29.6.05

Extraña

A tu voz deslizada y asombrada quisiera llegar

sin pausas ni estridencias, como una flama o un relato que te enamore

conteniendo el tiempo en travesía musical , azorada cual mujer estival

un reproche sagaz me hiere, el azoro me amordaza, ninguna excusa invento

ah, busco la fineza de tus palabras y esa amargura cristalina que amo

y como extraña te sueño paseando en la Plaza de mi ciudad en junio, cuando todo es frío

frío y crepuscular, para sosegarte y sosegarme escuchándote, ascendiendo a tu raíz

contemplaría este cielo funesto, este cielo azuzado cerca de tu mirada extranjera

evocación de tu sonata y de tu bar, abandono de preguntas y razones maquinales

para que me amaras, ¿ qué haría yo? extraña y distante / arrebatada y disconforme

con la mirada despejada para entrar a tus ojos , en curva extrañeza mi amor

para conocerte ¿qué haría yo? extravío arrinconado y ese rubor otra vez

movería los puntos cardinales de mi soledad para que me ames, extraña, extraña.

28.6.05

Bosque, ciudad y mar.


Y sacarse luego los tacones para pisar la hierba ...
Foto: lighpainter.


Cuando digo: soy urbana, hay algo en esta declaración que me llama a escribir este post.
Los arquitectos visionarios saben que la ciudad romperá sus muros imaginarios para ser unidad con el bosque y el mar. Así cada ciudad pasará por la belleza de los bosques protegidos y el mar refrescará con sus efluvios a la existencia.

El peligro de los basurales mentales y físicos atentan contra la ciudad , el bosque y el mar.
¿Cuándo nos uniremos todos para evitar la expoliación de nuestra vida? La ciudad como expresión diversa de nuestros pensamientos aguarda nuestra energía como infranqueable
puerta que no sea posible derribar por usureros . Nuestra energía como crisol o rayo purificador deteniendo el gran saqueo.

Y cuando escribo este post, imagino el placer de caminar descalza sobre la hierba húmeda en
verano.... Hacia el oeste, las playas solitarias de noche, se iluminan...

A mi hijo Alvar.

24.6.05

SI FUERA DIBUJANTE...


Una nena con su perro ladrador, creación de la ilustradora Eendar.

TRES ILUSTRACIONES PARA EL POST 'SI FUERA DIBUJANTE'. (EL POST SIGUE A LAS ILUSTRACIONES)


Una muchacha desolada , creada por Moebius.


Aprecien esos colores y trazos tan finos: el prodigioso Moebius los hizo.

Ilustraciones:
Moebius y Eendar
'La chica que caza estrellas' de María Mayo. El título es un referente que uso, fiel a lo que muestra el dibujo .
(Para ver los enlaces, hacer click en las letras rojas.)



"Bueno, sigo vivo, sigo leyendo, sigo escribiendo y
viendo películas, y como les dijo Arturo Prat a los suicidas
de La Esmeralda, mientras yo viva, esta bandera no
se arriará".
Roberto Bolaño.

"Me pedirás tú, muerto descarnado/
abandonar esta deseperada pasión de estar en el mundo?"
De ' Las cenizas de Gramsci' / Pier Paolo Pasolini.


