Así fue como vi aquella vez a dos hombres que conversaban en el avión. Era un viaje largo. Atravesaríamos toda Europa, y haríamos una escala en Amsterdam.
Ellos estaban cerca y la discusión ya no era en voz baja. La gordita señora con lentes y pañoleta roja -no la olvido después de varios años, jadeaba y sonreía, sonreía y jadeaba- se levantaba, iba al baño y volvía abriéndose paso con dificultad por el pasillo algo estrecho para tanta gordura. Por eso al ver una señora gordita, de inmediato la asocio a los aviones. Aviones, señora gorditas, hombres discutiendo, incomodidad para dormir, aeromozas etéreas, comidas envueltas en papel platinado, nubes inmensas.
- Una belleza con sus mujeres por todo lados. Un ensueño.
Quien hablaba así era un hombre bronceado con unos ojos azules en un rostro lleno de arrugitas. Canoso, delgado, alto. Su cabeza sobrepasaba el asiento. Le vi como un simpático gigante.
- ¿Qué dices? a mí me cansaba ver tanta escena con mujeres por aquí y mujeres por allá, y no una buena follada. Cabrón el que hizo esa películina.
A estas alturas comprenderán, por qué me puse a escuchar una conversación de la que no era partícipe. Donde hay cinema comentado, allí estoy.
- Hey, y la escena de la mujer gigante tan sensual ¿acaso no te dice algo?
- ¡Aaaaaaaah! y los ojos, también azules del rubicundo chico -porque era un chico- se agrandaron y su voz se dulcificó en ese falsete exclamatorio. Laa areomozas pasaban y le miraban de soslayo y en más de dos ocasiones se le acercaron a preguntarle qué deseaba, o si se sentía cómodo. Qué lindura, era un adonis.
- Esa escena es pasable. La verdad yo prefiero a Kim Bassinger, calatita.
Dijo el rubicundo al que atisbé en su categórica afirmación. Encontré un tipo sonriente y altivo. Con la altivez de esos galanes posmodernos. Qué lindura.
- Estamos hablando de una película de Fellini y tú me sales con Kim Bassinger.
Esa parafernalia felliniana tiene su razón de ser, es una invitación al goce, a la más pura...
- ¿Pura qué? pura fantasía, cosas que no se entienden. Todo debería ser más claro, más sencillo. Mucha densidad.
Qué palabra: Densidad. Inolvidable.
- Esa fantasía es el alma de la creatividad felliniana. Cuando la encuentras cercana, se te hace necesaria...
Algo pasó..., creo que la señora gordita se levantó, sí, eso fue, resopló, volteé, vi una nube que parecía tener ojos, de improviso recordé a S., una pareja se besó emocionadamente, y entonces vi el rostro de S, con su mechón castaño cayéndole en la frente. Y dejé de escuchar la discusión, volé, sí, mas a mi propio sueño.
En Amsterdan, los perdí de vista. Imagino que eran tío y sobrino. No sé, si el mayor hubiera sido el padre, creo que aquel adonis si quisiera hubiera disentido mas no hubiera sido tan burdo.
La película de la que hablaban, yo la vería en la Filmoteca de Arte, después de 3 años. Y es una de mis preferidas: 'La ciudad de las mujeres' de Federico Fellini. Y hablando de películas, en estos días, saltaré en el tiempo e iré a Europa -en sueños- a ver si por allí camino por el Puente de Luxemburgo, y tal vez veo a ese hermoso señor, y al horrible joven no, espero que ni siquiera aparezca en alguna pesadilla. ¿Adonis? no.
Viejo hermoso, Fellini, y el tiempo entrelazados en un salto. Eso soñaré. Sea.
Ellos estaban cerca y la discusión ya no era en voz baja. La gordita señora con lentes y pañoleta roja -no la olvido después de varios años, jadeaba y sonreía, sonreía y jadeaba- se levantaba, iba al baño y volvía abriéndose paso con dificultad por el pasillo algo estrecho para tanta gordura. Por eso al ver una señora gordita, de inmediato la asocio a los aviones. Aviones, señora gorditas, hombres discutiendo, incomodidad para dormir, aeromozas etéreas, comidas envueltas en papel platinado, nubes inmensas.
- Una belleza con sus mujeres por todo lados. Un ensueño.
Quien hablaba así era un hombre bronceado con unos ojos azules en un rostro lleno de arrugitas. Canoso, delgado, alto. Su cabeza sobrepasaba el asiento. Le vi como un simpático gigante.
- ¿Qué dices? a mí me cansaba ver tanta escena con mujeres por aquí y mujeres por allá, y no una buena follada. Cabrón el que hizo esa películina.
A estas alturas comprenderán, por qué me puse a escuchar una conversación de la que no era partícipe. Donde hay cinema comentado, allí estoy.
- Hey, y la escena de la mujer gigante tan sensual ¿acaso no te dice algo?
