Alguna vez he escuchado decir que sólo los cobardes se suicidan y que los que persisten en vivir, son valientes. Una dicotomía que muchos se la creen.
Con la lectura del post Depresión, en el blog Gobalizado, en el cual enlaza un post vislumbrador comprendí a fondo que la depresión es mortal. Me pregunto hasta qué punto es posible prevenirla sin que las corazas se resquebrajen como cristales cayendo a un pozo profundo. Hamlet se moría de pena y rabia y al final lo mataron habiendo acometido su venganza. Aquella tragedia expresa más que una historia de furia. En las cavernas posiblemente los seres humanos no tenían tiempo de entristecerse porque debían sobrevivir. A medida que se afianza la era industrial, las distancias físicas se amplian y las cercanías vía tecnología sostienen sociedades que colapsan, se reinventan en procesos económicos sociales aparentemente prósperos. Mientras que en países como Perú, Ecuador, Bolivia y muchos más, la violencia se circunscribe sobretodo a parámetros delincuenciales y políticos, en otros llamados del primer mundo, el vacío se asienta en los habitantes de ciudades donde el confort es accesible a todos en mayor o menor grado. Y sin embargo la insatisfacción es honda. Por ejemplo, en Japón, país superdesarrollado, los suicidios son alarmantemente crecientes.
La deseada felicidad se busca en la religión, en el hipersexo, en la bonanza económica, en la idealización del amor y se escurre como agua entre los dedos.
Unos buscan acumular conocimientos para destacar en el campo donde se desempeñan. Pisotear al otro, sobresalir a como dé lugar, apasionarse por esa especie de adrenalina intensa en donde el otro sólo es un motivo para sentirse superior. ¿Saben? Lo que sucede es que yo no pretendo dar
recetas ni consejos. Escribir para mí es más que un desahogo, un gusto, un deseo. Cada uno tiene sus motivaciones para buscar cierto equilibrio dentro del desquilibrio que es vivir en medio de una cotidianidad cruzada por el horror. Un horror asimilado, procesado, atenuado, difuminado. Cada uno tiene derecho a decidir sobre su vida y al mismo tiempo no todos saben qué hacer con sus vidas. No mínimamente.
Cuando José Martí se refería a la libertad del individuo, en función de su cultura, estaba en medio de unas condiciones abismales donde el porcentaje de analfabetos era funesto. Hoy cuando se va erradicando al analfabetismo, la libertad no ha llegado. Formalmente sí. Pero estamos sujetos a una maquinaria de prejuicios, guerras, manipulaciones. Así que la radicalidad en cuanto a desaprisionarse nunca está demás. Ilustrarse para contrarrestar lo que te imponen como verdades absolutas y por ende incuestionables, te saca de tu isla, te arrebata de tus emociones primarias, aunque pueda conllevarte a una desestabilización en torno a creencias asumidas en el colegio, la familia, la comunidad.
El título de este post va por una conversación con mi amigo Hamletmaschine acerca de un film que vi hace poco, antes que lo retiren de la cartelera de estrenos: Halloween , de Rob Zombie. Conversar con Hamletmaschine, siempre es estimulante. Vienen más ideas o se amplian las que tenías. Es lo que sucede cuando existe ese boomerang afectivo en el que te estás nutriendo, donde te das cuenta que si bien eres egoísta, eso no te anula como ser pensante y que cuentas con recursos para salir de la melancolía, o para simplemente ensanchar tus horizontes. Si nada te causa alegría, si ya no ríes, lo que queda es considerar que estás enfermo o enferma, mas sin duda no estás sola o solo aunque eso no te importe ahora y es posible aunque demore y sea como un camino agónico, emerger. No quiero dar la impresión de alentar un optimismo rampante. Lo que me dicen las palabras de Andrzej Zulawski, Cultivarse es resistir, me impulsó a escribir este post. Y lo que me dice esta canción me lleva a impregnarme más de todo lo que es conocer para no sólo saber si no para vivir, para seguir viviendo. Sin ese espíritu presuntuoso que te hace considerarte exquisito porque sabes más que otros. El poder del conocimiento libre de sus pretensiones de dominio, te libera y te dota de ligereza. Aquella levedad que en los úteros de nuestras madres, alguna vez sentimos.