Hoy pensé en los suicidas. Todo empezó por un sueño surreal, que tuve en la madrugada, interrumpido con el sonido del despertador, pues para que mi nene se levante y vaya al colegio, antes debo despertar yo; él tiene un sueño de infante, profundo y sosegado.
En mi sueño, vi muertos que se levantaban de sus tumbas con toda naturalidad en una noche estrellada y sin suscitar el menor temor en mí. Rostros vagamente conocidos, sonrientes, algo agitados e irónicos. Por allí vi a Dalí, insólitamente discreto con sus bigotes brillosos. Y luego escenas confusas como sucede en todo sueño, sólo que éste se distinguía por la conversación de los muertos que se burlaban del suicida agonizante cerca de aquel cementerio, más allá del verdísimo pasto levemente mojado por el rocío matinal. Amanecía y los muertos habían salido a conversar y a reírse a carcajadas. estaban muertos pero hablaban y se mofaban del suicida frustrado: 'mira tú, todo amorateado y nada más. Si no se cayó al barranco llegó aquí para sentir el frío de nuestras lápidas'. Y tronaban las risas , que me contagiaron por lo jocosas y matizadas, mientras del suicida sólo se veía unas piernas rosadas con lunares azules, e inusitadamente el sueño era en blanco y negro y como en 'La ley de la calle' , en una escena, en medio de los claroscuros destacó una capa roja que llevaba una chica hermosa con ojeras de muerta claro está. Y rruuuuum, en lo mejor del sueño, porque Dalí venía hacia la chica llamándola 'Gala', el sueño se fue como si se cortara una película, abruptamente en la médula de
su trama. Al despertar con esa sensación de estar aún en el sueño, me dije: si fuera dibujante
ahora mismo hacía un apunte de Dalí en el cementerio mirando a la chica de la capa roja. Y luego me sumergí en la cotidianidad, prender las luces , escuchar la radio, preparar las tostadas con queso cremoso... poner música.

Afuera el paro de combis y microbuses más el paro nacional de los profesores arrojaba pistas tan solo transitadas por autos: la vida bullía, y la cara de Dalí se difuminó hasta más tarde en que volví a pensar en los suicidas, y en cómo me gustaría dibujar, o sea el choque de los pensamientos dispersos, un desorden que me llevó a Moebius, un maestro del cómic, y como fantasía que de vez en cuando practico, me convertí en uno de sus personajes, una mujer misteriosa del futuro, lo que duró poco, porque otra vez en medio de mi caótica imaginación, recordé a la nena dibujada por la ilustradora Eendar y me torné hasta dóde me fue posible en la chiquitina, eso sí, sin el perro ladrador, solamente la nena con una guitarra eléctrica, ah, mas tampoco eso duró mucho, porque apareció como resplandor la gloriosa chica dibujada por María Mayo y como estaba en una nota extremadamente lúdica, secuela de mi alucinado sueño, lo que hice fue imaginar que la chica me regalaba una estrella que cazó. De su red, extrajo una muy azul y me la dio con un gesto amable, tan lejano a la vacuidad, a la grisácea realidad. Como cazadora de estrellas, la chica emanaba un fulgor celeste que era demasiado lindo para durar más de lo que dura una canción fellinesca, como de fiesta arlequinesca y trashumante. Me pregunté , ¿cómo era posible que un sueño y unos dibujos me llevaran a pensar tan concentradamente en los suicidas y luego a darme un baño de errante imaginación?
sólo atiné a decirme insistentemente: 'si yo fuera dibujante haría mis propios garabatos, un trompo rojiamarillo para mi nene, una chica montada en un cíclope',
entretanto desde el más allá, y aún desde los territorios inasibles de mis sueños
sé que el bigotudo Dalí
estaría
riéndose
hasta
no más.

20.6.05

Todo cambia...


Aquí me gustaría verte papá..

Foto: lighpainter.

A Elías, mi padre.



Hoy fuimos al cine a ver 'Batman inicia', mi niño y yo. Él llegó hoy cansado y contento a casa,
luego de un largo viaje en avión. Vino con muchas novedades, un regalo para su papá y chocolates alemanes para mí.

Un hombrecito de 9 años que me pasaba el brazo encima de los hombros durante la función,
y estrechaba mi mano cuando Batman decía: 'No te mataré, pero tampoco te salvaré' y entonces el villano, un magistral Liam Nielson cerraba los ojos y caía en el riel aéreo mientras
Batman iba en pos de su amiga de la infancia, la hermosa Rachel. Y los murmullos de la sala crecían, los sonidos de las bolsas de snacks , mas nosotros espantamos el enojo y seguimos
fijando nuestras miradas en la gótica ciudad, en Crane delirando con la camisa de fuerza y en Gordon , un policía que parecía todo menos tal.