- ¡Aaaaaaaah! y los ojos, también azules del rubicundo chico -porque era un chico- se agrandaron y su voz se dulcificó en ese falsete exclamatorio. Laa areomozas pasaban y le miraban de soslayo y en más de dos ocasiones se le acercaron a preguntarle qué deseaba, o si se sentía cómodo. Qué lindura, era un adonis.
- Esa escena es pasable. La verdad yo prefiero a Kim Bassinger, calatita.
Dijo el rubicundo al que atisbé en su categórica afirmación. Encontré un tipo sonriente y altivo. Con la altivez de esos galanes posmodernos. Qué lindura.
- Estamos hablando de una película de Fellini y tú me sales con Kim Bassinger.
Esa parafernalia felliniana tiene su razón de ser, es una invitación al goce, a la más pura...
- ¿Pura qué? pura fantasía, cosas que no se entienden. Todo debería ser más claro, más sencillo. Mucha densidad.
Qué palabra: Densidad. Inolvidable.
- Esa fantasía es el alma de la creatividad felliniana. Cuando la encuentras cercana, se te hace necesaria...
Algo pasó..., creo que la señora gordita se levantó, sí, eso fue, resopló, volteé, vi una nube que parecía tener ojos, de improviso recordé a S., una pareja se besó emocionadamente, y entonces vi el rostro de S, con su mechón castaño cayéndole en la frente. Y dejé de escuchar la discusión, volé, sí, mas a mi propio sueño.
En Amsterdan, los perdí de vista. Imagino que eran tío y sobrino. No sé, si el mayor hubiera sido el padre, creo que aquel adonis si quisiera hubiera disentido mas no hubiera sido tan burdo.
La película de la que hablaban, yo la vería en la Filmoteca de Arte, después de 3 años. Y es una de mis preferidas: 'La ciudad de las mujeres' de Federico Fellini. Y hablando de películas, en estos días, saltaré en el tiempo e iré a Europa -en sueños- a ver si por allí camino por el Puente de Luxemburgo, y tal vez veo a ese hermoso señor, y al horrible joven no, espero que ni siquiera aparezca en alguna pesadilla. ¿Adonis? no.
Viejo hermoso, Fellini, y el tiempo entrelazados en un salto. Eso soñaré. Sea.
12 comentarios:
Creo que el hombre joven tiene sueños confusos y necesita ver pelis claras. De esta manera conseguirá no hacerse viejo (aunque si feo) y segurá soñando confuso.
¡Hola!.
Por la sonrisa que me ha causado tu comentario, estoy por aquí dibujando algo - mi hijito dibuja mejor que yo, así que lo que dibujo es impresentable... peero tiene su gracia, eh-
basado en ello.
Hasta pronto Nacho...
Buen sueño ;)
Un beso :)
Pd.Te agradecería cambiaras mi enlace por el que te pongo a continuación.
http://blogs.ya.com/elrincondegrial2/
Muchas gracias y disculpa por las molestias.
Qué interesante escenario, un avión en pleno vuelo. Me hace gracia la palabra aeromozas. Me gusta mucho más que azafatas, que es como se las llama en España.
Un beso.
Grial, aquí Hormigo, me habla de la palabra azafatas...
Buenho, ya puse el enlace actual.
Besote.
Hormigo: Ah,aquí asocio 'Azafatas' a quienes atienden en restaurantes que pueden estar en trenes o en tierra firme...
Hormigo... si pongo azafata, lo percibo extraño... ¿Buscamos una palabra de consenso?
Salutes.
Hola FenmeOllanta, tengamos sueños hermosos, que a veces la felicidad está en ellos...
Abrazote.
Fellini...palabras mayores. Que tiempos aquellos en los que el cine era cine y no lo de ahora.
un beso.
chicomalo3772 (www.blogs.ya.com/gotasdelluvia)
Chicomalo: justamemte estoy escribiendo sobre la travesía que hoy tuve...
¡Conseguí 'Ensayo de Orquesta'!
Abrazote Chicomalo.
Sky, mira cómoes lo de los tiempos cruzados: estuve contestándole a Chicomalo y entretatnto tú llegabas al puerto.
Hoy compré 4 dvd's...
judif .... sí, tiene su múdica...
Beso, Mely.
Uno se pregunta si las gordas del mundo pueden sentir igual despues de "Amarcord". Si existia una peli en la que el prota queria enamorarse de una peluquera, "el marido de la peluquera", cuando vi por primera vez a la estanquera de Fellini, supe que la belleza estaba ahi.
Yo me quedé con la imagen de la gordita resoplando en medio de la batahola. Y tú que curiosa resultaste, aunque era un hecho ineludible..., y etéreo. Ahora, me han dado ganas de ver esa peli...
Raúl: Y ahora adquirí 'Ensayo de orquesta'...
La belleza, vibrando en imágenes únicas...
Salutes Raúl.
Beba: ¿La imagen de la señora gordita se fijó en tu mente?
Ah, era impresionante...
Ah, apenas sepas que la van a proyectar, apunta en tu agenda...
Salutes Beba.
Publicar un comentario