Se agolparon en mi mente escenas de la procesión del Señor de los milagros.
Mi padre y yo apretujados y de pronto yo me desvanecía y caía al suelo entre la multitud. Aquel olor a incienzo y los cantos del coro, la imagen del Señor balanceándose como un dios que caería sobre nosotros. Mi padre me cargó y salió de allí a empujón limpio. Mi superhéroe, mi padre, después Bruce Lee.
Esa sensación de asfixia la volví a sentir viendo a Mía Farrow en 'El bebé de Rossmary' cercada por su esposo y los miembros de una secta demoníaca. El pelito corto y la expresión de Rossmary me llevaron a pensar que existía el diablo y que tal vez vendría por mí.
Me consolaba el hecho de ser chiquita. De estar muy lejos de tener un bebé.
Y en las noches veía duendes y algún extraño ser arrojado por un lucifer oculto. Eso pensaba. Mi padre salió al frente descubriendo aquellas sesiones clandestinas de cine en casa. Polansky y la procesión del Señor de los Milagros, unidos por ese terror de film y de calle atestada de gente.
...
Adoré a Polansky viendo 'Frenético' con un sublime Harrison Ford.
Polansky: su esposa muerta en un rito satánico dirigido por un tal Charles Manson. Aquello me hizo ver a un Polansky sufriente y de aquella imagen no me he desprendido con el paso del tiempo. Pasó la fobia a las procesiones, pasó el miedo a don diablo, menos ese algo que podría llamarse afecto a alguien que conozco solamente por entrevistas y películas. Sus películas. Si de afectos cinéfilos se trata, le 'quiero' más que a Cronemberg, sólo que a éste casi lo venero. Lo que es cuestión circunstancial, porque no venero a nadie realmente.
...
"Ese es un escritor. Mira", me dijo P mientras mirábamos 'Luna de hiel'. P había susurrado en medio de la película, cuando Peter Coyote le hacía una vileza a la chica de las zapatillas blancas. Una voluptuosa Enmamuel Bert. P. se reía de los oooohhh y los silbidos piropeadores de los varones de la sala.
Él prefería a las chicas flacas como la que tenía a su lado y le gustaba hablar en el cine, defecto que siempre le disculpé, en medio de la apoteósis de eso que llaman 'amor'.
"Un verdadero escritor es despíadado" repitió P. Caminábamos por el Parque Kennedy y le miré enojada.
- ¿Oportunista, quieres decir? pregunté mirándole fijamente a esos ojos que mejor ni describo porque de veras eran tan lindos. ¿Eran? ¿dónde estará ahora P?
- No. No como el de la peli. No debe apegarse a nadie.
- ¿Quieres ser escritor?
- Quiero ser músico.
- Ah. Explícate. ¿Por qué debe ser desapegado de cariños?
- Tendría que ser millonario para darse el lujo de tener afectos. O sino mira cómo le fue a Raymond Carver.
- Entiendo. ¿Para que tenga todo el tiempo para escribir?
- Despiadado en ese sentido. Rotundamente despiadado.
- Qué dulce enunciación. Dije mientras miraba el movimiento suave de los árboles.
Intentaba aminorar el impacto de esas palabras sobre mí. Le dije a P. que entráramos a uno de esos cafés acogedores de la Avenida Larco para seguir conversando sobre 'Luna de hiel'. Nos perdimos entre tés de naranja y empanadas calientes.
- En realidad se ha de estar solo si se quiere crear algo en serio. Es lo que entendí. Dije acabando la última ñisca de la empanada.
Polansky se quedó amargamente solo un tiempo. Ya sé que eso es diferente. Mas lo que quiero decirte es que no sé si todo lo que dices es absoluto.
A estas alturas P dijo que era mejor beber unas cervezas y seguir la conversa.
Nada fue igual, ni las conversaciones ni las cartas desde su lejana ciudad.
A eso le llaman transformación de los sentimientos, revertir lo establecido, entrar en crisis, o la jodedera del final del 'amor'.
P no era despiadado mas algún día lo sería. P era un creador. Y cada creador necesita estar solo y sí, tal vez ser despiadado.
¿Abandonarías a tu hijo para ser escritor? ¿Te comerías una rata por ser 'exitoso'?
¿Serías depiadado para ser escritor?
¿Sí, no, tal vez?
Ilustración: Poster polaco sobre 'El bebé de Rossmary'.
Mi padre y yo apretujados y de pronto yo me desvanecía y caía al suelo entre la multitud. Aquel olor a incienzo y los cantos del coro, la imagen del Señor balanceándose como un dios que caería sobre nosotros. Mi padre me cargó y salió de allí a empujón limpio. Mi superhéroe, mi padre, después Bruce Lee.
