poder de dominar a otro por medio del sexo, el poder
de atraer al otro para sentirse atractivo. El poder de convertir en un guiñapo al otro, en función de una dominación sexual agudizada.
Desaparece el juego, predomina el poder, toma a la relación, el poder.
La seducción como parte de ese poder, es otra mentira asumida como parte de un narcisismo concentrado en constituirse en el
objeto central de la vida del otro.
La vida en su totalidad es mucho más que el sexo pontificado, es mucho más que perseguir la belleza como ideal supremo. Hablo de la belleza mentira.
Occidente, sobretodo está inoculado de la belleza mentira.
Si quieres sentirte bello, seduce, o acepta la seducción, ese es el
paradigma de este tiempo, sea andrógina la belleza, hetero u homo.
Lo primitivo en su salvaje atracción ha sido paliado, estigmatizado. La belleza mentira ha tomado las mentes de los humanos, y sus líbidos abiertas a cualquier estímulo, donde la seducción funciona como conjunto de actos premeditados, vaciados de la violencia de la que escribiera Batailla. Se legitimiza a la seducción como necesidad y fin. Su glorificación exige y agota, pero es acatada como parte de los deseos colectivos, singularizados artificiosamente.
La seducción erigida como vía del placer proyectado sobre el que lo ejerze, la pérdida de la original
gracia.
:) lo sé, escribí demasiado. Tú no te fastidias, Rain. Por eso, seguí.

Anónimo dijo...

Seducir...

y con qué, con miradas?, con palabras?, depende de uno?, o es inherente, es natural, aun si no lo quieres, seduces..seduce el aroma sensual de tu relato, seduce la forma, y el fondo, si fuera hombre de buen agrado me dejaria seducir por las sensaciones que provocas.

Y sí, una llega a un punto de enamoramiento de si misma, de lo que logró y lo que no, de sus olores, de esa sonrisa en el espejo y si eres madre, te enamoras del reflejo en sus ojitos, porque es lo real, es lo cierto, y ves belleza.

un beso

Di

tzarel dijo...

Un salute :)
tzariano para Di.
¿Dónde escribe ahora?


Rain, estaba pensando en aprender latín. Quiero poner unas palabras finales, emulando a Enigma.
Salutes, combina con Tzarianos.
:) arranques, buscando cambios, hasta en los detalles.
Salute
salute
salutes tzarianos.

Eleafar Cananita dijo...

cuando se mete la idea de un propósito con respecto al erotismo, amor y sexo, como que toda la cosa saludable e interesante que debiera ser, se arruina. la seduccion dolosa, premeditada y ventajosa me disgusta. no tiene el mortal encanto ese que pasa natural entre las velitas de los apagones y las polillas; por el lado negativo segun se vea. ni en el del feliz encuentro que hace que los seres se emparejen y vuelen, naden, caminen, se ionizen.

el mar tambien enamora.

Anónimo dijo...

la pela que viste se llama Shirley Valentine, el "galán" Costas, bueno, de esos hay en todas partes. Ah, originalmente es una obra de teatro. Muy linda comedia.
Hey niña, pero si aquí tu seduces a diario! ;)

XIGGIX dijo...

despues de lo dicho por tzarel, creo q ya no voy a tener erecciones

Eleafar Cananita dijo...

jajaja ...este iggix

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Fran,
es posible que las palabras lo sean, como si el que las escucha y las recibe totalmente, comprendiera
que hay tras de ellas, del otro lado...
si fuera así, sólo digo que lo mío es escribir. O perderme.

No quiero perderme... claro :)
aunque ...(ya iba a comenzar un rollo, lo dejo para otra vez)







***



La seducción que te interesa,
imagino, es la transparente, que es como una no/si seducción.

¿Eh, Ludovico?





***



El vértigo, Fuego Negro, como algo que identificas, se aproxima y lo
recibes sin nada, o con todo.

Filo/experiencia, como dejarse llevar aunque presientas que después todo será humo.







***




Carlox, erótika con klase , parafraseando a Domingo de Ramos :)

a eso le digo, rizoma...


me siento libre, escribiendo como escribo.

salutes Carlox.





***





:) en el mar

en una calle, en un café, quién sabe dónde

¿dolió la bofetada? niet, no creo que le haya dejado un moretón/pensamiento... sólo espero que sí, una huella, algo que no se ve.

:)

Hasta la vista.







****





¿viste Iggix "Cabo de miedo"? con Robert de Niro, Juliette Lewis?





***



Al contrario de lo que puedan pensar los que se aburren con un comenatrio que apela a las ideas,
para mí, éstas son una manera de
sentir placer, al movilizar esa reflexión que va desprendiendo de una idea, otra...


Grax Tzarel.

Que la seducción sea vista como un acto én el que siempre hay libertad de ambas partes, sea algo que se crea tan parejo, niet.

tras de nuestros íntimos anhelos, está todo un conglomerado de mensajes subliminales: nos hace creer que esto es seductor y que lo otro no.

Como en el panóptico del que escribía Foucault, hasta nuestros deseos están regulados y observados.

Tzarel, seguimos...





***





Eleafar,

"ionizar"

eso.


Exacto. Lo creo.

sh, vaya con los "creo",
ya.



****






Sky,
es que por afinidad, allí vamos. Lo que pienso es que hay gente que disentirä

ah, ya se ha notado
y bien, la seducción es un tópico.

Si ya se tien una idea sobre cómo debe ser, difícil que te la cambien.
Bueno, ni que yo pretendiera cambiar a la gente con lo que pienso.

En cambio, gratifica, que sintonizemos, y ampliemos las ideas. Que eso no signifique que yo tenga toda, absolutamente toda la verdad :)


Ah, lo seductores
simplistas
con armas no simplistas




Sky, (está ien David? adivino que sí )



Abraxo.




****






¡Shirley Valentine!.
Ella se llamaba Shirley.
:) grax Costas.

¿Costas? ¡como tuuuuú! ¡ja!


Oye, hummm, :)

















****



......


ah, pram

tzarel dijo...

Leía a César Vallejo y encontré que lo que algunos le critican, diciendo que "un llorón", es tristeza con la veta del amor cruzado como si fuera una diáspora.

Nada llorón.

Los tonos lastimeros me cansan
los comentarios desatinados tienen su atractivo, algunos, otros son pura estupidez.

En general, esta blogósfera no me agota. Si tuviera muchos links, tal vez.

:)
Rain, ¿encontraste el nuevo lugar de la pala proteica?

tzarel dijo...

¿Aclaración!

Hipster puede creer que me refiero a él, y es no, absolutamente no. Veo en retrospectiva su comentario y no me exaspera. Posiblemente este neófito que soy yo, le exasperé a él.
Eso pasó.

Me refiero a otros comentarios.

¨¨¨¨¨



Recuerda lo de la pala :)

Anónimo dijo...

Link interesante sobre seducción en
http://www.personal.able.es/cm.perez/

y lista de correo en
http://es.groups.yahoo.com/group/elartedelaseduccion/