Familias con globos, canchitas y risas paseaban por el centro de Lima otoñal. Mi niño y yo
comentábamos la película: el tanque-automóvil había impresionado a mi hijo y se deleitaba recordándolo. Un señor pasó presuroso por nuestro lado, anciano, sonriente, educado, pidió disculpas por el involuntario empujón que me dio de costado, en el tumulto de la gente. Le sonreí y vi cómo se alejaba solitario con su terno azul y una revista en la mano. La cara de mi papá llenó mi espacio mental, recordé su voz, su mirada, y cómo bailó aquella vez 'Con el saco sobre el hombro' , super-antigua canción de Los Iracundos. Su paso rítmico, su bizarro talante cuando se sacaba el sombrero, porque mi padre usaba sombrero como los señores elegantes, tan bien puesto su sombrero en su cabeza canosa . Recordé cómo me corregía los percenptiles ortográficos, diciéndome: ' nena mía, ya verás cómo te va a servir dominar la ortografía' y yo asentía resignada, con ganas de irme a leer los cuentos que apilaba con ilusión, regalos de papá que me daba con cualquier motivo, 'por tus ojitos grandes' , 'porque me lo dijo la mamá Rosa', 'porque sí'. Toda la opacidad pintó mi vida cuando papá se fue . Las monjas, el internado, las calles , el colegio, todo cambió. Las chicas más lindas burlándose de Jenny, la provinciana, me parecieron más crueles, cuando siempre habían sido así, la capilla se tornó un lugar demasiado gris, cuando siempre lo fue, el sonido de la calle era pesado, y la monjita joven que yo quería, ya no era buena, sólo era una chica demasiado dulce arrodillándose, invitándome a arrodillarme a mí, que quería oír a Los Rolling Stones , recién descubiertos en una noche de insomnio con la radio oculta y pegada al oído en aquel camarote , en aquella sala que me parecía una gran celda, con ventanas y monjas guardianas, apuntando las travesuras, acumulando pretextos para darnos un sermón.
No me gustaban los chocolates porque en mi Primera comunión fueron pedazos marrones en el decorado de la inmensa mesa de blanco, de lirios, rosarios y cánticos parecidos todos, con la estatua de la Virgen María que me parecía gigante, madre mía qué inmesa te ves decía yo, desviando mi mirada de sus ojos algo biscos, que extrañamente, nadie parecía notar. Era tan
alta aquella Virgen...

Hoy, algunos amigos dicen que soy terrible: ¿cómo es posible que hayas cambiado? Antes te gustaba Silvio, ahora escuchas música heavy metal , ayer preferías 'El Principito', hoy 'Los cantos de Maldoror'...., y protesto, no es cierto. Pertenezco a la fauna de los heredoxos más
extremos, tal vez. A Silvio, jamás le he considerado ñoño ni a los sonidos guturales de una canción neo-dark, la expresión de una vertiente maldita. Etiquetas van y vienen, y definitvamente en un país en el que el racismo y la hipocresía campean aún con fuerza, ser
algo loco en la praxis iconoclasta es el ejercicio más saludable para elevarse por encima de las
fanfarrias y las imprecaciones, ¡oh, muro de las lamentaciones, no acudo a ti!.
Cuando evoco a papá, le veo con las ideas algo entreveradas, políticamente era raro, detestaba la injusticia mas era partidario de las sociedades sin mayores cambios, lo que siempre me resultó chocante, porque siendo chiquita, ya veía los contrastes sociales en el internado, y libros prohibidos como los del viejo Marx habían caído a mis manos por casualidad: un barrendero del colegio los había olvidado en la capilla y yo se los devolví después de leer alguno que otro ( costumbre enseñada por papá: devolver tal y cómo me prestaron el libro que había disfrutado, sólo que en este caso me apropié temporalmente de aquellos 'demoníacos' libros) . Me cayó simpático el viejo Carlos con esa estupenda barba blanca y más aún me enardecieron sus diatribas y fundamentos.
Aquel incipiente conocimiento sin duda cambió mi manera de ver el mundo , ahora que papá se había ido al nunca jamás.

Hoy comí un chocolate tras otro con placer, sorprendida inicialmente, vi en flasback la cara de la madre Zarella, la más arrugada mujer que haya visto hasta ahora en mi vida, fiel seguidora
de la Santa Inquisición, con su chocolate arequipeño como gema que levantaba feliz.
'Mami, la señorita que me vendió estos chocolates me dijo: llevas lo más rico del mundo. Mami, es así, ¿verdad?' Le miré y como no es la primera vez que mi niño me hace preguntas que da gusto responder, le guiñé un ojo y le invité un chocolatín. Anochecía y nos acurrucamos
el uno al otro mientras sonaba 'En otro mundo' de Fangoria y en esos instantes
la felicidad era

nosotros,

los chocolates

y la canción.