Esa sensación de asfixia la volví a sentir viendo a Mía Farrow en 'El bebé de Rossmary' cercada por su esposo y los miembros de una secta demoníaca. El pelito corto y la expresión de Rossmary me llevaron a pensar que existía el diablo y que tal vez vendría por mí.
Me consolaba el hecho de ser chiquita. De estar muy lejos de tener un bebé.
Y en las noches veía duendes y algún extraño ser arrojado por un lucifer oculto. Eso pensaba. Mi padre salió al frente descubriendo aquellas sesiones clandestinas de cine en casa. Polansky y la procesión del Señor de los Milagros, unidos por ese terror de film y de calle atestada de gente.
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Adoré a Polansky viendo 'Frenético' con un sublime Harrison Ford.
Polansky: su esposa muerta en un rito satánico dirigido por un tal Charles Manson. Aquello me hizo ver a un Polansky sufriente y de aquella imagen no me he desprendido con el paso del tiempo. Pasó la fobia a las procesiones, pasó el miedo a don diablo, menos ese algo que podría llamarse afecto a alguien que conozco solamente por entrevistas y películas. Sus películas. Si de afectos cinéfilos se trata, le 'quiero' más que a Cronemberg, sólo que a éste casi lo venero. Lo que es cuestión circunstancial, porque no venero a nadie realmente.
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"Ese es un escritor. Mira", me dijo P mientras mirábamos 'Luna de hiel'. P había susurrado en medio de la película, cuando Peter Coyote le hacía una vileza a la chica de las zapatillas blancas. Una voluptuosa Enmamuel Bert. P. se reía de los oooohhh y los silbidos piropeadores de los varones de la sala.
Él prefería a las chicas flacas como la que tenía a su lado y le gustaba hablar en el cine, defecto que siempre le disculpé, en medio de la apoteósis de eso que llaman 'amor'.
"Un verdadero escritor es despíadado" repitió P. Caminábamos por el Parque Kennedy y le miré enojada.
- ¿Oportunista, quieres decir? pregunté mirándole fijamente a esos ojos que mejor ni describo porque de veras eran tan lindos. ¿Eran? ¿dónde estará ahora P?
- No. No como el de la peli. No debe apegarse a nadie.
- ¿Quieres ser escritor?
- Quiero ser músico.
- Ah. Explícate. ¿Por qué debe ser desapegado de cariños?
- Tendría que ser millonario para darse el lujo de tener afectos. O sino mira cómo le fue a Raymond Carver.
- Entiendo. ¿Para que tenga todo el tiempo para escribir?
- Despiadado en ese sentido. Rotundamente despiadado.
- Qué dulce enunciación. Dije mientras miraba el movimiento suave de los árboles.
Intentaba aminorar el impacto de esas palabras sobre mí. Le dije a P. que entráramos a uno de esos cafés acogedores de la Avenida Larco para seguir conversando sobre 'Luna de hiel'. Nos perdimos entre tés de naranja y empanadas calientes.
- En realidad se ha de estar solo si se quiere crear algo en serio. Es lo que entendí. Dije acabando la última ñisca de la empanada.
Polansky se quedó amargamente solo un tiempo. Ya sé que eso es diferente. Mas lo que quiero decirte es que no sé si todo lo que dices es absoluto.
A estas alturas P dijo que era mejor beber unas cervezas y seguir la conversa.
Nada fue igual, ni las conversaciones ni las cartas desde su lejana ciudad.
A eso le llaman transformación de los sentimientos, revertir lo establecido, entrar en crisis, o la jodedera del final del 'amor'.
P no era despiadado mas algún día lo sería. P era un creador. Y cada creador necesita estar solo y sí, tal vez ser despiadado.
¿Abandonarías a tu hijo para ser escritor? ¿Te comerías una rata por ser 'exitoso'?
¿Serías depiadado para ser escritor?
¿Sí, no, tal vez?
Ilustración: Poster polaco sobre 'El bebé de Rossmary'.
13 comentarios:
sí, lo había pensado... estar solo, completamente solo y preocuparme sólo por mi obra y dejar volar mi imaginación, no como escritor sino como músico, pero en mis condiciones eso implicaría dejar demasiadas cosas y tendría que ser despiadado con mucha gente. tal vez más adelante pueda ser muy despiadado, mi impulso tal vez se apodere de mí.
