Tristana es un personaje que Luis Buñuel recrea para plasmar una película con una fuerza dramática intensa. Aún recuerdo sus brazos extendidos mostrando sus senos al pie de la ventana, mientras un asustado jovencito la miraba. Catherine Deneuve interpretó a una Tristana que se transforma en una mujer amargada con la pierna amputada. Ella que fue suave y a la vez decidida, maltratada por el hombre del que se enamora, un pintor que se cansa de ella y prefiere la vida rutinaria.
Ah, Tristana, la que Buñuel da vida tan fuertemente. Viridiana, Tristana, las mujeres de 'Ese oscuro objeto del deseo'. Mujeres inolvidables por lo extrañas o terribles.
Y los hombres del imaginario buñuelesco, obsesionados por lo inasible que tiene la mujer, por sus veleidades o inocencia. La mujer percibida por el hombre como oculta en su propio universo.
¿Por qué recordé a Tristana? Por su declive.
Cuando hablo de eso, es porque está extrapolado por dónde voy; chiquillos pandilleros, indiferentes muchachos en busca de sensaciones fuertes. Esquizia que succiona la vitalidad de una juventud apática. Y es que todo eso me inquieta, porque ésta es la sociedad donde mi niño crece. Y es cuando me llamo la atención y amplio la mirada, para ver que no todo está irremediablemente condenado a ser absorbido por la cultura light, o por el galopante consumismo.
Lo deseable es algo diferente a lo que predican los moralistas. No pienso en los discursos del Cardenal Cipriani, por ejemplo.
Quiero escribir sobre eso. Lo haré ...luego.
Consumismo.
Eh, pobre hombre con un sueldo mínimo y con tres tarjetas de crédito. Ridículo.
Evocando a Tristana, por la sonoridad de la palabra recordé a la tristeza, y a los tristes. Pensé en lo que pasaría si viviera lejos de aquí, hasta dónde sentiría la tristeza, cuánto tiempo, considerando que quiero a Lima, sobretodo. Lima tal como es.
Lo que le falta a la ciudad es su metro. Los metros son misteriosos, a pesar de ser algunas veces bulliciosos. Generalmente no son ruidosos. Al menos, eso es lo que recuerdo y ustedes, los que leen este post y viven en ciudades con estaciones de metros, podrán confirmar o rebatir lo que digo.
A Lima le falta metros, más bibliotecas, conciertos de música al aire libre y más. Ante todo lo que le falta es liberarla del smog y la pobreza.
En invierno, Lima se ve triste .
La primavera se lleva un poco la humedad, la mortal humedad de Lima.
Triste : puedo decir que me entristece mirar la ciudad desde un puente y saber que en realidad escribo poemas donde el amor es imaginario.
La tristeza más grande, cada uno la tiene repetiéndose y de diferentes maneras. Una de las más terribles -hablando de mí- fue cuando perdí a mi papá. Las otras son muy mías. No podría contarlas aquí. Sólo conjurarlas de alguna manera con ejercicios de laescritura, resonancias de la calle y del espacio solar. Cotidianidad alterada.
El buen querer.
Lima, bella, horrible, amable, neurótica, elevada, trepidante.
Lima es la madre ciudad.
Es prisión y libertad. Su mar es el mar del que escribía Lucho Hernández, con humo y fresas , espumoso, erótico en su encrespamiento bañando la costa, restaurando la soledad como canción a la que no se teme.
El buen querer abraza a la ciudad con sus gentes, en el combi, en el bus, en la calle, colegio, universidad...
Geometría urbana, poética enraizada en el movimiento de la ciudad erosionada.
Tal vez esa es también la geometría sagrada de la que hablaba Eleafar Cananita El Magi.
Y es que abro otra vez los ojos y veo a la ciudad con su manto. Mujer ciudad que se lo quita y devela sus contradicciones.
Boletos de ida y vuelta, olores a gente transpirada o la angustia ascendiendo por los rostros. Eh usted, revuelva su café y tómelo pronto: la ciudad renace, usted renace, usted muere, usted renace.
Ya no existen los bastardos, Lima madre. Aquellos que en otros tiempos éramos llamados los 'expósitos' (solemne manera de llamar a los huérfanos. 'Huérfanos' suena dramático) ahora somos los hijos de la ciudad. Tardé un buen tiempo en saberlo. Quizás esa es la bendición de escribir en el blog: descubrir lo esencial, mezcladito con lo intrascendente. Y seguir escribiendo, con una taza de mate humeante, en la madrugada limeña.
El buen querer, sencillo, como abrazos en medio de la incertidumbre.
Ilustración: Cartel polaco de cine.
11 comentarios:
Vir:
Te leo pero me ha llamado más la atención que te has dedicado también a perfeccionar algunas cosillas de tu template. Ahora no podrás decir tanto que es un caos, como recuerdo que decías hace algunos posts.
Me gusta mucho la divisección que haces de blogs -sobretodo, porque Filum quedó originalmente en la sección que estaba, la cual (intuyo) promovió que emergieran nuevas subsecciones-.
Quedó muy lindo el cabezal del puerto también y tu botón.
Por cierto que hay un tip en el post reciente de mi blog -un tip de Sux- que sirve para incluir imágenes como background. Yo ya puse la mía. Te corro la voz por si quieres tomarlo en cuenta e incluir alguna imagen de fondo al puerto.
Bueno te mando saludos y a tu chiquitín...
:)
Adrtano, tengo enemente escribirte acerca de lasonrisa-cadena...
gracias por tu aviso. Siempre te recuerdo.
:)Es bueno saber de ti,antes de apagar la compu. Hoy tuve un día agotador...
Un abracillo.
Bello texto, Vir. Esto es lo que me gusta leerte.
Lima debe de ser una ciudad muy literaria, a ver si se presenta alguna oportunidad de visitarla.
Saludos.
Nicho, Lima es liTeraria, antiliteraria, espamódica, regurgita, se mueve,en fin...
Tiene lugares donde psarla puede ser sublime.
:)
No puedo olvidar a Lima desde que leí, ya mejor ni digo hace cuánto tiempo, ah hermosos días de prepa, La Ciudad y Los Perros, y qué decir cuando concluí la última página de Conversación en la Catedral, y Lima la Horrible, pero ahora puedo recrearla de nuevo con tus letras, jamás imaginé que no hubiera metro, no es la gran cosa, te lo dice un viajero desde los siete años que tiene mucho, muchísimo tiempo de no usarlo. Oye Vir no me sorprende que escribas poemas a un desconocido, son como cartas en una botella arrojadas desde tu puerto, incluso lo imaginaba, quién no sueña con algo que no tiene. Me apunto en la lista, como siempre un placer leerte. Recibe un saludo.
Los metros son lugares donde la soledad es colectiva. Sería interesante en lima, por contraste. Pero mientras, creo que los puentes estan bien, verdad?
:-)
Ce pequeño, enfatizo las albricias...
y aquí me tienes con un despelote de template...
:-)
aprendo...
...
Eleafar: si supieras cómo me fustan los metros...
dije ...me gustan
,
,
,
,
, :-)
fustán sonó sexy...
plop
jajaja
¿fustan?
:)
Inolvidable Tristana, inolvidable Buñuel, hermosa tu evocación de Lima, al fin y a la postre tenemos que amar al sitio del que provenimos.
Gracias por tu comentario de mi blog http://cineconjazz.blogia.com, la pasión por el jazz es compartida secretamente entre muchos, que es la mejor manera de compartir. Le agregué su blog a mis enlaces en mis dos blogs, cine con jazz y http://jacarasreales.blogia.com
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