16.6.05

Mi amigo Ángel y el cuestionario.


Neuromante: un libro laberíntico, realmente inolvidable.

El primer blog fascinante que descubrí fue 'La casa giratoria' - título extraído de una pintura de Paul Klee- y me convertí en su asidua visitante. La primera canción que bailé escuchando un blog, también la encontré allí : 'En otro mundo' de Fangoria , que al oír mi niño, zas, también de ella se enamoró. Y al pasar unos meses, sé que Ángel y yo somos amigos, él allá en España, yo aquí en Perú.
Y como las cadenas se han puesto de moda, - anteriormente seguí una propuesta por chocoadicta a través de su blog 'Adicta al chocolate' - , cuando no son banales, las ganas de contestar te hacen aceptarlas, y más aún, cuando te invita un amigo como Ángel, con su habitual gentileza.

A mí, -cadenas van, cadenas vienen-, en general no me interesan. Declaro firmemente que no contesto más 'testigos' y ahora sí, indico las preguntas:

1.- Estás atrapado en Fahrenheit 451, ¿qué libro te gustaría ser?

2.- ¿Alguna vez te enamoraste de algún personaje de ficción?

3.- ¿El último libro que compraste fue?

4.- ¿Qué estás leyendo actualmente?

5.- Cinco libros que llevarías a una isla desierta

6.- ¿A quién le pasas el testigo y por qué?

Y respondo:

1.- Me gustaría ser un libro que no va a ser devorado por el fuego , ya que en 'Fahrenheit 451' se describe una quema salvaje de libros. Me gustaría ser un libro herético, guardado a costa de la vida de su salvador, porque con ese libro, él o ellla se sienten en verdad vivos.

2.- Dos veces. La primera cuando era chiquitita, me quedaba boquiabierta admirando a
Bruce Lee, dando esos soprendenetes saltos con su fugura esbelta, él era mi héroe. La segunda
cuando ya era una chiquilla , leyendo los cómics, encontré a Batman, con su capa y su cara cubierta, su batimóvil y su inquietante ciudad gótica. Batman, era mi superhéroe.

3.- Antología: Los mejores cuentos de ciencia y ficción. en este libro hay cuentos de H.G.Wells, Edmond Hamilton, Ray Bradbury, Isaac Asimov, entre otros. Sólo he leído dos cuentos, hasta ahora, y me muero por leer los otros.

4.- La anterior respuesta es aquí también válida. Aunque estoy releyendo por ratos
'Neuromante' de William Gibson, que es un hito en la llamada 'literatura cyberpunk'.

5.- Eh, lo que haría es guardar ingentes cantidades de papel, lápices y lapiceros, aunque extrañaría muchísimo a la compu. Una pena que todavía las islas sean tan solitarias, donde no se puede usar compus, porque se supone que en ese tipo de isla estaría confinada a mi pesar. Y luego de guardar los papeles y demás elementos, llevaría los libros de Nietzsche, la Biblia -por los Salmos y el Eclesiástes- y creo que allí van más de cinco libros, ¿sí?.

6.- Quien se divertiría mucho con esta cadena, sería un amor que tuve, y ya no está. Así que no se lo paso a nadie, si no a quien le plazca contestarla, mas eso sí que me cuente que la está siguiendo, para decirle ¡salux!.



11.6.05

La primera separación .


Como ese hombre que se eleva mientras su violoncelo...
Foto: Lois Greenfield.

Recuerdas la primera vez que te separaste de tus padres? , o cuando te alejaste de tus hijos?, de aquel colegio, de aquel amigo... La primera separación es como un fino corte de bisturí, te duele y lo soportas, te sangra y no te quejas, a menos que seas proclive a lamentarte, lo que lleva a un lacrimoso estado de espíritu -caracol. Te separas o te separan, te magullan o tú lo haces, te dan un beso y nada más, llanto de a dos o de una de las partes. Los viajes son una forma de separación que cobra formas amenazantes para el amante que se quedó , mientras el otro se instala en otra ciudad-vida, donde marcará su tiempo con nuevas miradas, pasos, giros, túneles.