Con la lectura del post Depresión, en el blog Gobalizado, en el cual enlaza un post vislumbrador comprendí a fondo que la depresión es mortal. Me pregunto hasta qué punto es posible prevenirla sin que las corazas se resquebrajen como cristales cayendo a un pozo profundo. Hamlet se moría de pena y rabia y al final lo mataron habiendo acometido su venganza. Aquella tragedia expresa más que una historia de furia. En las cavernas posiblemente los seres humanos no tenían tiempo de entristecerse porque debían sobrevivir. A medida que se afianza la era industrial, las distancias físicas se amplian y las cercanías vía tecnología sostienen sociedades que colapsan, se reinventan en procesos económicos sociales aparentemente prósperos. Mientras que en países como Perú, Ecuador, Bolivia y muchos más, la violencia se circunscribe sobretodo a parámetros delincuenciales y políticos, en otros llamados del primer mundo, el vacío se asienta en los habitantes de ciudades donde el confort es accesible a todos en mayor o menor grado. Y sin embargo la insatisfacción es honda. Por ejemplo, en Japón, país superdesarrollado, los suicidios son alarmantemente crecientes.
La deseada felicidad se busca en la religión, en el hipersexo, en la bonanza económica, en la idealización del amor y se escurre como agua entre los dedos.
Unos buscan acumular conocimientos para destacar en el campo donde se desempeñan. Pisotear al otro, sobresalir a como dé lugar, apasionarse por esa especie de adrenalina intensa en donde el otro sólo es un motivo para sentirse superior. ¿Saben? Lo que sucede es que yo no pretendo dar
recetas ni consejos. Escribir para mí es más que un desahogo, un gusto, un deseo. Cada uno tiene sus motivaciones para buscar cierto equilibrio dentro del desquilibrio que es vivir en medio de una cotidianidad cruzada por el horror. Un horror asimilado, procesado, atenuado, difuminado. Cada uno tiene derecho a decidir sobre su vida y al mismo tiempo no todos saben qué hacer con sus vidas. No mínimamente.
Cuando José Martí se refería a la libertad del individuo, en función de su cultura, estaba en medio de unas condiciones abismales donde el porcentaje de analfabetos era funesto. Hoy cuando se va erradicando al analfabetismo, la libertad no ha llegado. Formalmente sí. Pero estamos sujetos a una maquinaria de prejuicios, guerras, manipulaciones. Así que la radicalidad en cuanto a desaprisionarse nunca está demás. Ilustrarse para contrarrestar lo que te imponen como verdades absolutas y por ende incuestionables, te saca de tu isla, te arrebata de tus emociones primarias, aunque pueda conllevarte a una desestabilización en torno a creencias asumidas en el colegio, la familia, la comunidad.
El título de este post va por una conversación con mi amigo Hamletmaschine acerca de un film que vi hace poco, antes que lo retiren de la cartelera de estrenos: Halloween , de Rob Zombie. Conversar con Hamletmaschine, siempre es estimulante. Vienen más ideas o se amplian las que tenías. Es lo que sucede cuando existe ese boomerang afectivo en el que te estás nutriendo, donde te das cuenta que si bien eres egoísta, eso no te anula como ser pensante y que cuentas con recursos para salir de la melancolía, o para simplemente ensanchar tus horizontes. Si nada te causa alegría, si ya no ríes, lo que queda es considerar que estás enfermo o enferma, mas sin duda no estás sola o solo aunque eso no te importe ahora y es posible aunque demore y sea como un camino agónico, emerger. No quiero dar la impresión de alentar un optimismo rampante. Lo que me dicen las palabras de Andrzej Zulawski, Cultivarse es resistir, me impulsó a escribir este post. Y lo que me dice esta canción me lleva a impregnarme más de todo lo que es conocer para no sólo saber si no para vivir, para seguir viviendo. Sin ese espíritu presuntuoso que te hace considerarte exquisito porque sabes más que otros. El poder del conocimiento libre de sus pretensiones de dominio, te libera y te dota de ligereza. Aquella levedad que en los úteros de nuestras madres, alguna vez sentimos.
10 comentarios:
Sabes? siento que nuestro mundo sufre una espcie perversa de equilibrio. Los que mas tienen son los que mas desean, y al reves. Tenemos un mundo lleno de contradicciones, por lo que tius palabras son verdades como puñaladas: necesitamos cultivar el alma.
Volvi de Compostela, y me siento mejor
Besos
Ay Vir, me sonrojo... eres tú quien esgrime siempre las ideas crispantes y tan agudas que se siente su toque inquietante y dirigido.
Que esos "traficantes del mercado negro de la Tercera Guerra Mundial" de los que hablaba Burroughs, consigan los materiales digitales para que la rueda aún gire y gire...
Saludos
La depresión mata, eso seguro. Pero morir no es cosa de valientes o cobardes; el suicidio, menos. Morir se presenta a veces como la única posibilidad de descanso. Eso debería liberar al suicidio de toda acusación.
