21.6.06

Explosión y serenidad

Te digo Faxx que si vieras a Doria te conmoverías. Lo que sucede es que no la conoces y mis palabras no alcanzan a potenciar su ternura.
Yo
aquí cabe el yoísmo
intento ser la más fiel aproximación a lo que soy en este mundo bloguero y entre la realidad de las calles, los días y las noches inquietos, la cotidianidad y la complejidad blue, el desparpajo en blanco y negro y el collage mental, trazo mi graffiti en una calle de la blogósfera y así me conjuro.
Porque la sociedad en la que vivo, que es la que conocemos sin 'virtualidad' nos agobia y es una piltrafa de rutinas y normas. Porque escribir es mi manera más efectiva de ser. O no es 'efectiva' precisamente sino afectiva y desafecta a la vez.
Afectos volátiles niet . Afectos de cielo pintado en la blogósfera. El cielo está aquí como el infierno y el purgatorio no existe ni el limbo. Al limbo se le sueña y nada más.
Y recuerdo cuando conversaba con Kika, e intercambiando comentarios, ella decía que hay noches en que salía con amigas a 'divear'. Ah, qué juego. Ponerse esos vestidos largos y negros.
Yo jugando a diva, salgo con mi vestido negro con aberturas redondas en los hombros y me olvido de la crisis económica y de los políticos engorrosos. Y me río.
De vez en cuando.
No podría ponerme esos vestidos plateados con flecos como Alaska, mas sí llevo mi piercing, por el cual el sacerdote me miraba y miraba en esos días laborales en una parroquia. Decidí usar un piercing hace un tiempo ya. Aquella alteración corporal tiene su sentido personal, muy personal. Me perforaron en un punto del rostro y no gemí, mas las lágrimas me salieron a pesar mío y me dolió como debe doler lo que es importante.
Lo magnífico de no pertenecer a ningún sentimiento amoroso es estar libre de ensoñaciones que apresan la alegría de expandirse sin medida. Y la contradicción radica en que esa soledad tiene su clímax y llega el instante en que se evoca la soledad compartida y esa es la gran paradoja existencial.
Después de leer 'Entre la soledad y el amor' de Alfredo Bryce Echenique, me quedé en saudade.
Después retorné a mi esencialidad.
Y me puse a escribir.
Miré los ojitos de Doria y me concentré en sus sonidos y le canté mientras ella me miraba fijamente con esa sonrisa suprema que tiene.
Qué preciosa nena.
'Divear'. Si un día 'diveamos', Kika y yo, me pondré mi vestido negro con las aberturas circulares en los hombros y me pondré mi saco con prendedor plateado y fumaré esos cigarrillos que Ricardo trajo de aquella recóndita ciudad yanqui. Será divertido.
Alguna vez.
Pienso en las cantantes. Me gusta mucho, mucho Alaska.
No me impresiona Thalía, ni por su belleza espléndida. Ni Shakira. Niet.
Cierta noche comiendo unas pizzas
que comemos una vez cada tres meses como uno de esos gustillos marginales, ya que ambos no queremos engordar (somos unos vanidosos ...ay)
vimos en la tevé a Shakira cantando una canción que estaba de moda, con Alejandro Sáenz. Había algo que me caía tan mal y no racionalizé por qué.
A Al tampoco le gustó la canción ni le impresionó Sh.
Sé que era verdad. Su carita se transfigura cuando algo le gusta.
Luego lo pensé. Es decir me dediqué a pensar por qué me caía tan mal en especial esa actuación:
era por la manera de coquetear con Saénz. Él tocaba la guitarra y sonreía. Ella cantaba a unos centímetros de A.S y se arrimaba suavemente a él, contorneándose.
Lo que no me gustaba era ver que se encerraba en la típica actitud de la mujer que 'seduce' al hombre, a través de su cuerpo (siempre el cuerpo instrumentalizado) y de la gestualidad impregnada de una sensualidad simplista. Ella en el papel activo y él en el papel pasivo. Era esa correspondencia
de atracciones simplonas. Sí, eso.
Los hombres y mujeres limitados corren tras de la carnalidad como moscas a un panal de miel.
Y a Eros lo dejan en el camino, herido.
Esa vocecilla de T cantando 'A quién le importa' es de una ridiculez rampante al lado de la versión original de Alaska.
¿Reconoces cuando alguien es capaz de vibrar y de ser genuina? Como una diva, una auténtica diva, Alaska arrasa la belleza fácil.
Amo esa belleza que sale de los poros, mas allá del maquillaje y la máscara.
Amo esa vitalidad que coexiste entre aquella belleza y cierta desolación que se va para dar paso al reconocimiento de la existencia en su fugacidad. Amo, amo esa belleza.
Ah, escribir este post me ha hecho salir de esa desolación que a veces viene. El saudade huye.
Gracias Alaska, eres divina.


Para kika.

Te dedico este post, aunque tal vez no lo veas, ya que tus andanzas se alejaron de la blogósfera.
Recuerda, un día, tal vez saldremos a 'divear'.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando te vayas a divear, recuerda que puedes contar conmigo. Yo encendería tus cigarrillos mientras tú moverías tu cabeza con un particular encanto, con eso que le llaman glamour.



Nada de huevadas.



A mí nunca me gustó Shakira y los patas que se mueren por Thalía generalmente no pasan de Paulina Rubio y cía.


A mí me encanta como sonríe Patti Smith y me gusta mucho Sara Mclahlan, así como me seducen las rockeras fuertes que se despeinan y se ven poderosas.



¿Cuándo sales a divear?

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Ah, te acuerdas de esa escena de 'Manhattan' , la peli de Woody allen, donde Mariel H. interpretando a la dulce chica enamorada de W, le mira y le dice que él no fuma y que por qué está fumando. Woody le contesta que porque así se ve 'irresistible'.

Esop es tan gracioso. Es una pose encantadora.



Ah, 'divear como dijera Kika...

Divear... no sé...


Sólo sé que en esa 'irrelevancia' como diría el cananeo, hay que hacerla con lo que viene a ser el spleen y el golpe estético.

Ah, aunque a Faxx el spleen le abrume

:)

:)

Sí.

Rolando Escaró dijo...

si era cierta la canción que decia: "un poeta tonto por ahi nos jodi@, separando el sexo de el amor"

Sir Faxx von Raven dijo...

será eso entonces srta vir&, que no he visto a la pequeña doria... aunque yo no dije que el spleen me abrumara, dije que me pasaba de vueltas, que es distinto y mucho más sobrecogedor.

bueno si me piqué.

y perdí.

mentolada dijo...

regresé al puerto
y
el puerto
nunca
decepciona

(hola)

luego vuelvo
para dejar
un comment
como dios manda

divear....que ideal suena eso

arrebatos dijo...

No me reconozco gran fan de Alaska, sin embargo encuentro admirable su actitud. Eso y el hecho de que a día de hoy tenga sólo 43 años.
¡Eso sí que es admirable!
La recuerdo siendo yo muy pequeño, pero claro, resulta que empezó a actuar en el año 78, cuando contaba con 15 años solamente.

Y sigue siendo la misma...