La primera vez que una se separa de su hijo es como un sismo atenuado por las voces de la gente cercana, la lámpara azul sigue iluminando el afiche de Humareda, el sonido de las puertas que se abren y se cierran no ha cambiado, los parederos siguen llenos de gente en las mañanas,
los diarios traen malas y buenas noticias, la economía del país sigue en crisis, y el cielo de Lima en otoño es demasiado triste, la ciudad y sus miradores acogen a los desamparados, la ciudad
vomita y canta.

Desde aquí vislumbro la cara de mi niño bailarín, sus pequeñas manos , su concentrada mirada sobre el tablero de ajedrez, los trebejos, las posiciones tácticas, la batalla. En estos instantes quisiera ser como ese hombre que se eleva mientras su violoncelo permanece en el piso, qusiera ser como esas magas supremas que vuelan con solo desearlo, a dónde quieran. Y no, sólo es un ingenuo deseo de madre algo aturdida, que orgullosamente contempla la cara de su niño que a miles de kilómetros libra su propia batalla.

10.6.05

Combustión mental.


Baile-combustión.
Foto: Lois Greenfield.


Arde mi mente. arde mi visión, arde esta mesa, la pared y el teclado.
El click en el punto aparte, el ojo escrutador, el otoño , la canción de Múm, la voz de mi niño
cuando dice 'me gusta esta historieta', la incertidumbre, la proximidad de la noche en el Aeropuerto, el viaje, ese momento, esa ansiedad...

7.6.05

Acerca de lecturas: los pensamientos entrelazados e iluminados.


Portada de 'De lágrimas y santos' del neo-radical Cioran.

Siguiendo la cadena propuesta por Chocoadicta, he escrito acerca de lecturas...


Portada de 'Los detectives salvajes', novela de Roberto Bolaños.


José Carlos Mariategui, un constante resplandor.
Escribió ' El artista y la época' entre varios libros imprescindibles.

Me gustaría tener mi mesa llena de libros como Xtian -autor del blog 'Mira como tiemblo'-, o sea repleta, como para escoger, dejar, releer, retomar lo que se apartó por disímiles razones. Mas
en estos meses,y con mayor precisión en este mes, voy contracorriente. Y en esta marea, sólo
leo por intervalos y concentrada en 3 lecturas. Leo una novela que me lleva a imaginarme a sus protagonistas con tal nitidez que ya he soñado con la cara de algunos, como la del atormentado y generoso Quin, y con los bares de D.F. -México- y las locuras de Arturo Belano, la expresiva cara de María Font y la seducción de 'Piel divina'... 'Los detectives salvajes' es una novela sagazmente ambiciosa, cinematográfica, entretenida y con delirios urbanos centrados en poetas caminantes, díscolos, ingenuos y filo-anarcas . Aún no termino de leerla, no porque me falten ganas, si no por mi agitada vida de mamá, con empleos eventuales e hiendo de Torneo en Torneo de ajedrez donde mi niño participa como si fuera a una celebración...

El otro libro que estoy releyendo es 'El artista y la época' , cuyo autor siempre resulta
fresco y juvenil. Peruano, brillante pensador, desaparecido físicamente cuando aún ni cumplía los 36 años, Mariátegui ha dejado una estela de libros imprescindibles. En el libro que releo con sumo placer, extraigo al azar estas líneas:
'Las botellas, los vinos y las manzanas no han variado en cinco siglos, pero la sensibildad
de los hombres sí. Y el mundo exterior de un artista no se parece casi al mundo exterior de un artista del Renacimiento. La vida actual tiene elementos físicos absolutamente nuevos. Uno de ellos es la velocidad. El hombre antiguo marchaba lentamente, que es, según Ruskin, como Dios quiere que el hombre marche...'
Hay una foto de Mariategui sonriente en primer plano, con una risa de niño feliz, que no he hallado aún, mas la buscaré y apenas me sea posible, estará aquí en el Puerto. Y paso a mi otra relectura: un libro con un lenguaje neo-visceral. No sentencia con rabia ni lanza imprecaciones: es 'De lágrimas y santos', escrito por Emile Cioran, escritor rumano, pensador
'oscuro' para muchos, fulgurante para otros. Lo que sucede es que su escritura no es condescendiente ni brillante al estilo de los optimistas. Es arduamente neomística y herética.
'Poseemos en nosotros mismos toda la música: yace en las capas profundas del recuerdo. Todo lo que es musical es una cuestión de reminiscencia. En la época que no teníamos nombre
debíamos haberlo oído todo''. Cioran hasta el fin de sus días concentró su elán vital en la música,
y en este libro denota esa actitud, esa vibración de su radical espíritu...

