18.5.06

Niebla y spleen

Hay una película donde la niebla es la protagonista. Difusa, omnipresente, cotidiana, simbólica y real.
La bruma de la niebla convoca pensamientos sobre graffitis emocionales. En esa pared que es la mente donde se puede rayar trazos viscerales o líricos, una conmoción puede ser registrada a través de la niebla y luego vendrá el spleen.
Esa película es 'Sombras y niebla' de Woody Allen, donde hay una escena de terror que en ese fondo en blanco y negro, es inolvidable. El asesino aparece en las penumbras nocturnas, cubierto de niebla, presto a estrangular a quien esté cerca suyo.

En estos días de otoño, en Lima, la niebla sobreviene densa y húmeda como gigante algodón deshecho que flota en los cielos. Niebla en los ojos de la gente cansada que quisiera estar fresca como si nada. Como si la niebla sólo fuera un efecto de la naturaleza y punto.

Si ves la niebla cuando estás cerca del mar acuérdate de mí,

si pasas por el gran parque de la ciudad, deténte a dar migas de pan a las palomas y ve a ese lago donde al caer la niebla, parece una transparencia opaca como el amor triste

y guarda esos restos de spleen en los ojos cansados

guárdame, y verás que pronto volveré

con niebla y viento frío porque el otoño llegó y ya no hay retorno a la escena en colores

todo es en blanco y negro, todo es brumoso y la pasión es un animal herido que intenta sobrevivir.

***

Te recuerdo. Escribo cartas que no te enviaré.

Te hablo en la noche cuando estoy sola y el sueño se va, te pinto mentalmente y te rescato de la muerte en una esquina del plano solitario, donde eres una silueta perdida en la niebla, mientras yo soy la sombra que se desvanece y el spleen viene, el spleen es un misterio, y el misterio de ayer eras tú.

***

La ciudad en estos días es niebla y smog. Calles extraviadas y llovizna. Gente desesperada y escepticismo. Soledad en la multitud y en la millonésima persona, soledad de soledades y carcajadas como si Víctor Humareda resucitara y Eielson bajara del tren en la vieja Estación.

Y la niebla viene, también el spleen, lo sé. Tú, dime ¿los ves?.

Foto: Josef Sudek.

8 comentarios:

nacho dijo...
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nacho dijo...

En la niebla se esconden las cartas no enviadas, las palabras no pronunciadas. Por eso, cuando penetramos en ella, leemos gotas como verdades efímeras y aprendemos lo que en realidad es la vida.

XIGGIX dijo...

las carcajadas casi epilepticas de humareda, si, es lo q faltaria, de pronto, en alguna noche de soledades y brumas curvilineas como las de mm

tzarel dijo...

El spleen musical es el que sella la discontinuidad y mata el desaliento.

En la discontinuidad están las dudas, los sueños, el irracionalismo. Alli el spleen tiene sus más grandes motivos para ser.

A propósito de spleen y de niebla. Nada mejor que una catarsis en una tarde nublada con el sonido de un saxo al aire libre y cómo no, cerca del mar.

Anónimo dijo...

Hola querida Vir&, otra vez niebla...
y sí, la siento, aunque a veces no la veo. :)


Besos entre la niebla.

Anónimo dijo...

niebla en Lima = yo con spleen
si esta niebla da no se que
mish!

besos vir&

Anónimo dijo...

por cierto!

"NO ENTRES EN LA NIEBLA!!!"

Portobello dijo...

Poética manera de hablar de la niebla y del cine. Lo llevaré al Rincón, me gusta. Abrazos.