4.9.05

Adiós alma X.

...Y el maniquí se derretirá...
Foto: Maniquí, de Osvaldo Ferraro.

Estaba pensando en ti, que amas los cuerpos bellos, la música clásica, las ciudades musicales, las mujeres que te admiran.
Estaba pensando en ti, en tu fineza extrema, en tu amargura .
Jamás te conmoveré, lo sé.
No sé cantar, no soy esplendorosa, y no te admiro. Te amaba, es cierto. Fue un amor breve, una amor de viñetas o escenas inventadas, noches a solas con la compu, escribiendo, imaginando el día en que te darías cuenta que existo. Una de esas barrabasadas de alguien que se enamora de un alma X, y que intenta ser vista a miles de kilómetros. Y sabes que no pretendo ser la que escribe, lo mío son ejercicios como todo lo que hago, porque corro y el tiempo me pisa los talones, llega y me jala una oreja, me sacude y pasa sobre mí. Y ya no habrá algo para ti, para ti es la risa del maniquí que tú crees, te quiere incondicionalmente, es el perfume que te atrae, y en esa certeza, me arranco las palabras pegadas a mis ojos, a mi cara mojada, el detritus de la constatación: estamos lejos, y ya lo dije, no te admiro.

Es algo estúpido, me liberé y estoy triste. Enamorarse es un estado de ánimo, un vicio, una vana esperanza, siempre lo supe.

Y ahora que escucho a Bach, me detengo, todo se detiene y te veo. Tu cara es una nebulosa que se pierde entre mis deseos.
Saldré a la ciudad, saltaré la valla, volaré por toda la sonósfera, te buscaré y te encontraré. Quizas estés mirando por tu ventana a la gente que pasa, quizás esperes al maniquí de la gardenia y el discurso consabido.
Llegaré y te sobresaltarás, aferrado a las convenciones, esta surrealidad te causará miedo. O no. No te conozco tanto, no sé.
Tocaré tu cabeza y besaré tu frente. Será un encuentro sin nada sobresaliente. Ni siquiera intentaré que me toques. Simplemente te miraré y te dejaré exangue.
La maniquí en el umbral de tu puerta se derretirá, de pronto me mirará y volverá a su estado real, mujer de carne y hueso.
Confraternizaré con ella. Querrá conocerme, asombrada por mi intempestiva llegada. Le diré que no soy un ángel, ni una bruja, que ningún deseo podré concederle . Eso no le gustará y se irá pronto, dejándote allí, tirado, solo, circunspecto en tu quietud , absurdo en tu silencio.
Cuando abras los ojos, me lanzarás un insulto, mas yo ya estaré lejos, y no te escucharé. Nunca más te escucharé.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Vir:
Tus últimos dos textos me han conmovido mucho. No sé hasta qué grado me recuerdo un poco a lo que yo escribía hace tiempo... un ángel errante en un desierto, un grito ánonimo de amor que ya no es más. Este último texto me es tan familiar, por situaciones que viví antes. Fuerte, exacto, emotivo...
No puedo leerte tan seguido como quisiera (clases, amigos) pero creo que siempre vengo en el momento exacto :)
un abrazo grande!

Gatito viejo dijo...

Un texto precioso ,lleno de sentimientos muy bien descritos,que te llegan muy adentro .
Saludos

Dinorider d'Andoandor dijo...

mucho sentimiento en realidad .... tener sensaciones y sacarlas es la cosa

Anónimo dijo...

Es un amor de internet eso que describes. No lo sé, pero de todos modos te cuento que alguna vez estuve dolida, ansiosa y atraída por no_se_en_realidad_quien, y alguien tal vez estuvo atraído por algo que creyó intuír vagamente que era yo. Fue en realidad, viéndolo a distancia, horrible. Si no hablas de algo así, perdona.
Un abrazo :)

nacho dijo...

Es demasiado oneroso gastar vida en un adiós.

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Paloma, besos y un abarzo blogueador para ti. Te visito...

Gatito viejo: hoy escribí entre salidas y regresos...un salute muy grato .

Dinorider, gracias . Visito tu página, dodne en cualquier momento aguardo que asome un dinosaurio

Noemí: en la ficción,todo se mezcla mi querida. Un beso.

Nacho,imagínate, y qué adioses, qué
vuelos... larga travesía que un instante se hace, escribiendo.
Salutes.

Anónimo dijo...

No sé, me importa un pito
que las mujeres tengan los senos
como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! - y en esto soy irreductible
no les perdono, bajo ningún pretexto,
que no sepan volar.
Si no saben volar
¡pierden el tiempo con migo!



( El lado oscuro del corazón, Eliseo Subiela) Un beso mi Angelote.

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Eh, leí tu otro comentario y se me pasó éste.

Perdona Vicente, desconozco a Eliseo.
Por favor, enviame sus datos o si
escribes sobre él en tu bitácora...Gracias.
Veamos si los angelortes salen y así la blogosfera revoluciona...
Un beso . Hasta pronto.