Sueño que estoy en la Torre de Eiffel, balanceándome serenamente y que desde esa punta de fierros tibios por el estío en noviembre, te veo a lo lejos. Tú levantas la mirada y vuelas como un arcángel cansado, melancólico, porque has recorrido muchas ciudades y te extraviaste, siempre con una maleta llena de películas y libros.
He visto a París de noche y a ti contento, alejado de las palabras amargas, buscando a un africano y a una argentina para beber unas cervezas en ese café en que Sartre y Simone escribían. La ciudad se tornaba espacial, futurista en su decorado urbano y en cada esquina la música sonaba como el soundtrack de una película infinita. Y el mar se acercaba a la ciudad sin ahogarla. Todo era casi perfecto, porque tú desaparecías y te ibas envuelto en una niebla demasiado profunda como para quitártela de encima y decirte: "aquí estoy, no me pierdas".
Y no había incendios ni morían niños hambrientos en viejos edificios.
Tú te burlabas de los que no amaban 'Corpse bride', de los que acusaban a Tim Burton de ser repetitivo y en ese instante él aparecía y luego las novias, bailando con Víctor, tan flaquito como ellas, y nos reíamos como locos, volando por París, con las novias, Víctor y Tim. Tú, arcángel con casaca negra y ojos dorados y yo con mi vestido turquesa sobre el cielo despejado de la mano sobre las nubes, mirando a la ciudad deslizada en su propío sueño. Las novias desaparecían llevando a Víctor en una alfombra igual a la de Aladino, el de los cuentos.
"¡Adiós Emily, adiós Víctor, adiós Victoria!" exclamábamos y ellos gritaban: "¡volveremos, cuando anochezca!".
Las calaveras bulliciosas en busca de Víctor y las novias, se aproximaban en ese cielo tan azul como un terciopelo flameando, como tu corazón que bullía al compás de los vientos. Levedad onírica en tus ojos y yo deseando un helado o tu risa en el subterráneo, cuando la madrugada tocaba nuestras caras.
Y los criminales habían perecido. Sólo Edith Piaf renacía en medio de las calles marcadas por el rumor de las gentes dispersas, algo febriles en medio del sueño, porque ellos sabían que los soñábamos y extrañamente, nosotros, no.
Antonin Artaud y Jean Luc Godard se acercaban a decirnos algo, algo que nunca supe. Tal vez sería un secreto, una clave, algo que nos hiciera más terrenales en medio de la bruma y el deseo.
Y me amabas en París, entre la niebla, La Torre Eiffel y los chicos peregrinos, músicos errantes en cada bar de París nocturna. Éramos el aliento de París y el sueño era como un largometraje o una gran escena de amor suspendida en el aire.
Éramos París revelada y rebelde. Y el mar, la gente, la niebla se desvanecían poco a poco, dejándonos solos en la desnuda París, solos volando y volviendo a esa punta de la Torre Eiffel, como al principio.
Foto: La Torre Eiffel. Autor: Shiva.
11 comentarios:
Ausente un tiempo de la blogosfera, a mi regreso te encuentro como siempre: insomne (nuestro común y querido Cioran lo fue toda su vida y lo fue, también, en el París que hoy relatas en tu post) y, cómo no, precipitada en el borde precipicio de una tecla cualquiera del teclado de tu PC...
Saludos.
París, caramba que gratos y divertidos recuerdos me has traído a la memoria.
Javicéntrico
Cuando me suicido, sueño en París. En las calles de Montmartre que defendí en la Comuna. En las caminatas por Sacre Coeur de la mano de Simone de Beauvoir. Esperando que Jaques Brel nos rompa el alma. Fumando un cigarro con el fantasma de Morrison en la puerta de Pere Lachaise.
Esperando compartir un vino con Vir&
Un abrazo y espero llegar a puesrto seguroi.
Vir&, qué bonito post con París como escenario . Conozco esa ciudad y me gusta mucho .Todo en ella es especial . Saludos
Josef, le diría al viejo Emile si lo viera... o creo que lo miraría en silencio. Ni hablar de abalanzarme sobre él, como si fuera alguien célebre que está de moda. (Y él no está d emoda y sí es célebre).
Digo, que en uno de mis sueños, eso haría...
Es lo mejor de este día, haberte reencontrado. Ahora tengo dónde estacionarme esperando que tal vez asome Josef...
:-) Salutes.
...
Hola Javicéntrico.
'Recuerdos' de un sueño... :-)
Salutes.
...
Ludovico, me has hecho recordar a Jacques Brel. Así que en la radio del puerto estará...
En algún puente de París, allí te veré en sueños... :-)
Jim Morrison sonreirá y no habrán chicos inmigrantes muertos, no más...
Un abracillo Ludovico.
...
Sky, grax. Ahora recordaré ese 22. Y cuando escuche 'Anelie', si imaginaba la carita de la chica de la peli, ahora veré a la par tu carita amable.
A ver si nos balanceamos en esa hermosa Torre...
Un prolongado abracillo.
...
Gatito viejo, o sea que hiciste tus paseos literarios en vivo y directo allá en París. Ya te veo meditabunda,
reclinada en uno de sus puentes, pensando en algún poema de Rimbaud.
Hey, está cantando Edith Piaf en el puerto y te veo.
Y luego, qué más... pasear por sus cafés, subir a la Torre, escribir, escuchar sus cantantes, y hasta pasar por sus tiendas...
Ir a la Cinemateca y también conocer sus suburbios...
En fin, como ves, estoy alucinando...
:-)
Àngeles, lo sè y por eso en el sueño
veo que no hay màs niños hambrientos que mueren en edificios quemados, ni criminales...
Estuve viendo las noticias y vi las marchas recientes. Parìs ardiendo.
Tù, viajera por excelencia, llegaràs a Parìs, mi querida. :-) Si viajàramos juntas serìa ideal ...asì lo veo.
Un abracillo.
...
-Phi_ , grax. :-)
Entrè a tu espacio y
he de leer tu post, con calma...
Tu nombre... me cuentas ¿còmo lo tienes o lo elegiste?
Salutes.
vir&, te olvidaste del Sena con su olor a porcinos y a suicidas.
oye! mira, alguien arriba tiene el nombre del número que tengo en el ojo!
Y sería un post extralarge...
Ya lo vi :-)
Cananeo Eleafar, el anterior comentario es mío...
:-)
Que triste momento se está viviendo en París.., no dan ganas de volver.
Un beso :)
Grial, creo que en estos tiempos, ninguna ciudad está libre de lo terrible...
Publicar un comentario