Y después de estas referencias escritas a la vez como breves homenajes, un ardor en mis ojos me empuja a despedirme hasta otro post... Salux.

Iluminación.


Puerto dorado.
Pintura de Yoshiro Tachibana.

Para Hilda.


(El puerto se puso dorado mientras escribía este post.)




Hilda no imagina que alguien escriba para ella, por su clara sonrisa y su bondad, iluminación en estos tiempos donde lo hermoso está oculto. Cuando la veo, pienso que esas
murallas que nos imponen para separarnos de quienes son distintos a nosotros, son producto de la limitación para situarse, o como diría Guy Debon , para 'estar en la situación'. por ejemplo, si tú, ellos no son creyentes religiosos, ¿acaso deben despreciar a los que sí creen en un ser divino? ¿cómo te sitúas en este mundo, en esta sociedad con respecto a los creyentes si no eres creyente? .

Veo la cara de Hilda, el movimiento de sus manos, la expresión de sus ojos, escucho sus palabras: ' la virgen me va a ayudar, sé que la virgen ayudará a mi hijito'. La faz de Hilda es una flor, arquetípica cual oración, mística y urbana. Imposible desdeñarla, o mirarla con conmiseración, porque Hilda es fuerte y delicada, iluminada y amable.
Nietzsche si estuviera vivo, aceptaría los cuidados de Hilda, y la contemplaría con cierta extrañeza, con una sonrisa de desconcierto. Y el viejo Cioran sentiría el aletazo de su generosidad como algo inquietante, un misterio, una cercana calidez, esa fé que se eleva y pasa lenta como una sonata de Bach...

Qué siglos venideros dejarán atrás los abismos del pensamiento, la segregación y ese odio
que carcome a los guerreros débiles.... Entretanto vuelvo a mis libros, releo 'De lágrimas y santos' del viejo Emile Cioran presintiendo que otra vez veré su terrible mirada en mis sueños...

4.6.05


Saliendo de un laberinto y retornando al puerto...

Laberintos

Para Álvaro.


El laberinto se ha encaramado en nuestras vidas y no nos damos cuenta. Laberinto-sentimientos, laberinto-pensamientos- laberinto-racionalidad. Lo cotidiano se transmuta en
espanto, ira, destellos de felicidad. Un amigo budista me mira , se diría , inexpresivamente, mas
no, me escudriña, ¿ su espiritualidad está a miles de kilometros más alla de la mía?. Le contemplo, en ese instante amo su faz serena.
Soy mortal como tú, como aquel, oscura y melodiosa como una canción gótica. Cuando soy así,
el rocker que dibuja extraños seres me mira cálidamente. Nadie quiere leer algo gris o sí? Por eso siempre vuelvo a Cioran, a su develamiento impúdico, a su ironía desarnada. Nadie quiere
leer acerca de la futilidad de los actos complacientes, de la anti-veleidad.
Consejos morales, lamentos disfrazados de caridad, como palaciegas palabras, como canto de sirena , eso no me seduce.
Me gustaría entrar a un laberinto donde buscar el centro fuera como jugar, jugar sin horario ni deber, y que al llegar a aquel centro, encontrara en una caja algo que siempre haya anhelado y que quizás por las capas-rutinas, una tras una superpuestas, haya olvidado.

Y luego qué? alisarse el cabello alborotado, salir, retornar a otro laberinto, a otra sinuosidad...