Yo he sufrido una depresión. Llegué a un punto de insignficancia en que me daba igual vivir o morir, pero en el que ya no podía soportar sufrir más. Eso sucedió, como en el caso que he leído en tus enlaces, después de seis años de andar entre médicos que no sabían curarme ni matarme definitivamente.
Le he dedicado, y continúo dedicando, esfuerzos y trabajo a este tema, que es muy preocupante.
Vir, cada vez que escribes por gusto me regalas una bocanada de aire. Es posible que no sea suficiente para seguir viviendo. ¿Y qué? Simplemente abro la boca, la boca de mi cuerpo, la boca de mi inteligencia, la boca de mi imaginación y respiro. Y cultivo la vida ¿hay alguna otra cosa que hacer? y, dentro de la vida, cultivo mi vida. Y hago recetas, como las hacía mi abuela, para que otros coman con gusto. ¿Esfuerzo inútil? Yo me acuerdo de mi abuela con felicidad.
voy a ponerle el tono trivial a la cosa, no por cinico, ni por evangelico, sino porque de verdad me asalta la idea a veces nacida de la observacion propia: luego del sudor me enfelizo. supongo que mientras mas nervioso el conejo, mas brutal el felino, mas grupal el canino y mas sudoroso el hombre, mas feliz se es.
a veces temo que el hombre, hablando asi en plural, se le ha escapado demasiado a la natura, y creo que eso causa sufrimiento. no soy cura, ni psicologo, como puedes ver, amiga. pero cuando la correa se tiene que reventar por algun lado, hay gente sensible que sufre el colapso y el stress de nuestra humanidad.
y sé que la idea jesucristica tiene mala onda en tu imaginario. pero yo no puedo dejar de pensar en los suicidas como una especie de sufrientes mesianicos.
cuando paso mucho tiempo dentro de mi mismo solucionando problematicas ajenas, me entristezco. hay gente que labra el campo, otros que bailan de miercoles a sabado, otros que caminan sin ningun motivo en zapatillas, y carajo que no se deprimen los malditos. no siempre.
querida vir&. creo que cuando uno es su animal humano, tiene menos deseo de morirse. tal vez de matar, pero no de matarse. mutatis mutandis, cuando uno es demasiado hombre de siglo, tiene ganas de morirse, pero nunca de matar. pero no hay garantia (existen diblos mixtos ademas, bipolares del mundo). y por supuesto encima de todo existe cierta cosa innatural, satanica, infecciosa de la ciudad.
a todo esto, prefiero sudar.
PD: gracias por aparecer despues de tiempo. se te estima.
y aveces me permito detener el cultivo porque se me acaba el tiempo y quiero 'sabiduria' en vez de 'conocimiento'
genial esta cantante, gran hallazgo Vir!
saludos
Pasando frente a tu vereda, y me detengo para saludarte Vir.
Javier
Ludovico, Hamletmaschine, Frac, Nacho, Eleafar Cananita, Yani, Javier, de La nuez, a cada uno de ustedes muchas gracias por sus comentarios y saludos. Viene un próximo post sobre el suicidio. ¡Grax!.
tengo la costumbre de leer cosas viejas en la red. todas me dan algo diferente pero, pero me gusta esa pequeña contradicción que alguna vez tú misma nombraste como "polvo en la red". y me gusta porque siento que nada más urge que las palabras, ahí, con ganas de decir algo, una voz que le gana al tiempo o a la puntualidad.
quisiera poder contarte con la misma ligereza de tus palabras lo que ellas me han contado, pero a veces me pasa al revés. sufro de un mini mental blow cuando algo hace click que seguro todavía le cree a lo indecible. polvo tal vez.
cultivarse es resistir. por lo mismo es que tú escribes y lees y yo ahora te leo y te escribo. no hay que callar. para mí, este post con muchos más son un diálogo vital que dan valor para seguir vibrando. merci y volveré, los disfruto mucho!
poli, sí, creo se mueve algo pesado dentro [a veces me pasa] y es difícil dilucidar entre paradojas, reciprocidades, desasosiegos, armonías.
así que todo se siente caer como polvo. lo pasajero. y de pronto ya no es así. y no es condición voluble. son contradicciones y también cuenta el hecho de buscar una ética, algo que no sea meramente normativo. algo que se desarrolla a medida que uno mira, siente, se jode, se levanta, e intenta caminar sin que todo se venga abajo. no ruinas.
...y es duro, a veces. otras parece como si fuera tan sencillo y lo es.
:) grax por pasar por este querido puerto que con tu comment se ha movilizado. como si del ancla hubiera partido un barco con su guía. poli.
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