Saludos Vir :)
Uno hace lo que cree es lo que le llevará a dónde quiere llegar . Todo depende de cómo ve la vida...
Salutes Carlox.
Ah, ¿compusiste otra canción que pondrás en tu radio blog?
:-) esperanza, a que sí.
el artista haga lo que haga en mi parecer debe tener el teperamento de Shiva, por citar un mito.
todo proceso creativo implica una destrucción despiadada. y no me refiero a las entidades del mundo que nos rodea, las cuales son circunstanciales, y no excluyentes. la lucha es mucho más peligrosa que esa. las consecuencias más graves. es en este discurso que el artista se convierte en otra cosa. en hechicero, en chamán o en pitonisa.
no es necesario abandonar seres externos a uno: hijos, familia, aire, fruta. es necesario mas bien abandonarse uno mismo, destruirse, cambiarse, dejar atributos inútiles como una profesión molesta, un resfriado, o una religión intransigente.
sólo así, el artista es un despiadado.
Lo más serio que he creado en mi vida -no cuento mi personaje, que no es serio- ha sido mi blog.
Teniendo en cuenta este bagaje creativo, difícilmente seré recordado por mi obra.
Siempre, desde que recuerde, he sentido el impulso de escribir, pero nunca me lo he tomado como algo serio. Como un oficio. Es mi pasatiempo, nada más. Supogo que si fuera mi oficio dejaría de ser mi pasatiempo. Nunca he sido demasiado aficionado a las obligaciones y los deberes.
Veo que sería la paradoja de tener que renunciar a mi afición a la escritura para convertirla en mi sustento.
Por cierto. Me has hecho recordar lo mucho que me reí con Polanski en "El baile de los Vampiros". Creo que la volveré a ver.
siempre he pensado q la creación es producto de un sentimiento, tal vez por eso quienes se refugian en la soledad sienten mayor creatividad, lamentablemente no existe la soledad perfecta, por consecuencia tampoco exite la creación perfecta en soledad
Saluditos, cinéfila :)
Primero escribiste sobre L. (renuncié a decubrir su nombre) y ahora sobre P. (no hice ni siquiera el intento), y me hiciste recordar a buenos amigos que ya no frecuento, a otros que pudieron serlo y muchos otros que siempre fueron sólo sombras.
Haces una pregunta mi querida Vir.
No creo que sea necesario, de ninguna manera y menos para ser escritor.
Despiadada es una palabra, un adjetivo que utilizaría para quienes se dedican a la guerra, para quienes no conocen, ni quieren conocer al amor.
Por otra parte al hablar de soledad, me preguntaría si alguna vez estamos acompañados, leí a Melytta y entiendo lo que señala, yo disfruto de mis hijos, los adoro, pero ellos no son yo, ellos son otra cosa, como los amigos, la familia... no sé, no quiero enredarme, pero la idea que tengo es que siempre estamos solos, en nuestro mundo sólo existimos nosotros mismos hasta que esto se termina, la compañía no es eterna ni permanente.
No podría yo culpar a los otros por estar conmigo, por no dejarme escribir, precisamente son ellos, tú, todos los que confluyen en mi vida los que han permitido que las teclas no se detengan.
Un beso, un saludo.
PD: También me hiciste recordar Luna Amarga de Polansky, así la tradujeron acá en México, en especial a Kristin Scott, la "sumisa" esposa.
Y pues si hablamos figuradamente, sí, prefiero a los artífices despiadados que a los piadosos. Prefiero a los que se encarnan en su obra despojándose de si mismos, pero sin perder el lado humano en sus relaciones.
saludos!
No creo que ser despiadado sea la solución . Se puede vivir y se puede crear .Todo es buscar el tiempo para ejercer ambas facetas . Además, para ser escritor importa la experiencia de la vida , todo es enriquecedor .El meterse en una burbuja no es la solución .Saludos
GRACIAS.
COMO DIGO EN EL OTRO POSTS, ESCRIBIRÉ UNO A PARTIE DE LOS COMENTARIOS QUE HAN DEJADO AQUÍ.
Y ENHORABUENA QUE SIGAN LLEGANDO MÁS COMENTARIOS...
Si alguien tiene el don de crear, sea lo que sea, debe culminarlo sin mirar las tentadoras y a veces adecuadas oportunidades de hacer otras cosas, quizá con más "caché" pero sin vocación y en el peor de los casos frustrando sueños de por vida.
Besos para tener una buena elección :)
Leí esto a propósito de la polémica concesión de los premios Planeta. Te gustará leerlo.
http://www.lavanguardia.es/web/20051026/51196161710.html
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